TIP: Administra tu dinero como un hombre

Hombres y mujeres enfrentan retos para ganar dinero, ahorrar e invertir. Consulta estos 13 consejos:

1. Invertir: frena tus impulsos

Para la mayoría de los inversionistas es difícil frenar el deseo impulsivo de vender cuando el mercado cae, pero esto parece ser particularmente difícil para los hombres. Un estudio que realizó Vanguard sobre 2.7 millones de inversionistas de cuentas de retiro individual descubrió que los hombres fueron 10% más propensos que las mujeres a cobrar sus acciones durante la crisis del mercado en 2008, por lo que muchos hombres se perdieron del repunte que le siguió a las acciones.

¿Cómo se puede mantener la cordura cuando todos los demás la están perdiendo? Debes establecer un periodo de enfriamiento: sigue la regla de no comerciar mientras el mercado esté abierto, evita ver comentadores hiperbólicos del mercado y «nunca leas tus estados de cuenta cerca de tu computadora», dice McPherson, quien recomienda a sus clientes hombres que analicen sus estados de cuenta en papel para que pongan fin al hábito de revisar los mercados a diario.

2. Invertir: fija algunos límites

No sólo los tiempos difíciles hacen que los hombres se pongan en acción. Los estudios han mostrado que los hombres comercian hasta 45% más que las mujeres en todo tipo de mercados, y como resultado, sufren mayores costos de transacción y menores rendimientos. Cumple algunas reglas autoimpuestas sobre la frecuencia a la que puedes comprar y vender en cierto periodo, por ejemplo, no más de una vez por trimestre. Balancear sólo una o dos veces al año sería incluso mejor.

3. Invertir: prevé dinero para emergencias

Bill Schultheis, gestor de bienestar en Kirkland, Washington, recomienda a sus clientes masculinos que tengan una cuenta separada donde puedan jugar con hasta el 5% de su participación de capital. «Eso satisface el deseo de realizar una inversión imprevista propuesta por un amigo o corredor», dice Schultheis, «y los ayuda a ser disciplinados cuando deben atender sus inversiones centrales».

4. Ganancias: se conservador

Quizás ahora no necesitas un plan B, pero deberías tener uno; los hombres perdieron más del doble de empleos que las mujeres durante la reciente crisis económica.

La mejor alternativa no es intentar comenzar una carrera nueva, sino buscar alguna variante de tu empleo actual que pueda ser más fácil de obtener, dice David McPherson, planeador financiero en Falmouth, Massachusetts.

Reúnete de forma informal con conocidos que trabajen en áreas relacionadas a la tuya para darte una idea de cuáles son tus posibilidades. Ponte en contacto con ex colegas que hayan hecho el cambio para aprender cómo lidiaron con la transición.

5. Ganancias: haz nuevos amigos

Más de siete de cada diez empleos que ganan cientos de miles de dólares al año pueden hallarse en Internet, según ExecuNet.com. Amplía tu círculo de amistades para mejorar las oportunidades de encontrar un buen trabajo cuando lo necesites. «Es un juego de números», dijo Asher Epstein, director administrativo en la Facultad de Negocios de la Universidad de Maryland.

Si quieres un puesto, necesitarás, al menos, diez entrevistas. Para poder aterrizar las diez, necesitarás contactar a 100 empleadores. Para hacer esos contactos, necesitarás hablar con 500 personas. «Para conocer a 500 personas, pide a toda la gente con la que hables que te recomiende con más gente».

También asegúrate de unirte a los grupos de tu industria y de exalumnos, así como a LinkedIn. ¿Ya formas parte del sitio de redes profesionales? Expande tus horizontes con una nueva aplicación que te permite dar seguimiento a las compañías en las que quieres trabajar y crea conexiones ahí.

6. Ahorros: aumenta tus ‘guardaditos’

Olvídate de tres a seis meses de gastos de vida; el tiempo promedio de desempleo es ahora de ocho meses. Para los trabajadores de 50 años de edad o mayores o pertenecientes a grupos directivos, pasar un año o más desempleado es algo común.

Tendrás que apretarte el cinturón un poco más para cumplir con la tasa de ahorros deseada, y esto será muy útil si de pronto te despiden.

