Como la vida misma, el mailing tiene su razón de ser: Comunicar, atraer y fidelizar.
Descartes hacía un análisis exhaustivo del pensamiento. Concluyendo entre otras cosas que la “duda” y el “yo pienso” remarcaban que el hombre, por ser racional, debía de actuar en base anterior a la acción. El saber pensar antes de actuar, el saber cuestionarnos para así evitar problemas en un futuro cercano. En términos filosóficos…necesitamos partir de un conocimiento para así afianzar más nuestro intelecto; aquella capacidad de aprender, entender, razonar y tener ideas y objetivos claros. Apliquemos esto a una campaña de mailing… ¿Cómo? ¿Pero qué me estás contando?
Como la vida misma, el mailing tiene su razón de ser: Comunicar, atraer y fidelizar. Pero si uno pasa por alto alguna o varias tácticas al momento de hacer una campaña de mailing, y empieza a enviar emails sólo por “enviar”, posiblemente no cumpla ni con la primera razón de ser del mailing: Comunicar.
Email al que no dieron clic, email que nunca existió: ¿Qué pasó?
Cinco son los sentidos, y cinco los errores que a lo mejor cometiste. Te guiaste por la ansiedad e hiciste una campaña a la loca, sin antes “pensar”, pensar en lo que quiere el cliente y en qué momento lo quiere. Aquí te mencionamos las cosas que posiblemente no tuviste en cuenta. Y lamentablemente tu email no lo leyó ni Dios.
1) Email sin personalización
Desde antes de nacer, nuestros padres tienen la misión de buscarnos un nombre. Un nombre que nos acompañará por el resto de nuestras vidas. Nos identificamos tanto con el que odiamos que nos confundan, que lo escriban mal (Hola Starbuck)! o simplemente que en vez de llamarnos por tal, nos digan: ¡Hey, tú!
Incluir el nombre de la persona en el asunto del email, sólo en el caso de que el cliente de antemano ya haya tenido contacto con nosotros, funciona de maravillas a la hora de hacer una campaña de mailing, si no es posible que fracasemos… Abres tu correo y ves un email con tu nombre pero el remitente te parece extraño, lo primero que harás es preguntarte: ¿Y este quién es? para luego simplemente borrarlo.
2) Mailing sin asunto claro y conciso
Puede ser que enviaste un email con un asunto muy largo (más de doce palabras) o quizás realmente confuso. Lo ideal es que tu asunto sea claro, breve y conciso. Para tu próxima campaña de mailing empieza por buscar una palabra que comunique lo que contiene tu e-mail, algo tipo: Oferta, promoción bienvenidos, etc. Luego puedes agregarle un adjetivo así la haces más vendedora. Por ejemplo: “Gran promoción” y termina la frase dándole un anticipo al usuario de lo que encontrará en el interior de mensaje: “Gran promoción por cierre de temporada”. La idea es que en la brevedad, el cliente encuentre información relevante y quiera saber más.
3) Te olvidaste de los que usan el móvil
En tiempos de Smartphones, de 3G, 4G,etc. No tener en cuenta a los usuarios de móviles, es preocupante. Nuestra campaña de mailing debe ser atractiva si queremos atraerlos y por qué no fidelizarlos. Por estudios sabemos que el horario más atractivo en la que un usuario está más predispuesto a leer un email desde el celular, es al despertar y antes de dormir. Hagamos un esfuerzo y planifiquemos de modo que nuestro mail llegue a la bandeja de los usuarios a las 7am o ya de noche, algo tipo 11pm.
4) No mediste el impacto de tu mailing
Diseñar, enviar y luego medir el impacto. Sólo así sabremos si la campaña de mailing funcionó, si no lo hizo cabe pensar en que se falló. Preguntarnos: ¿Qué pasó? Y ver nuestro trabajo con “ojos del usuario”. Tenemos que ser críticos, corregir y antes de volver hacer una campaña, hacer un pequeño prueba entre amigos y/o trabajadores. A fin de conocer sus comentarios y sugerencias con esto conseguiremos un feedback potente para tener una campaña más efectiva.
5) Información sin relevancia
Hemos mandado el email en un horario atractivo, tenemos un buen asunto, pero igualmente no conseguimos que se interesen en nosotros, ¿en qué fallamos? Revisamos el cuerpo de nuestro email. Vemos que tiene buen diseño, pero nos damos cuenta que sólo hacemos referencia a nuestro producto y/o servicio. No ofrecemos nada más. Lo primero que debemos saber, es que para generar lazos emocionales, que se traduzcan en fidelización debemos dar a nuestros clientes mucho más. Hablemos de nuestro producto, pero también de lo que hay detrás de nuestra marca, así nuestra campaña de mailing no será vista meramente desde un plano comercial.