En una actividad con tantas libertades como lo es el freelance, quien no tiene una buena organización va directo al fracaso. Simple. Al igual que en cualquier ámbito profesional, acá la disciplina juega un papel fundamental.
El freelance es una de las mejores maneras de generar ingresos, como explican en Gananci. Aunque cabe resaltar que aquellos que logran generar cantidades jugosas son los que tienen una gran organización que les permite trabajar de la mejor manera.
El éxito de los freelancers va de la mano con la estructura de tareas que estos tengan. El hecho de trabajar por cuenta propia y no ir a una oficina todas las mañanas puede ser un arma de doble filo, ya que presenta muchas ventajas, pero tanta libertad puede afectar la productividad. Ante todo, organización.
Para estructurar las labores de la mejor manera, estos son los consejos que debes poner en práctica:
Establecer un horario
Ser un freelancer y poder trabajar desde la comodidad de tu casa no significa que existe un horario ilimitado con millones de actividades de por medio. Este nuevo trabajo ofrece más ventajas, pero se debe mantener la disciplina de cualquier empleo tradicional (incluso más).
La productividad juega un papel fundamental en todo buen trabajador, no solo es importante la cantidad de tareas que se puedan llevar a cabo, sino la calidad de las mismas. Para llevar un equilibrio entre ambas, la organización es primordial.
Si bien puedes trabajar a cualquier hora (gran ventaja del freelance), se tiene que organizar el día de manera que todas las otras actividades sean cumplidas en el tiempo libre que sobra. Si no sobra el tiempo, pues ese horario tiene que cambiar… aun no somos robots.
Límites al teléfono
¿Se tiene una idea de cuánto tiempo se pierde en el teléfono tan solo viendo las fotos de Instagram? ¿No? Demasiadas, las cuales pueden ser destinadas para trabajar y ser más productivo.
No significa que más nunca se usará el móvil, solo que en horario de trabajo lo ideal es ponerle un límite. Si el freelancer trabaja con redacción de artículos, por ejemplo, no es recomendable revisar el teléfono en medio de una escritura; lo mejor es esperar la culminación del mismo y echar un vistazo breve después.
Muchas personas optan por el método de silenciar el teléfono para trabajar de mejor manera; en dado caso de ser una emergencia, llamarán y solo así se justificará la interrupción del trabajo. A pesar de que puede sonar un poco drástico, es de gran ayuda.
Marcar prioridades
Es ideal conocer en primera instancia los plazos de cada proyecto y a partir de allí organizar las prioridades para estructurar el orden correcto de los trabajos. Para nadie es un secreto que hay trabajos más tediosos que otros, los cuales de no ubicarse correctamente afectarán severamente la productividad.
Se recomienda iniciar el día con los trabajos de mayor dificultad y que requieren mayor concentración para llevarlos a cabo. En ocasiones, erróneamente, estos suelen dejarse para último lugar cuando la mente sufre el agotamiento de todo lo hecho anteriormente, además de estar saturada pensando que se acerca lo más complicado.
Los plazos de cada proyecto son esenciales y por eso deben exigirse con la entrega de todas las otras especificaciones del trabajo. Solo así se marcarán las prioridades y aumentará la productividad.
Aprender a decir “no”
Uno de los aspectos más importantes y que suelen pasarse por alto la mayor parte de las veces. En ocasiones no es necesidad, sino pequeñas pruebas que colocan los clientes para ver que tanto se está capacitado para hacer.
No solo trata de cantidad, como se dijo anteriormente; la calidad tiene mucha importancia y esta nunca se puede ver sacrificada por nada. Existen unos limites para poder trabajar de la mejor manera, cumplirlos es ser un freelancer más exitoso.
A medida vaya aumentado la popularidad como freelancer las propuestas irán llegando, por lo que el “no” se deberá volver más habitual en el dialecto. Todas las propuestas deben ser estudiadas, pero no todas deben ser aceptadas; solo para aquellas más provechosas es que se dará el sí.
Decir “no” es difícil, incluso más de lo que se piensa. Más de una vez se aceptan propuestas sin control buscando ingresos rápidos y todo termina siendo un completo desastre. Por el bien laboral, de salud y demás, aprende a decir que no.