Según pasan los años

Una fuente del desarrollo tecnológico son los niños. Poseen lo que el adulto perdió: tiempo y curiosidad, porque si tiene tiempo no tiene curiosidad y si tiene curiosidad no tiene tiempo. La teoría de la incapacidad dice querer proteger a los niños, contra toda evidencia.

La reforma constitucional de 1994 incorporó la Convención de los Derechos del Niño. Pero la Corte Suprema de Justicia en  2008, declaró constitucional un decreto que avaló la privación de la libertad de menores como protección. Contrariando la reforma del Código Civil, que distingue capacidades según distintas edades, sentenció que los menores de 14 años son incapaces, negando el innovador concepto de autonomía progresiva.

Una bestia en la guardería. Freud vio en el niño a un pequeño investigador consagrado a dilucidar enigmas. De su temprano apetito de saber dedujo sus conquistas posteriores. Sus incesantes preguntas anuncian que la curiosidad es su destino. El psicoanálisis, investigó la tensión entre curiosidad y educación reglada, entre evocación e información, entre la indirecta y la orden, entre la educación no oficial y la oficial, entre la bestia y la guardería.

Froebel, que en 1840 creó una escuela para menores de 6 años, procuró resolver los problemas de contención y cuidado, con una aspiración educativa superior. La temprana estimulación moviliza la curiosidad a resolver problemas que promueven una actividad intelectual anticipada, adelantan el aprendizaje de la lectoescritura o de una segunda lengua.

La condición es que el protagonista sea el niño, sabiendo que su maduración no es uniforme y que su actividad es el juego, el gran formador de sus conductas futuras.

El niño inglés Kieron Williamson de 9 años vendió obras por 400.000 dólares. Los padres descubrieron su talento a los 5 años. “Hice esta pintura de un hombre recogiendo algas. Mamá tomó una foto que me inspiraba, así que lo pinté”. Todo parece simple en la mente del niño. “A la mañana miro las fotos en la computadora y voy a la escuela. Cuando regreso busco la imagen que me llamó la atención y me pongo a pintarla. En la escuela suelo pensar sobre la imagen que tengo en la cabeza. Pienso cómo sacarle todos los detalles negativos”.

Lo que se aprende en infancia se recuerda para siempre y la conducta cambia. El desafío de la inteligencia emocional es enseñarle a prevenir el mal del adulto: «Dejar de ser niño». Hay una sensación de malestar por el atraso de la educación que no logra que aprenda a desempeñarse en la vida. Mientras la sociedad de consumo prefiere el objeto al sujeto, países como Finlandia, invierten en educación y los maestros son estrellas con título universitario. Tienen PRINCIPIOS con mayúscula. El niño vive la edad de los estrenos, en el ejercicio de la curiosidad. La sociedad que pierde sus PRINCIPIOS  retrasa su principio.

El cerebro al nacer es una página en blanco que madura con la educación y la experiencia. Cada neurona puede conectarse con otras 200 según cómo se estimulen. Esta gimnasia se refleja en la corteza por la neuroplasticidad, la capacidad  del cerebro de autoformatearse Desarrollo natural o dirigido. Se puede dejar que el cerebro madure naturalmente como crece la lechuga, o provocar la creación de circuitos neuronales. En sus primeros años el niño crea el capital que le permitirá como hombre vivir de los intereses. Si  no lo crea en la niñez no lo creará jamás. El progreso depende de la cultura del ejemplo y de la estimulación temprana. Si un niño es criado por lobos será lobo. El niño también pierde cuando ignora su genio interior, cuando se le ofrece un radar para imitar la moda pero no la brújula del autoconocimiento. No hallará vientos favorables si no sabe a dónde quiere llegar. No se trata de forzar un desarrollo sino que desarrolle su esencia. Aunque ell código genético es rígido, la educación le ofrece la oportunidad de convertir su genio en realidad.

Lo que no se usa se pierde. Al nacer la posibilidad de conexión neuronal es amplia, pero lo que a los 7 años no se creó ya no existirá. El niño criado entre lobos camina como un lobo, la bipedestación se aprende. Como dijo Gohete “lo que has heredado debes adquirirlo  para que sea tuyo”. Sin crear sus circuitos cerebrales, cuando se haga hombre, no tendrá libertad de elección. No tiene sentido regar una planta que ya murió, no se puede estimular sin un órgano capaz de  procesar, ni restablecer conexiones fuera de tiempo.

Estimulación temprana. El niño reconoce la música en el embarazo y puede detectar una situación estresante de su madre. Aprendió que un latido rápido refleja peligro, y cuando percibe situaciones similares llora. Al nacer su cerebro es incompleto pero los órganos sensoriales están y podemos actuar y rodear al niño de estímulos positivos.

Lo ideal es rodear precozmente al niño de un ambiente sónico variado, brindarle estímulos que pueda asumir. Los circuitos debe generarlos cuando su cerebro es todavía moldeable.