7. Finanzas familiares: sigue al dinero

Muchas parejas casadas aún dividen sus labores financieras de forma anticuada, según las encuestas: él maneja el portafolio, ella paga las cuentas.

El lado negativo de ser un as (sólo) del ámbito de inversión es que puedes no tener idea de cuánto cuesta realmente administrar tu casa, por lo que basas tus decisiones de cuánto debes invertir o cuáles serán tus gastos en el retiro según estimaciones imperfectas, según la planeadora financiera con base en Atlanta, Mary Claire Allvine.

Pon a prueba este ejercicio: siéntate con tu esposa y, cada uno, por separado, escriba una lista del presupuesto para el hogar, como sugiere Ken Clark, planeador financiero en Little Rock. No discutan por las discrepancias: revisen los estados de cuenta y las transacciones en línea para poder comprobar sus cálculos. Una vez que tú y tu esposa se pongan de acuerdo con las cifras, podrán comenzar a hablar de planes a largo plazo.

8. Pon fin a los gastos sigilosos

¿Quién es más propenso a ocultar sus gastos? Los hombres: el 58% de los hombres admitió haber mantenido algún gasto en secreto (sobre todo de entretenimiento), en comparación con el 48% de las mujeres, según CESI Debt Solutions.

¿Un hombre trabajador no tiene derecho a divertirse un poco sin tener que rendir cuentas? Sí, pero ocultar los gastos no es la forma, pues esto sólo agrava el problema de que una persona no sepa lo que la otra está haciendo.

Juega limpio: decide junto con tu pareja la cantidad que cada uno puede gastar de forma libre, sin que se le cuestione al respecto.

9. Acepta las nuevas realidades

Si tu esposa es la principal proveedora de la familia (cerca del 30% de las mujeres en hogares con dos ingresos lo son en la actualidad), aprovecha la oportunidad para ampliar los papeles y volver a estudiar los planes. Quizás ella sea la que tenga el plan de retiro, como el 401(k) en Estados Unidos, y quizás tú seas el director de presupuesto, lo que puede permitirles a ambos hacer nuevas contribuciones con un propósito común.

10. No escatimes en una póliza de vida

Los hombres casados con hijos suelen tener coberturas equivalentes a cinco veces los ingresos familiares. Si tú eres el principal proveedor, entre ocho y diez veces tu ingreso es una mejor proporción, según el planeador Michael Garry, de Newton, Pensilvania.

11. Escatima en cuidados a largo plazo

En promedio, un hombre pasa un año en asilos (las mujeres pasan cuatro), y casi un tercio de los cuidados a largo plazo se pagan a los hombres. Ten cuidado antes de gastar miles de dólares en este tipo de cobertura. Gary recomienda que si puedes costear el gasto promedio de 80,000 dólares anuales en un asilo durante uno a dos años, quizás lo mejor sería dejar pasar este seguro. También puedes gastar menos en una póliza optando por un mayor periodo de espera o contratando a un cuidador de parejas, lo que ampliaría el beneficio para tu esposa.

12. Retiro: anda solo un rato

Cerca del 40% de los esposos pide a sus esposas que se retiren cuando ellos lo hacen (en comparación con el 21% de las mujeres), sobre todo porque los hombres suelen ser mayores que sus parejas y dejan de trabajar antes. Pero compartir los atardeceres puede cobrarte factura.

Si tu esposa sigue trabajando unos años más, quizás puedas mantener tus ahorros un poco más de tiempo, o al menos gastarlos a una tasa más baja. Quizás puedas conservar tu acceso al seguro de salud antes de que tú o tu esposa sean aptos para Medicare. Tú y tu esposa podrían lograr posponer el cobro del Seguro Social, lo que les generaría mayores beneficios cuando sean mayores.

13. Retiro: amplía tu pensión

Si vas a recibir una pensión cuando te retires, toma los beneficios conjuntos y de sobreviviente en vez de optar por un plan de un sólo contribuyente. Sí, tus cheques mensuales serán más bajos, pero así estarás protegiendo a tu esposa, quien de otra forma perdería ese ingreso si tú mueres antes que ella

MP Dunleavy (CNN Money) CNN Expansión


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