Cuando el cuerpo y la cabeza piden un freno hay que hacerles caso. Un emprendedor que no descansa no siempre produce más; por el contrario hasta puede producir mal.
El emprendedor es una mezcla de quijote, guerrero, león, titán, Robinson Crusoe y héroe en un único envase; y en ocasiones, todos los roles juntos al mismo tiempo.
El corazón, el cuerpo y la cabeza del emprendedor están en actividad full life; cuando no está ocupado creando, está preocupado viendo como cubrir sus obligaciones y necesidades.
La pasión y el amor que le ponemos al emprendimiento son gigantescos y conmovedores, parece que tenemos una fuente interna generadora de energía inagotable…. pero se agota. Y cuando eso sucede, lo mejor es parar.
Por mas inteligencia y conocimientos que tengamos, por más espíritu indomable que nos distinga, saber detenerse a recargar la batería interior es una de las mejores inversiones que un emprendedor tiene que hacer a lo largo de su carrera.
«El arte del descanso es una parte del arte de trabajar» (John Steinbeck)
Los emprendedores debemos aprender a reconocer las señales del cuerpo y cuando las alertas comienzan a sonar saber parar a tiempo. El descanso es una de las caras de la moneda; sentir que la cabeza va a explotar es el reverso.
Te dejo cinco consejos prácticos para ganarle la pulseada al estrés:
1. Identifica
El primer impulso si alguien te pregunta qué te estresa será gritar “¡todo!”, por eso lo mejor es responder a esto en un momento más tranquilo. Mira hacia atrás y piensa en las veces en las que has estado más estresado. ¿Qué tienen en común? ¿Es un tipo de situación determinada o tu forma de responder a ella? Saber en qué momentos tiendes a estresarte te ayudará a prevenir esas situaciones e intentar cambiarlas.
2. Estructurate
Un emprendedor tiene siempre mil cosas en la cabeza, una de sus principales fuentes de estrés. Centrarse en una tarea parece imposible, ya que en el fondo está siempre todo eso que todavía tienes que hacer acechándote. Es por eso que es clave organizar y estructurar los días: haz listas con lo que tienes que hacer (es una tontería, pero apuntar cosas hace que estas ocupen menos espacio en la cabeza), y organiza cuándo vas a hacer cada una de forma realista. Serás más productivo y estarás más tranquilo.
3. Descansa
Si estás hasta arriba de trabajo puede ser tentador cancelar esa cena con amigos o no ir al gimnasio, pero no es buena idea. Reestructura tu planificación sin eliminar esos momentos de ocio que son importantes tanto para conseguir ser más productivo, como para que tu trabajo sea de mejor calidad. El cerebro necesita descansar y realizar actividades distintas para mantenerse en forma, ¡no lo olvides! Serás también más feliz, que tampoco está mal.
4. Minimiza y organiza las distracciones
Uno de los grandes enemigos de los emprendedores son las distracciones. De todo tipo: llamadas de teléfono, emails que llegan, problemas nuevos que surgen, compañeros de trabajo que te hablan… Esas distracciones hacen que al final no seas capaz de centrarte en lo que estás haciendo, lo que provoca que tardes más y que el resultado sea peor. Lo mejor en estos casos es minimizar las distracciones evitables (elimina notificaciones de mails, por ejemplo) y reservar una hora diaria para las que necesitan ser atendidas: contestar mails, hacer tormentas de ideas, gestionar las redes sociales de tu startup…
5. Piensa en positivo
Céntrate en lo que has hecho y no en todo lo que todavía tienes que hacer. Este pequeño cambio de perspectiva eliminará un montón de estrés. Si además vas aprendiendo a organizarte de forma realista (no planees para un día cosas que no te va a dar tiempo a hacer), lograrás acabar las jornadas con la sensación de deber cumplido.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
mberenstein@emprendedoresnews.com