Aprender a leer. El tallado del alfabeto en el cerebro le permitió al hombre ser el  amo del mundo. Leer es asociar un concepto abstracto a una realidad tangible. El hemisferio derecho es analógico con lo real, el izquierdo la interpreta. Una mesa es parte de la realidad, el símbolo “mesa” es un signo que la representa. Los hemisferios se conectan por el cuerpo calloso, un cable de millones de fibras nerviosas. Cuando el niño aprende a leer, avanza desde lo conocido, de lo concreto a lo abstracto. Así conecta sus hemisferios.

El masaje con caricias de connotación afectiva y el olfato tienen una misión biológica importante. Por eso se asocia inteligencia con el buen olfato. La teoría de las inteligencias múltiples descubrió que en cada niño hay un genio que debe descubrir y potenciar. La educación debe brindarle modelos para imitar inmersos en un mundo afectivo y amoroso. El niño es un gran imitador. El crecimiento exponencial  del saber hace que educar no sea cosa de chicos, el adulto debe volverse más niño. La juventud no tiene edad cronológica, es una actitud. Quien generó curiosidad será joven siempre, el niño es el padre del hombre.

Jóvenes que no aprenden La causa de la crisis educativa es que se induce al joven a excluir  lo diferente, a que no desee esforzarse en construir su futuro. Esto lo lleva a excluir la posibilidad de cambio que ofrece la cultura.  Aprender es la disposición para encontrarse con lo desconocido. La sociedad del espectáculo en la que vivimos brinda como única alternativa entretener con espectáculos conocidos, donde no habrá que realizar el esfuerzo de incorporar lo nuevo, no existirá la oportunidad de aprender. El declive de la curiosidad explica lo que pasa. Una creciente indiferencia, un peligroso ocaso de la curiosidad, la anestesia de lo que nos ha llevado a conocer y a crear este mundo en el que vivimos.

El adulto que mantiene su curiosidad infantil impulsa el descubrimiento. En la naturaleza las cosas no son siempre como parecen. Una roca en el fondo del mar puede ser un pez venenoso; una flor del jardín un insecto carnívoro que espera su presa. Al estudiar la naturaleza, no se puede predecir cuándo se descubrirá un proceso clave. Nunca se sabrá cuándo la supuesta roca que se halló, terminará siendo una piedra preciosa

Hoy el fin de la curiosidad comienza en la escuela. Al niño le va muy bien hasta  que ingresa. Para socializarlo se lo uniforma. Antes aprendía del contexto, en el colegio aprende del texto. Construyó su saber jugando, ahora debe adaptarse, evitar el error en lugar de  valorarlo. La burocracia traba su talento. La apatía, el conformismo y el  dinero son los dioses de la sociedad de consumo e ídolos modernos que los hombres adoran. Einstein conmovió al mundo con un desarrollo lento y diferente. Hoy se  valora más el producto que el proceso. Dos cuadros de Van Gogh se vendieron en 100 millones, pero ninguno en vida.

A imagen y semejanza. Educar significa “sacar de adentro”, interrogarse y conocerse. Esa pregunta desencadena las demás y siempre es posible comenzar de nuevo. Lo que se busca aparece cuando  lo nuevo se junta con lo viejo. Un creativo crece ante la incomprensión del mundo. Lo bueno de la historia personal es renacer cuando la inocencia se reorganiza y recupera la mente de juego sin nada que perder o que ganar. Cuando la inocencia y la experiencia se unen, somos capaces de actuar como dioses. Entusiasta es para los griegos quien tiene un Dios interior que le permite modificar la realidad.

El creador es el mejor imitador de Dios en la tierra. Para convertirse en arquitecto de su futuro en construcción, debe sostener la curiosidad. El niño es el padre del hombre y el abuelo su nieto, porque los hábitos de la infancia forman al adulto. La curiosidad implica dejar de ver el mundo con prejuicios, abrir el camino al experimento. Según pasan los años, la curiosidad  mueve al científico y al artista ¿Por qué se hace así? ¿Puedo actuar de otro modo? ¿Quiero seguir? ¿Cómo puedo ser más de mi mismo? Para Einstein es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación. La ciencia nace con la curiosidad.

No dejar de ser niño. Si esa sed perdura y se combina con la disciplina y con el foco que brinda la  madurez, se vive una vida genial. Mientras se prepara  la acción se conectan las voces  de la inspiración. Convertir una idea en realidad  implica combinar los recursos, como el mago que saca los conejos de la galera, la gallina que pone los huevos de oro, o  el niño que de las ramas de un árbol intuye  la figura del hombre.

El  instrumento es la mente que juega y practica, con la ilusión puesta en hacer mucho con poco o nada. El  espíritu no se expresa con palabras, es de naturaleza preverbal. Para  acceder a él se necesita practicar un juego divino cuya tensión  deriva de que si dejamos el  juego el trabajo se hace aburrido y si dejamos lo divino se pierde la fuerza creativa. A la tierra prometida se llega navegando hasta descubrir al compositor que tenemos dentro. La originalidad  es buscar lo nuevo. Miguel Ángel decía que descubría la obra con lo que  sacaba de la  roca. Si nos quitamos la máscara, aparecerá el original de nosotros mismos.

