Una liga española muy igualada

Una liga española muy igualada

LaLiga Santander lleva varias temporadas perdiendo talento poco a poco. Un goteo de jugadores de reconocimiento mundial que ponen rumbo a otras ligas en las que encuentran equipos más equilibrados y, sobre todo, unas condiciones salariales mucho más lucrativas que las que pueden obtener en España.

Los casos más paradigmáticos han sido los de Cristiano Ronaldo –que se marchó a la Juventus de Turín– y Leo Messi –al que la catastrófica situación financiera del Barcelona mandó a París para jugar en el PSG–. El portugués y el argentino han sido los dos jugadores más importantes del panorama futbolístico de los últimos diez, quince años y el principal reclamo de una liga, la española, que se ha devaluado a ojos del mundo.

Y, sin embargo, LaLiga está más emocionante que nunca. Los clubes españoles tienen menos nivel futbolístico y puede que en Europa lo puedan llegar a notar, pero en lo que a la competición doméstica se refiere, pocas veces ha estado más interesante que ahora. Una liga acostumbrada a la alternancia entre el Madrid y el Barça ha visto como están apareciendo equipos con un nivel medio alto que les pueden poner las cosas muy difíciles a los grandes. Cada jornada depara sorpresas, tantas que hacer el pronóstico Quiniela –el juego futbolístico español por antonomasia– se ha convertido en una locura.

Puede que los aficionados de los equipos grandes quieran ver ganar a su equipo cada domingo, pero el aficionado medio lo que busca es emoción, partidos disputados, vibrantes, con alternativas y equipos luchando hasta el final. Y eso estaba muy complicado con los superequipos, con las ligas de los 100 puntos; un aburrimiento total. Hay todo un abismo entre ver los partidos esperando a ver por cuántos goles ganarían los grandes, y entre hacerlo sin saber quién se llevará el gato al agua. Competición pura. La máxima igualdad.

Los grandes, de nuevo, favoritos al título

Con más de un cuarto de LaLiga Santander disputada, los tres grandes aspirantes al título siguen estando de lleno en la pelea, y más viendo las dificultades que están encontrando los rivales directos para sacar los partidos adelante.

El Real Madrid se encuentra sumido en un periodo de renovación en el que varios jóvenes vienen pegando fuerte –Vinicius, Rodrygo, Valverde, Camavinga…– y otras figuras están fracasando –principalmente Bale y Hazard–. El equipo presidido por Florentino Pérez ha disminuido considerablemente su gasto en fichajes, especialmente si hacemos un balance entre la diferencia del dinero invertido en adquirir nuevos jugadores y el obtenido gracias a las ventas de otros futbolistas–. El recorte en fichajes es entendible si nos fijamos en el contexto de la pandemia y en la remodelación del Santiago Bernabéu, un proyecto capaz de sepultar a cualquier club del mundo.

El Atlético de Madrid sigue mejorando su plantilla año a año y siendo competitivo. De hecho, es el actual campeón. El principal problema del equipo es que Simeone tiene que encontrar la manera de dar espacio a los jugadores más creativos sin perder solidez, algo que viene pidiendo desde hace tiempo gran parte de la afición colchonera.

El Barcelona está atravesando una grave crisis económica heredada de la ruinosa gestión llevada a cabo por la anterior directiva, encabezada por Bartomeu. La falta de capital obligó al club a desprenderse de Luis Suárez –que ha sido clave para que el Atleti conquistara el último título de liga– a cambio de migajas. Y Griezmann ha tenido que volver al Atlético. Por no hablar de la traumática marcha de Messi. Libre. Sin dejar ni un euro en la caja. Eso y la bajada de los sueldos de los capitanes del equipo. Una catástrofe. Aun así, los blaugranas tienen mimbres para pelear de manera sobrada por LaLiga.

Las alternativas a los grandes

Al margen de los tres grandes del fútbol español, aparecen otros equipos con posibilidades. De todos ellos, quien sí que tiene opciones reales de alzarse con el trofeo de campeón de LaLiga es el Sevilla. La dirección deportiva de Monchi sigue conformando plantillas cada vez más profundas, cada vez más preparadas para todo. La subida de nivel del club hispalense, unida a la bajada del nivel de los grandes, hace que el Sevilla Fútbol Club se halle ante la gran oportunidad de convertirse en el mejor equipo de España en esta campaña 2021/2022.

La Real Sociedad es otro equipo que, desde la llegada de Imanol Alguacil al banquillo, no para de mejorar y crecer. Lo más probable es que no les alcance para meterse en la pelea por LaLiga, pero sí que pueden erigirse en jueces y son serios candidatos a ocupar una de las primeras cuatro plazas de la competición, las que dan acceso a la Liga de Campeones.

No podemos olvidarnos tampoco del Villarreal, flamante campeón de la Europa League, que está haciendo un gran fútbol al que los resultados no terminan de hacer justicia.

Además, equipos como el Betis, el Rayo Vallecano, el Athletic de Bilbao, Osasuna… están rindiendo de maravilla y son capaces de dar un susto a cualquiera y en cualquier escenario.

Exit mobile version