Un emprendedor tiene generalmente, una necesidad real de crear su propio negocio. Esta necesidad lo lleva a cometer un error muy común: ponerse a trabajar en su proyecto sin antes estudiar bien el mercado. Puede costar muy caro iniciar una empresa sin conocer algunas cosas básicas del entorno: ¿Cuál es el mercado total al que se dirige? ¿Quiénes son los líderes en el país? ¿Quiénes lo son a nivel mundial? Cada negocio tiene su propia respuesta.
Otro aspecto fundamental es la disposición a “ir a fondo”. Los emprendimientos se ven sencillos cuando uno tiene un empleo e imagina el negocio que pondrá en su tiempo libre con el dinero de terceros. El inversor tiene que convercerse de la disposición y convicción del emprendedor, y lo hará si percibe que está dispuesto a abandonar su seguridad actual para luchar por su proyecto.
Es lícito preguntarse ¿Qué buscan los inversores?.
Veamos. Si bien existen varios tipos de inversores, la mayoría se caracteriza por su cautela. Pueden buscar un negocio con buena rentabilidad a corto plazo y con poco riesgo, o pueden estar dispuestos a arriesgarse más si entienden que existe una oportunidad entre 100 o 200 de conseguir multiplicar su inversión por diez o veinte. ¿Qué convence a un inversor? En primer lugar la perseverancia y compromiso personal del emprendedor con el proyecto. Los inversores desestiman aquellos proyectos en que el emprendedor no quiere invertir un centavo de su propio dinero o no sea capaz de conseguir entre sus familiares, el capital mínimo inicial.
Otro punto que miran los inversores es la capacidad del emprendedor para escuchar.
También es importante practicar las presentaciones, sean escritas o personales; tengan en cuenta que las presentaciones desprolijas, con errores frecuentes o errores de cálculo, revelan que la persona no posee la tranquilidad necesaria para tomarse su tiempo en la toma de decisiones.
Sin embargo, el error más frecuente e importante es diseñar un Businesss Plan y solicitar una uinversión que no concuerde con las cifras planteadas en el mismo. Si el BP muestra una necesidad de inversión de $100.000 y el emprendedor pide $ 140.000 por las dudas, seguramente pasará un momento complicado cuando el inversor le muestre sus propias sus cifras y exija explicaciones por la incogruencia.