Morir en vida. Se empieza a morir cuando se deja de aprender. Hasta una empresa es un ejemplo de aprendizaje, se llegó hasta el presente es porque aprendió a sobrevivir.

El futuro depende de eso. Lo que vendrá es  predecible porque el hoy se parece al ayer.

Pueden suceder hechos nuevos, inéditos, inesperados para los que no se tenga respuesta. Los que fracasan es porque no aprendieron de sus errores o su memoria es muy débil.

De nuevo el conocimiento es la llave para los problemas y la barrera que impide avanzar si es que falta. Innovar es aprender a hacer algo nuevo, demanda horas de ejercicio.

Mida su curiosidad. Lo que no se mide no se puede mejorar. ¿Lleva registros? ¿reflexiona sobre lo que ve? ¿aprende algo nuevo? ¿busca diferencias?¿ lee? ¿aprende de los demás? ¿identifica y resuelve problemas? ¿es  abierto y curioso? ¿anota lo que no entiende? ¿posee intereses y conocimientos sobre cosas distintas? ¿busca información? ¿ama aprender?

Cultive la curiosidad. Lleve un diario de notas para apuntar ideas. Liste las preguntas que le vengan a la mente, no deseche ninguna. Cuando termine léalas, subraye lo que más se repite o llama su atención. Elija la más importante, no la conteste, repase la lista cada tanto.

El punto de partida.  El motor  para investigar, descubrir y experimentar, es este arte que los niños dominan, es bueno observarlos para aprender sus mecanismos, su intenso deseo de comprender la esencia de las cosas, el estímulo para encontrarle sabor a todo. Mantener la curiosidad evita el envejecer, la persona con mente joven nunca envejece..

También para tener una gran idea se necesita curiosidad. La mayoría de la gente trabaja como empleado, sólo hacen lo que se les dice. Hay muy poca libertad.

Seis honrados servidores. 6 honrados servidores me enseñaron cuanto sé, sus nombres son, Cómo, Cuándo, Dónde, Qué, Quién y Por qué, dijo   Rudyard Kipling.

Se puede perder la curiosidad por trampas y hábitos: mirar siempre al mismo lado quedarse con lo que se tiene o confirmar lo que se cree,  poner condiciones imposibles. Eso nos hace conservadores. Las causas están en el pasado. Muchos se detienen en lo que son y no bucean en lo que podrían ser. La curiosidad esencial es conocerse, sin curiosidad por saber quién soy, de dónde vengo y a dónde voy, no habrá curiosidad productiva.

La sabiduría llega con los años. Ningún joven puede ser sabio. La sabiduría es el fruto del conocimiento y la experiencia. Elliot preguntó:  ¿dónde está la sabiduría que se perdió con el conocimiento, dónde está el conocimiento  que se perdió con la información? La sabiduría une información externa (conocimiento), con la propia (experiencia). La inteligencia es la capacidad de resolver problemas usando  ambas fuentes. Es saber dónde empezar ante una situación nunca vista. El conocimiento se puede transmitir; la sabiduría, no. La única forma de desarrollar sabiduría es con experiencia. La sabiduría hace buen uso del capital intelectual, la imaginación es más importante que el conocimiento. De nada sirve acumular saber, sin sentido común para aplicarlo. Sin sabiduría no se genera valor.

Para llegar a ser un viejo sabio es imprescindible aplicar el principio mente sana en cuerpo sano. Para eso es necesario entrenar las neuronas mediante la neurobics. Sobre su longevidad creativa Giuseppe Verdi afirmó: toda la vida busqué la perfección pero todavía no la pude encontrar. Entre las ventajas de la diversidad es fundamental aprovechar la sabiduría de los viejos, para que formen parte de la biblioteca nacional. Por eso es incomprensible la exclusión que la sociedad moderna realiza con sus viejos.

Así la publicidad ofrece productos antivejez ¿Por qué se  naturaliza esta aberración en sociedades propensas al argumento de la diversidad? Envejecer es el efecto del paso del tiempo, que sólo se detiene por la muerte, no se trata de una enfermedad. Pueden modificarse las características físicas pero no detener a la edad. El antienvejecimiento es inespecífico, ese cambio no tiene una resonancia precisa, se apunta al temor que genera la muerte y así el porvenir se vuelva amenazante. Vender la negación de una condición propia del hombre es una ideología del menosprecio, que fuerza a ocultar canas, arrugas, la edad. Implica que ser viejo no sea una condición deseable, sino temible y fea. Resulta inexplicable. Detrás de ese “anti” hay un sujeto que envejece, al que calificamos mal, lesionando su integridad. La pluralidad parece no reconocerse en los adultos mayores.

Los árboles mueren de pie. El mensaje de la obra de Alejandro Casona es que no hay que claudicar ante la adversidad y ser perseverantes con las metas. Para que, cuando la inspiración llegue, nos encuentre trabajando en alcanzarlas. El capital que tenemos y la conciencia, son las armas que dan vida la curiosidad, que no debe morir, ni siquiera de pie. 

Dr. Horacio Krell. CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos para optimizar la inteligencia. Su mail de contacto es horaciokrell@ilvem.com

Exit mobile version