Sinestesia entrenada

La sinestesia se refiere a la mezcla de percepciones sensoriales. Es una virtud y no un defecto, que sucede porque algunas personas logran integrar mejor los mecanismos sensoriales y que eso les permite realizar  asociaciones más potentes que mejoran la memoria y asociaciones nuevas  para generar mejores ideas.

El  sinestésico puede “escuchar los colores” o “ver la música” sin que sea un contrasentido e incluso dar lugar a figuras literarias y artísticas que expresan coherentemente esta confusión. Este es el efecto: “Uno escucha música y aparece una sinfonía de colores. Otro asocia el olor del aire fresco a una figura o el aroma del café tiene forma de nube, alguno ve palabras en color diferente”. Ellos combinan la información de distintos sentidos. Todos somos algo sinestésicos aunque no seamos conscientes de eso.

El pintor Kandinsky fue un artista fundamental del siglo XX. Se había recibido de abogado pero decidió dedicarse al arte. Tal impulso surgió al presenciar  Lohengrin, la obra de Wagner: “Los violines, los profundos tonos de los contrabajos y, muy especialmente, los instrumentos de viento personificaban entonces para mí toda la fuerza de las horas del crepúsculo. Vi todos mis colores en mi mente, estaban ante mis ojos. Líneas salvajes, casi enloquecidas se dibujaron frente a mí”. 

Sinestesia deriva de syn (juntos) y aisthesis (percepción). Es una involuntaria fusión donde la información real de un sentido se acompaña de una percepción en otro. La sinestesia surge de conexiones cruzadas entre los sistemas sensoriales. Estas conexiones están presentes desde el nacimiento y luego desaparecen. El sinestésico adulto las  conserva.

La sinestesia no es una enfermedad, por el contrario puede mejorar la memoria y la inteligencia. Además es una sensación agradable y no un obstáculo para la vida normal.

James Wannerton explica su condición: “La compleja y azarosa extravagancia del genoma humano me ha dotado de un cerebro programado de tal forma que cada sonido que oigo lo percibo con un sabor y una textura particular. Al igual que no se puede «apagar» el sentido del olfato, yo no puedo apagar este peculiar sentido del gusto, que es perfectamente real en mi boca”.

El cerebro del sinestésico tiene más conectividad y mayor espesor en la materia gris del cerebro.

Test de sinestesia

Tipos de sinestesia. La más común es la de grafema-color. La gente que la tiene percibe las palabras, letras y números de un color determinado. Otra es la táctil de espejo, en la cual las sensaciones del tacto se activan cuando una persona con esta condición ve a otros tocarse.

Lo curioso es que a pesar de percibir las cosas de una manera distinta, no advierten sus características especiales, ni que el resto de la gente percibe de modo diferente.

La sinestesia directa mezcla texturas o colores con la percepción de los sentidos. Por ejemplo: “Esta batalla olía a desgracia”. La indirecta intenta unir dos sentimientos aparentemente opuestos. Por ejemplo: “El silencioso ruido”, “La dulce y melancólica espera”.

¿Qué beneficios tiene?

Con un entrenamiento adecuado, las personas con sinestesia pueden desarrollar una memoria excepcional y más facilidad para crear ideas y proyectos originales.

Una forma de  empezar a practicar es describir un sentido en términos de otro.
Dibuje la música. Escuche una pieza musical y haga sonar el color dibujándolo en el papel.
Mire una pintura. Vocalice los sonidos que le inspiran los colores, las formas y las texturas.
Dele forma a lo invisible. Esculpa una pieza musical: elija el material, la forma, el color, el gusto.
Haga transposiciones. Explique quien sería Miguel Ángel si fuera músico o Mozart si fuera pintor.
Combine los sentidos para resolver sus problemas.  Piense en un desafío. Ahora dele un color, una forma, una  textura. Imagine a qué sabe y a qué huele. ¿Cómo se siente al tacto? ¿Cuáles son los sabores, las formas, los colores y los sonidos de algunas de las soluciones posibles?

Prepare una ensalada sinestésica

Antes de empezar a picar, cortar y tajar las verduras, tome cada una en sus manos y aprecie su  peso, su textura, su forma y su color. Aspire los aromas de cada ingrediente y tararee el sonido su esencia. Mientras aspira los colores y sus sentidos se sumergen en la fuente, comience a  hacer hermosos gestos que expresen su experiencia.

