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Xoco, que así se denomina la máquina, puede crear piezas de chocolate personalizadas conforme a diseños a través de una aplicación que la acompaña.
La impresora está cubierta por una cúpula de cristal que añadió el estudio sobre todo como un guiño a los ambientes culinarios en los que se supone se utilizará la máquina.
Según el estudio holandés, aunque la impresión 3D es una tecnología que produce resultados divertidos, el diseño de las impresoras tridimensionales y de su equipamiento raras veces evoca experiencias excitantes.
Todo en el diseño de los holandeses contribuye a dar al proceso de imprimir una sensación visual abierta que se añade a la experiencia de creación de los dulces personalizados.
El prototipo de Xoco cuenta con una placa base circular y con un brazo central de impresión que es alimentado por cartuchos de tinta de chocolate en forma de cúpula.
El brazo rota para permitir que el cabezal de impresión se mueva hacia arriba y abajo y hacia derecha e izquierda; usa un sistema de coordenadas para orientarse.
La impresora 3D se conecta a una aplicación que la acompaña y que se utiliza para rematar el diseño.
Las piezas elaboradas, de chocolate negro, blanco o con leche en función del cartucho elegido salen con forma de pequeñas cúpulas evocadoras de la propia impresora.
Un anillo LED multicolor que rodea a la placa-base también ayuda a los usuarios a hacer un seguimiento del proceso de impresión: se ilumina y cambia de color para mostrar que la impresora tridimensional está lista para ser usada o bien que ha concluido su tarea de imprimir los bombones.