¿Sabías que la falta de visión en las oportunidades de mercado, no tener una estrategia sólida de negocios y no contar con recursos para llevarlos a cabo, origina que las empresas tengan un tiempo corto de vida? Desafortunadamente por cada 10 pymes sólo sobrevive una en un periodo de cinco años.
Otra de las posibles causas de que un negocio quiebre o termine sus operaciones, es por falta de capacitación en cuanto al manejo y asignación del capital, los créditos y recursos disponibles. Esto es una constante en las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), sector clave para el desarrollo económico del país.
Para no ser parte de las Pymes que se quedan en el camino recomendamos tener en cuenta y evitar los siguientes cinco errores financieros que provocan el fracaso de las nuevas empresas:
No elaborar un presupuesto para tu negocio. Es muy importante saber cuáles son los gastos e ingresos promedio; para ello, se debe elaborar un presupuesto en donde quede asentado el monto que se necesita para continuar operando y los ingresos que se deben generar para solventarlo. De no ser así, se puede causar un desbalance y provocar que las cuentas no cuadren.
No ahorrar nada de las ganancias. Una vez que el negocio comienza a rendir frutos, el emprendedor comete dos errores: se gasta los recursos que dejan las ventas o reinvierte todo el capital. Es de vital importancia ahorrar un porcentaje de las ganancias y crear un fondo de emergencias, ya que las ventas no son las mismas durante todo el año.
No saber distinguir entre las finanzas personales y las del negocio. Un ejemplo, es cuando usas las ganancias del negocio para tus compras personales; o viceversa, cuando inviertes en tu empresa un ingreso extra. Esta situación a la larga provoca confusiones, ya que estas acciones impiden saber si el negocio genera los ingresos esperados.
No asignarte un sueldo. Hay emprendedores que no definen su sueldo, ya que les parece más fácil disponer del dinero del negocio cuando lo creen necesario. Tener un salario fijo ayuda a mantener por separado las finanzas de la empresa de las finanzas personales; además de otorgarle valor al trabajo que se lleva a cabo.
No tener opciones de pago para tus clientes. Es fundamental tener alternativas de pago para la clientela (transferencias, tarjeta de crédito o débito); ya que puede ser determinante para que un cliente regrese o no a consumir tu producto o servicio.