Partes de la sinestesia

La sinestesia mezcla los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista, oído) y las sensaciones (amor, odio, ternura, enojo, placer, indiferencia, etc,) con colores, texturas o con cosas que al parecer no tienen conexión entre ellas.

Ejercicios de sinestesia (complete la frase)

  1. Fría como el – – – – – –
  2. La pasión que me abraza como el – – – – de tus labios
  3. Sus ásperas – – – – – – – –
  4. Lo – – – – – – – – – – de sus palabras
  5. El silencio es de – – –
  6. Futuro – – – – – –
  7. Perfume como brisa de – – – – – –
  8. Su alma – – – – – – –
  9. El sonido dulce del viento
  10. La música de sus – – – –
  11. El sabor de la – – – – – – – –
  12. Mi mañana se pintó de color – – – – – – – – – tras oír tu – – –
  13. Algo – – – – – mal en Dinamarca
  14. El sonido de los – – – – – – –
  15. Un amor – – – – – –
  16. Un día – – – – – – – – –
  17. El lado oscuro del – – – – – – –
  18. La pureza del – – –
  19. Las palabras – – – – – – – – – – – –

Respuestas : Viento, rojo, caricias, cristalino, oro, turbio, verano, púrpura, ojos, victoria, esperanza y voz, huele, colores, oscuro, romántico, corazón, alma, refrescantes.

Todos somos sinestésicos

En su laboratorio del Centro Monell de Sentidos Químicos de Filadelfia (EE UU), Johan Lundstrom logró que, estimulando eléctricamente la corteza visual de sujetos “normales” consiguió mejorar la capacidad de su olfato. Su experimento demostró que, a un nivel básico, las estructuras cerebrales responsables de procesar la información de la vista y el olfato están conectadas. El cruce entre sentidos existe en todos los seres humanos, así es que podemos ser considerados universalmente sinestésicos hasta cierto grado.

El sinestésico no experimenta asociaciones extraordinarias, sino que se hace consciente de ellas mientras que el resto de la gente las ignora. Cualquier cerebro es capaz de conectar los estímulos captados por distintos sentidos, pero la mayoría no lo puede advertir. Estudiar al sinestésico, arroja luz sobre el mecanismo cerebral que subyace a la experiencia consciente.

Entrenar a los no sinestésicos

Es necesario hacerlo porque la sinestesia es una virtud y no un defecto, que sucede porque algunas personas logran integrar mejor los mecanismos sensoriales y que eso les permite realizar  asociaciones más potentes que mejoran la memoria y asociaciones nuevas  para generar mejores ideas.

Los beneficios de la “sinestesia entrenada”  ayudan a mejorar el rendimiento cognitivo.

En los cursos de lectura veloz se entrena a los alumnos para saber integrar las percepciones que se reciben como letras, palabras y conceptos en la lectura convencional, con la visualización de lo que se está leyendo. De este modo se conectan dos modalidades de percepción que habitualmente funcionan separadas o en tiempos distintos.

El hemisferio izquierdo procesa la información verbal y le da un sentido lógico a lo que lee. El hemisferio derecho le agrega una transformación visual al texto lo que mejora la retención y la creatividad. Los efectos del nuevo enfoque se pueden comparar con los que provocan en el cerebro la lectura convencional y ver una película.

Se recuerda mejor el film porque la mezcla entre el argumento de la película con las imágenes impacta con más fuerza en el cerebro. Pero el lector de un texto que imagina, escucha y saborea lo que lee logra resultados superiores. Por ejemplo a nadie le gusta la película de un libro que ya leyó, porque su mente había fabricado personajes visuales diferentes a los que luego ve. Si bien es cierto que una imagen pude valer por mil palabras, también una sola palabra puede generar mil imágenes.

Mientras educamos a los niños y reeducamos a los adultos no debemos olvidar que el cerebro es todavía una caja negra que debemos explorar. Así como a nadie se le ocurre mandar a un soldado a la batalla sin aprender a usar las armas, del mismo modo no podemos enviar al ciudadano a la lucha por la vida sin aprender a usar su cerebro y a conectar sus percepciones a través de la sinestesia.

Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem, mail de contacto horaciokrell@ilvem.com
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