por Jovan Cicmil – E Handbook
Desde hace décadas, las pautas de Silicon Valley marcan cómo debe ser una verdadera startup. Esta nota da cuenta de los siete puntos que el valle espera ver
Desde los garajes de Palo Alto hasta las torres de cristal de Sand Hill Road, ha existido un estándar no escrito — una especie de lista de verificación sobre lo que hace que una startup sea digna de atención, financiación y leyenda.
Ya sea que estés construyendo tu empresa en San Francisco, Serbia o en cualquier punto intermedio, probablemente te hayas preguntado: ¿Está mi startup a la altura? No solo en términos de entusiasmo o “hype”, sino con base en los criterios duros, a veces brutales, que los inversionistas de alto nivel, fundadores y operadores utilizan silenciosamente para separar el ruido de la señal.
Estos criterios no siempre están escritos. Se comparten en salas de pitch, canales informales y chats nocturnos entre fundadores. Pero hoy, los vamos a escribir.
Aquí están los 7 criterios no escritos por los cuales se juzgará tu startup — ya sea que estés buscando capital de riesgo, talento de primer nivel, o simplemente tratando de evitar convertirte en otra historia olvidada en Product Hunt.
1. ¿Estás atacando un problema de mil millones de dólares?
Silicon Valley no se enamora de productos. Se enamora de mercados. Si estás construyendo algo que resuelve un pequeño problema para un nicho reducido, podrías crear un buen negocio — pero no una startup de escala de riesgo.
Las matemáticas son simples. Los capitalistas de riesgo necesitan retornos descomunales. Quieren creer que si todo sale bien, tu empresa podría valer más de mil millones de dólares. Eso solo ocurre en mercados grandes y en crecimiento.
Pregúntate:
- Si esto funciona, ¿qué tan grande puede llegar a ser?
- ¿Quiénes son los grandes jugadores en este mercado — y cómo los vencerás?
- ¿Qué ocurre cuando este producto se convierte en una plataforma?
No solo muestres ambición. Muestra escala.
2. ¿Tienes una idea no obvia?
Toda gran startup empieza con un secreto — algo que tú entiendes del mundo y la mayoría no.
En Silicon Valley, eso vale oro. Si solo estás construyendo un “Uber para X” o “IA para Y” sin una idea sorprendente detrás, la gente sonreirá educadamente y seguirá adelante.
Los grandes fundadores suelen:
- Ver un cambio de comportamiento antes de que ocurra (ej: Stripe y los pagos online)
- Construir para un usuario que la mayoría ignora (ej: Airbnb y personas con habitaciones disponibles)
- Usar tecnología de una forma novedosa (ej: Figma usando WebAssembly para diseño en el navegador)
Tu idea no necesita ser llamativa — pero sí debe ser genuina. Algo que descubriste viviendo el problema, no buscando en Google.
3. ¿Tienes un producto 10x?
Aquí va una verdad dura: nadie cambia por algo solo 2 veces mejor. Las personas son perezosas, escépticas y están ocupadas. Para ganar, tu producto debe ser 10 veces mejor que la solución actual — más rápido, más barato, más agradable, o idealmente las tres cosas.
En términos de Silicon Valley, “10x” significa:
- Superioridad obvia (los clientes captan su valor al instante)
- Viralidad boca a boca (los usuarios lo aman tanto que se lo cuentan a otros)
- UX que define la categoría (piensa en Notion, Superhuman, Linear)
La mediocridad no consigue financiamiento. Construye algo obviamente mejor — o acostúmbrate a que te ignoren.
4. ¿Tienes una ventaja técnica o un foso defensivo?
Silicon Valley ama el software, pero adora la defensibilidad.
Si tu producto es fácil de copiar, estás muerto. Si está respaldado por algo difícil de replicar — tecnología profunda, efectos de red, barreras de datos, o una distribución única — estás en el juego.
Pregúntate:
- ¿Qué se fortalece con el tiempo?
- ¿Qué sabes construir que otros no pueden o no quieren?
- Si una empresa de un billón de dólares lanzara lo mismo mañana, ¿cómo sobrevivirías?
Los fosos técnicos no se tratan solo de código. Se trata de una ventaja que se acumula con el tiempo.
5. ¿Tu equipo está hecho para esta misión?
Esta es simple. ¿Alguien vería a tu equipo fundador y diría: “Claro que ellos están construyendo esto”?
Silicon Valley no espera perfección — pero sí espera fit entre el fundador y el mercado:
- ¿Estás especialmente calificado para resolver este problema?
- ¿Tienes las cicatrices, la obsesión, la credibilidad?
- ¿Han construido algo juntos antes?
Dos amigos que se conocieron en un hackathon el mes pasado pueden levantar una ronda semilla. Pero un equipo con historia compartida, habilidades complementarias y hambre de demostrar algo… ese es el equipo que los inversionistas pelean por respaldar.
6. ¿Es el momento adecuado?
Incluso la mejor startup fracasa si llega demasiado temprano — o demasiado tarde.
A Silicon Valley le encanta hablar de timing porque es lo único que no puedes controlar, pero que debes acertar. Estar demasiado temprano es lo mismo que estar equivocado. Estar muy tarde significa que estás peleando contra gigantes.
Observa el panorama:
- ¿Qué cambios macro están creando oportunidades?
- ¿Qué regulaciones, cambios en el comportamiento del consumidor o plataformas están abriendo puertas?
- ¿Qué ha cambiado que hace que tu producto sea inevitable ahora?
Airbnb solo funcionó después de la crisis del 2008. Uber solo escaló gracias a los smartphones y el GPS. Si estás surfeando la ola, te moverás rápido. Si estás remando contra la corriente, buena suerte.
7. ¿Tienes tracción o una visión magnética?
Las startups en etapa temprana necesitan una de dos cosas:
- Tracción: Usuarios, ingresos, crecimiento, retención
- Visión: Una historia convincente y magnética sobre el futuro que estás construyendo
Si tienes ambas, increíble. Pero si no tienes ninguna, será difícil convencer a alguien — inversionistas, empleados, o incluso a ti mismo — de dar el salto contigo.
Silicon Valley premia el momentum. Muestra que la gente quiere lo que estás construyendo. Si no puedes hacerlo, muestra que la gente cree en hacia dónde vas.
Y sí — “visión” puede significar un pitch deck, un prototipo, un manifiesto, o incluso un tuit viral. Lo que importa es que mueva a las personas.
Entonces… ¿Tu startup está a la altura?
Estos criterios no son simples casillas para marcar — son puntos de presión. Son el filtro no hablado que usan los VCs, el talento élite y los fundadores experimentados para distinguir entre ruido y señal.
Si tu startup no cumple los siete, está bien. La mayoría no lo hace al principio. Pero toda empresa legendaria eventualmente marca todas estas casillas — aunque no lo hiciera en la ronda semilla o Serie A.
Tu trabajo no es fingirlo. Tu trabajo es construir hacia ello.
Construye con visión de escala. Busca ideas reales. Crea un producto que la gente realmente quiera. Gana tu foso defensivo. Encuentra a los cofundadores adecuados. Observa las olas. Y cuenta una historia que haga que la gente diga: “Ok, esto sí que es interesante.”