Me resulta interesante cuando leo a los analistas e inversores que me hablan del oro. Poseen un argumento a favor que ninguna moneda posee: es un valor intrínseco en sí mismo. El oro es la más clásica reserva de valor que conocemos.
Hay algo cierto y hay algo falso en dicho análisis. Es tan relativo. Vamos a adentrarnos un poco para ver que podemos sacar de limpio al respecto.
Hoy nos encontramos aún en una crisis de confianza sobre las monedas.
No creo que hayan corridas bancarias sobre las principales monedas utilizadas como reserva de valor, principalmente porque ningún Banco Central va a querer que sus reservas internacionales pierdan su valor. Las monedas más utilizadas que logran mantener dicho estatus son el dólar, el euro, la libra, el yen, el franco suizo.
Creía que lentamente íbamos a presenciar un aumento de la participación del oro en las reservas internacionales de los Bancos Centrales a nivel global como consecuencia de la crisis de confianza. Sin embargo hace poco el IMF anunció que planea vender nuevamente oro, en este caso desprenderse de 191,3 toneladas del metal precioso –en noviembre del año pasado ya se habían desprendido de unas 200 toneladas.
Entonces comienzo a preguntarme que será del metal dorado, si existe alguna señal clara de la dirección que va a tomar su cotización. Y el oro vuelve en mi pensar a tomar el papel de un activo que sirve para proteger el valor de nuestros activos y como el tradicional hedge contra la inflación.
En la actualidad el mercado no muestra señales inflacionarias, es más, los riesgos deflacionarios aún siguen pendientes. Por tal motivo Ben Bernanke mantiene bajas las tasas, enfocando sus esfuerzos en lograr reflacionar a la economía. A sabiendas de que esta es la dirección a la que se dirige, uno puede encontrar un primer e interesante motivo por el cual ver atractivo al oro (si creemos que Bernanke va a lograr su cometido).
Pero predecir el comportamiento del mercado de este commodity no es tan fácil como escribir algunas líneas. Hay muchos agentes participando. El resultado del juego de intereses en el que actúan los agentes de mayor influencia en este mercado va a determinar la dirección de la cotización del metal.
Según el último dato reportado por el World Gold Council el volumen de oferta del metal precioso se compone en 65% proveniente de Mine production y un 35% de Recycled gold. Dicha producción minera se emplea en todos los continentes del planeta excepto la Antártida (no porque no crean que vayan a encontrar oro ahí, sino porque la minería está prohibida en el continente de hielo).
India, East Asia y Middle East representan el 70% de la demanda mundial por el metal.
Al respecto de la demanda del metal, un 52% proviene del mercado de Jewellery, un 10% proviene de la Industry (electrónica, dentistry y otros), y un 38% proviene de inversiones financieras. Es impresionante ver como aumento el volumen de este tipo de inversiones como demanda del metal en los últimos 3 años.
El oro es otra de las tantas alternativas de inversión que existen en el mercado financiero. Quién invierte posesionándose bullish sobre el oro a través del mercado financiero está en búsqueda de un retorno positivo, considera que el volumen de demanda será mayor que el de oferta y el precio subirá. Comento esto porque debemos tenerlo siempre presente al hablar del metal.
Los jugadores más importantes de este mercado son los Bancos Centrales a través de las variaciones de oro en sus reservas, la industria de joyería de EEUU e India, algunos grandes fondos de inversión y el ETF GLD que le está dando poder de voto a la gran mayoría de pequeños inversores que lo utilizan como vehículo de inversión para apoderarse del metal. Solamente el mercado de ETFs ya representa alrededor del 15% de la demanda global de oro.
El Banco Central de India fue el principal comprador de la última gran venta que el IMF hizo de 200 toneladas el año pasado. En las 191 toneladas actuales parecen estar interesados tanto India como China. Y este último coloso sigue incrementando sus reservas del metal desde hace décadas.
Hablando sobre bancos centrales hay un dato de interés. Los Bancos Centrales solían ser netos vendedores del metal. Esta tendencia se revertió en el 2008, cuando pasaron a ser netos compradores (casualmente en medio de la crisis). Desde aquel momento que la política de comprar más que vender se está manteniendo.
La cotización de la onza de oro no paro de subir en los última década. A diferencia de una moneda fiduciaria el oro es un valor intrínseco en si mismo y mantiene su valor en el tiempo (espacio y forma, claro que la cotización del mismo va cambiando). Es considerada como una de las principales reservas de valor, reconocida en el mundo entero, protege a uno de devaluaciones, de inflación, y de mucho de los vaivenes pasajeros del mercado.
Los mercados siguen con mucho miedo a pesar de que lo peor pasó. Y muchos están teniendo sueños en oro.
Leandro Taub es chairman de Intuition Investment. Es un activo inversor y asesor financiero que vive viajando alrededor del mundo, trabajando desde una oficina dinámica, siempre cambiante. Fue docente de la
Universidad del Cema en Argentina enseñando finanzas, analista y asesor de reconocidas instituciones financieras, y entrepreneur