La primer tecnología creada por el hombre fue la lectura y sigue siendo imprescindible para aprender todas las demás. Y fue la lectura la que le dio al hombre una capacidad de comunicación que ninguna otra especie pudo imitar. Las tecnologías blandas aplican el saber en los procesos sociales pero no son tangibles como las duras. Podríamos definirlas como el «software» y el «hardware» en la computadora o como la “mente” y el “cerebro” en los seres humanos. Psi (Ψ), es la letra griega asociada a psicología, que fue la primera ciencia blanda.
La educación parece blanda, pero es la industria pesada de una nación, porque es la que fabrica ciudadanos.
Ante el crecimiento explosivo del saber se corre una carrera imposible al querer incorporarlo a los programas de estudio. Cuando no se enseña como “aprender a aprender” se usa la fuerza bruta que desgasta y conduce, muchas veces, al burnout o cerebro quemado.
Como las habilidades blandas, definitivamente, no se enseñan en la educación formal muchos graduados son incompetentes sociales perfectamente preparados. Las 4 A de la educación según la UNESCO son: “Aprender a ser, a aprender, a hacer y a convivir”.
El decálogo de las habilidades blandas.
1- Ética: Normas, valores y principios.
2- Responsabilidad: Saber responder.
3- Empatía: Ponerse en el lugar del otro y ser solidario.
4- Capital social: Capacidad de generar contactos.
5- Facilidad de palabra y asertividad: Comunicación persuasiva y clara. Opinar bien en tiempo y la forma.
6- Escucha activa y tolerancia a la presión: Captar lo esencial y sostener el feedback. Soportar el estrés sin perder el foco.
7- Trabajar en equipo y con espíritu de servicio: Conciencia de grupo, con actores asociados para lograr el éxito.
8- Adaptabilidad y apertura: Flexibilidad en un mundo con permanente cambio. Tolerar y aprovechar puntos de vista diferentes.
9- Creatividad: Producir ideas originales que rompan con el statu quo. Resolver problemas y administrar el tiempo.
10- Actitud Positiva: Basada en la autoestima, una capacidad invisible pero omnipresente en cualquier logro significativo. Es confiar en uno mismo.
Antes se creía que todo pasaba por el conocimiento técnico. Pero el saber cambia velozmente, en cambio, las habilidades interpersonales son estables y difíciles de adquirir. Son muy valiosas porque ayudan, ante la incertidumbre, a crear ante los cambios, a superar la brecha entre deseos y resultados, a responder ante lo que se sale del manual. La memoria no sirve ante un problema porque es algo nuevo y falla si repite la vieja receta. Un ejecutivo no fracasa por no conocer una fórmula, sino por no saber delegar, compartir información, motivar a su equipo, influir o persuadir.
En un puesto técnico las habilidades blandas son insignificantes, equiparables a ser simpático, pero contar con ellas es vital cuando se debe interactuar. El desafío es hallar la mejor combinación entre lo duro y lo blando, a través de la gestión del conocimiento.
Competencias genéricas. Se pueden entrenar las destrezas blandas para incorporar lo nuevo valioso y desterrar o desaprender lo que ya no sirve. No se progresa si lo que se aprende se lo recita de memoria sino sabiendo aplicar y hacer lo que se necesita para la función, hasta convertirlo en hábito. Entrenar las habilidades blandas en la vorágine laboral requiere prestar atención plena (mindfulnes). Para eso, cuanto más rico y estimulante sea el medio en que se enseña, mejores serán los resultados.
El poder inteligente – smart power – combina el poder duro – hard power – y el poder blando –softpower -. El poder duro es racional, opera con palabras y conceptos. El poder blando es emocional, está poblado de imágenes e ideas. El poder duro es estratégico, apunta al objetivo, el poder blando es intuitivo, las ideas llegan de golpe. Empowerment es el poder interior. La energía se bloquea al no saber lo que se quiere. La inteligencia vocacional es la clave del autoconocimiento. Dijo Séneca que: no hay vientos favorables para quien no sabe a dónde quiere llegar. También se bloquea por no sumar las inteligencias complementarias -emocional, creativa, estratégica, ejecutiva, social y digital-. El poder inteligente es un querer con eficacia. Como dijo Nietzche los métodos son la mayor riqueza del hombre. Los métodos blandos y los conocimientos duros triunfan si se asocian, como un ciego y un paralítico perdidos en el bosque.
Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem. [email protected]