Cada vez son más los estudiantes que se animan a realizar cursos a través de Internet. Los motivos son varios: desde la comodidad de hacerlo desde casa hasta la imposibilidad de desplazarse a una clase por motivos laborales o familiares, así como la posibilidad de acceder a cursos de empresas de diferentes localidades. Por ello, emprender en la educación online resulta bastante interesante para abrirse paso en el mercado.
Pero el sector de la educación online se encuentra en evolución constante, y las posibilidades en lo que a ello se refiere son numerosas. Desde las empresas que se dirigen directamente al alumno como las que organizan cursos para otras empresas, las opciones en cuando a educación online son prácticamente infinitas.
Educación B2C (Bussiness to Consumer)
Es el modelo en que vendemos nuestros cursos de formación directamente a nuestros alumnos. Podemos encontrar desde los dirigidos a niños como los ofrecidos por mundoprimaria a los cursos para adultos que ofrecen numerosas universidades. También podemos optar por que nuestros alumnos paguen por acceder a la formación o porque puedan acceder a los contenidos que ofrecemos de manera gratuita.
Si nos decantamos por ofrecer a nuestros alumnos cursos gratuitos, podemos hacerlo mediante la publicidad inserta en ellos, mediante modelos Freemium (el usuario paga por una parte) o mediante el pago únicamente por la certificación.
En el caso de que queramos que nuestros alumnos paguen por acceder al curso, podremos o bien utilizar un modelo de pago por programa, en el que abonarían el importe total del precio del curso, o bien un modelo de suscripción, con el que nuestros alumnos pagaría dependiendo del tiempo que participen en él.
Modelos B2B (Bussiness to Bussiness)
Se trata de cursos en los que nuestros clientes serían los trabajadores de una empresa concreta. En este caso podemos optar por dos opciones principales: la de crear un programa de estudios completamente personalizado y adaptado a las necesidades de la empresa o la de ofrecer un programa estándar, que contaría con un programa común para todas las empresas que deseen contratarlo.
También es posible una tercera vía: la de crear un programa personalizado para una empresa en concreto pero basándose en unos contenidos estándar, que posteriormente se podrían modificar ligeramente para que la empresa correspondiente pueda ofrecer a sus trabajadores los contenidos concretos que necesiten.
Necesaria la evolución constante
Sea cual sea el modelo que hayamos elegido para nuestra plataforma de formación online, es importante que tengamos en cuenta que, como en la mayoría de los sectores relacionados con las nuevas tecnologías, la evolución es constante, por lo que debemos estar abiertos a realizar los cambios que sean necesarios en nuestra plataforma para adaptarnos a las necesidades del cliente.
