Incubadoras de empresas: qué son y para qué sirven

Te contamos todo sobre la importancia de las incubadoras de empresas.

foto: Rawpixel (unsplash)

Llevamos tiempo queriendo hablar de esta nueva forma de trabajo que es tan común entre startups o pequeñas empresas que empiezan la aventura de intentar hacerse un hueco en el mercado.

Dichas empresas normalmente tienen un perfil común: una historia de funcionamiento limitado que se distingue por su perfil de riesgo/ recompensa y sus grandes posibilidades de crecimiento.

Estos programas son muy interesantes para aprender de otros emprendedores y evitar los errores más comunes de iniciar un negocio. Un 87% de las startups que se mantienen en la industria han completado exitosamente un programa de incubación de negocios.

¿Qué es una incubadora de negocios?

Una incubadora de empresas es una organización que acelera el crecimiento de proyectos emprendedores y asegura el éxito de los mismos, a través de diversos recursos y servicios como pueden ser la capitalización, alquiler de espacios, coaching o apoyo profesional y técnico, acceso a una red de contactos (o networking), además de otros servicios básicos (telecomunicaciones, limpieza o estacionamiento).

Lo más normal actualmente es que haya una compañía privada, entidad gubernamental o una universidad que patrocine, apoye u opere las incubadoras de empresas.

El principal cometido de estos organismos es fomentar el crecimiento de la actividad económica ayudando a crear y a crecer a las tan mencionadas ‘startups’, proveyéndolas con el apoyo necesario de servicios técnicos y financieros. Algunos llaman a estos programas, aceleradores. En estos, generalmente, la empresa obtiene capital semilla a cambio de un poco de equidad.

Los equipos de gestión de las incubadoras establecen criterios para seleccionar los proyectos candidatos a integrarse a sus modelos de trabajo. No hay que olvidar que el objetivo principal es crear negocios con impacto a largo plazo, y que normalmente los nuevos proyectos operan con recursos más bien limitados.

Los que más destacan son: viabilidad técnica, económica y financiera del proyecto, sector de actividad, calidad de los miembros del equipo emprendedor así como la adaptación a los objetivos específicos de la incubadora.

¿Para qué sirve?

A parte de las ventajas intangibles comentadas anteriormente, como la experiencia y el aumento de reputación derivado del hecho de pertenecer a una comunidad exitosa; ser miembro de un programa de incubación de negocios puede aportarte otras muchas ventajas prácticas:

1. Financiación

Aunque en algunos casos no es de gran cuantía, en otros casos puede ayudar a ajustar la infraestructura de la empresa.  En cualquiera de los casos, aunque siempre bien recibido, el dinero suele tener al final menos valor que la oportunidad de hacer conexiones interesantes.

2. Otros recursos

Los programas de incubación pueden resultarte de gran ayuda en el caso de que tu negocio tenga vacíos en el equipo o falta de conocimiento en algún área de negocio. La experiencia del programa puede ayudarte a rellenar esos vacíos a corto plazo, ya sea ésta definir tu idea, crear tu plan de negocio o construir tu discurso para optar a financiamiento.

3. Consejo

Los programas te asocian a mentores durante el proceso de incubación. Estos son expertos en tu industria que te darán consejos y guía, sin querer tomar el control de tu negocio.

4. Contactos

Quizá la ventaja estratégica más clave a largo plazo para tu empresa sean las conexiones que te proporciona un programa de incubación. Además de con el staff de emprendedores experimentados también tendrás contacto con otros emprendedores externos, profesores e invitados. Podrás incluirte en proyectos y eventos comunes que te permitirán crear una red de contactos en la industria.

Conclusión: si eres emprendedor, estás empezando y has comenzado a valorar opciones de financiación, sopesa la opción de presentarte a un programa de incubación, estos pueden darte asistencia de valor incalculable.

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