STARTUP EN 1° PERSONA: Guillermo Casarotti de Inti Zen

Guillermo Casarotti, founder de Inti Zen

«Me siento más un soñador que un empresario» (Guillermo Casarotti de Inti Zen)

Siempre tuve mucha curiosidad por emprender, pero también me interesaban las multinacionales y los departamentos de marketing de consumo masivo con grandes presupuestos de publicidad. Así que hace 15 años, luego de hacer un MBA en Cornell University, y de trabajar durante años en multinacionales, se alinearon tres fenómenos: la crisis del 2001 en argentina, mi crisis personal de los 40, sumada al encuentro en mi camino con Inés Berton.  Fue como el Big Bang, todo estalló, y surgió la idea: crear una marca de té. Fue muy extraño, no dude mucho y renuncié a mi empleo seguro para emprender esta aventura. Era el momento y el mercado correcto.

Mirando para atrás, creo que en ese momento hay que estar comprometido, ya que con tanta pasión que surge, uno se ciega y no ve el 80% de los problemas que están por venir. Pero en ese momento, es como cuando uno se enamora de la mujer perfecta: no importan los escollos a vencer, ya que el amor es más fuerte. Cuando uno emprende una idea, es algo parecido. Hay mucha adrenalina. Es como una tormenta de ideas que no te dejan reposar.

Mi pasión por una taza de té, facilitó el camino. Mientras que Inés me proponía las cosas más increíbles en aroma y sabor, mi cabeza ya se imaginaba el resto: nombres, colores, texturas, símbolos, formas, textos, todo lo que faltaba para completar el cuadro.

Con respecto a las dificultades, la vida de un entrepreneur tiene desafíos diferentes a cada minuto y eso le agrega un sabor especial, difícil de explicar. No es que se viva estresado, sino que se vive atento a oportunidades y desafíos. Así como aparece una dificultad, en el mismo segundo hay una oportunidad dando vueltas, pero lo interesante es poder visualizarla, y para eso hay que mirar muchas veces fuera de la “dificultad”, o sea fuera de la “caja”.

Creo que Argentina es uno de los mejores países para emprender, a pesar de la inestabilidad del mercado. Hay mucho capital humano y creatividad, gran aceptación de los consumidores por los productos de calidad y hay todavía mucho para hacer y construir. Es un paraíso para quienes tenemos la pasión y perseverancia de cumplir un sueño. No es fácil la ejecución del proyecto, pero hay mucho espacio para crear nuevos proyectos que usen Argentina como plataforma para el mundo.

Es un placer y un privilegio trabajar en lo que a uno le gusta.  Es casi un hobbie. Al principio me exigí muchísimo, era importante poder arrancar y trasmitir el sueño. Pero de a poco entendí que también era importante encontrar el balance de familia + emprendimiento + uno mismo.

Si tuviera que resumirlo en pocas palabras:

«Se fiel a ti mismo, no dejes que nadie te diga que tus sueños son imposibles»

Guillermo Casarotti – Founder de Inti Zen

 

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