Idealistas.org

“Al poco tiempo de empezar el MBA en el IAE, en 1999, nos dimos cuenta de que queríamos hacer algo para ayudar a la comunidad. Como nos interesaba el tema de Internet, pensamos en crear una página web donde reunir a los más necesitados con los que quisieran ayudar. Ese fue el origen de www.daunamano.org”, explicaron los creadores.

En un principio, pensaban que contarían con apoyo externo para poder dedicarse exclusivamente al proyecto. Sin embargo, les esperaba otra realidad. Corría el año 2001, el país estaba pasando por una de sus peores crisis. Consultaron con diversas fundaciones y empresas que podrían estar interesadas en invertir, pero las puertas se cerraron. Comprometidos con su idea, al terminar el master consiguieron trabajo y dedicaron el poco tiempo libre que les quedaba a concretar su objetivo. “Siempre mantuvimos la esperanza de que, en algún momento, podríamos dedicarnos a esto. Y eso fue lo que mantuvo vivo nuestro sueño”, argumentaron.

Para formalizar el proyecto, crearon una asociación civil, Res Non Verba, que fue clave para recibir el sustento que necesitaban. “Como no conseguíamos financiación en el país nos contactamos con fundaciones en el exterior y conocimos a Acción sin Fronteras, una organización con sede en New York, nacida en 1995 que tenía un site (www.idealistas.org) muy similar al nuestro”, comentaron con entusiasmo. Ese fue el principio para que se generara una relación a largo plazo que se afianzó el año pasado, cuando decidieron apoyarlos económicamente. “Desde entonces, nuestro desarrollo fue vertiginoso. Fusionamos nuestra página (daunamano.org) con su base de datos y pasó a llamarse www.idealistas.org que fue lanzada en Argentina a partir del 2003 para toda América Latina. Debimos sacrificar nuestro propio plan para sumarnos a otro con mayores posibilidades. Actualmente somos una filial de ellos, es decir, somos parte de la misma organización”, señalan.
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“Hay mucha gente que quiere ayudar pero no sabe bien cómo, donde ni a quién recurrir. Y esta es la gran respuesta que nosotros quisimos dar. Estábamos seguros de que el hecho de que un voluntario se enfrente a una realidad social distinta y se sienta útil, lo movilizaría profundamente. Esto fue lo que más nos motivó y nos llevó a seguir adelante”, reconocieron los MBA. Pero, además, quisieron mostrar que se puede participar sin dejar de lado los intereses personales: “El gran cambio que generamos es mostrarle a la gente que se puede ser voluntario desde lo que vos hacés y sabés”, agregaron.

Los masters subrayaron que si bien es deber del Estado cubrir ciertas necesidades insatisfechas de la población, este no tiene la responsabilidad exclusiva. La sociedad también está esperando una respuesta de los empresarios. “Las empresas deben ser agentes de cambio social. Y no hay duda de que la sociedad tiene una buena recepción de muchas de las acciones que las compañías están encarando”, aclararon.

Voluntarios por vocación, encontraron un lugar donde desarrollar todas sus potencialidades, sin dejar de lado sus expectativas laborales. Invitan a contemplar al otro desde su humanidad y a reflexionar sobre la importancia que tiene el trabajo solidario, donde todos podemos ayudar sin dejar de lado sus intereses personales. “Participar y sentirse útil cambia el corazón de la persona y la convierte en un individuo mejor que intenta recrear una sociedad más equilibrada. “Es una cuestión de justicia”, afirman Mones Cazón y Laurenz con absoluta convicción.