Qué es el Leasing

Este instrumento, muy conocido y utilizado en todo el mundo, funciona de la siguiente manera: una empresa (a la que se llama "Dador") compra un bien determinado, y se lo entrega a otra (a la que se llama "Tomador") para que lo utilice. Este punto es muy importante: lo que se transfiere – durante un plazo previamente acordado –  no es  la propiedad en sí, sino el derecho a utilizarla. Y el bien al que nos referimos puede ser un equipo industrial, maquinaria para la  construcción o agrícola, camiones, equipos de computación, automotores, etc., pero también se podría tratar de Bienes Inmuebles (como plantas industriales, locales comerciales,  oficinas, depósitos) y hasta Intangibles (como software, patentes, marcas e invenciones).

Luego de recibir el bien en cuestión, el Tomador deberá pagar un canon (una cuota periódica)  por el uso del mismo,  con un  monto acordado entre ambas partes durante la vigencia del contrato. Si al término del acuerdo el Tomador quiere adquirirlo, tendrá la opción de comprarlo por un  monto que  puede estar fijado de antemano.

Cabe aclarar que es el propio Tomador quien elige marca, modelo, proveedor y precio (de contado) del bien. Luego de eso, el Dador de leasing  procede a adquirirlo para ese contrato con el Tomador.

Resumiendo: en la operación de Leasing participan tres actores:

– el "Dador" (quien compra y por eso tiene la propiedad del bien, pero brinda la posibilidad de su uso mediante un contrato);

– el "Tomador" (quien lo va a utilizar mediante un acuerdo contractual, pagando los cánones pre-determinados, y que contará con la opción de adquirirlo), y
– el "Proveedor",  a quien también se llama "Vendor" (quien es elegido por el Tomador y suministra el bien al Dador).

Veamos  los beneficios del sistema, en la práctica.

Supongamos que una Pyme desea adquirir un equipo determinado, por ejemplo de informática, y sabe que con cierta frecuencia surge un modelo tecnológicamente nuevo. La empresa está conciente que en cierto tiempo este equipo quedará obsoleto, pero lo necesita ahora.

Entonces: porqué no adquirirlo mediante un contrato de leasing? Tendría que abonar un canon durante 36, 48 o 60 meses, y al final del contrato contaría con varias opciones:

– Puede quedarse con esa maquina, ejerciendo la opción de compra.
– Si considera que le conviene renovar el equipo, puede NO ejercer la opción de compra, con lo que podría renovar su equipamiento con ese mismo proveedor u otro, y entrar en un nuevo contrato de leasing por maquinas más modernas.

De esta manera el leasing, le permite incrementar su potencial productivo. Obviamente para que esta opción sea conveniente tendríamos que estar hablando de un leasing operativo (donde la opción de compra suele reflejar un valor más elevado y cuotas menores) y no de un leasing financiero (donde la opción de compra suele ser una cuota adicional)

También es muy importante mencionar que, mediante la utilización del leasing la situación impositiva del Tomador mejora, ya que una de las ventajas del sistema es que las cuotas de este tipo de contrato son deducibles del impuesto a las ganancias.

Este tratamiento implica un gran beneficio, por cuanto genera una deducción impositiva mas acelerada que la amortización del bien (en caso que lo adquiriese mediante cualquier otra alternativa). La idea motriz detrás de este tratamiento es otorgar un real beneficio impositivo a las inversiones.

Pero además, el leasing ofrece una serie de ventajas financieras. Por ejemplo que al Tomador se le financia el 100% del equipo; que puede diferir el pago del IVA ya que lo abona con cada cuota; que cuenta con bienes de capital y nueva tecnología sin inmovilizar su capital de trabajo, y que puede mejorar sus índices de endeudamiento y liquidez.

Por todo esto, el leasing resulta una herramienta ideal para Pymes que quieren invertir en su crecimiento. 

* Alberto Beunza. Presidente de CGM Leasing.

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