Peligro de shock

Aprender más sobre cerebro permite hacer un autodiagnóstico. Una oportunidad diferida es una oportunidad perdida para prevenir el peligro de shock.

Es imposible medir exactamente el estrés porque se manifiesta como ansiedad o depresión.  Al sentir alta presión (real o imaginaria) uno se derrumba. La Organización Mundial de la Salud  lo define como: el conjunto de reacciones que preparan al organismo para la acción. Su función positiva es facilitar la adaptación al cambio pero degenera haciendo tareas de más o trabajando en ambientes incómodos o sin percibir una gratificación simbólica ni económica por el esfuerzo. Las presiones dañan la salud con insomnio, mal humor, desgano, cefaleas, irritación,  gastritis, contracturas y úlceras. Es un perjuicio para la sociedad porque rebaja el rendimiento. Las organizaciones no lo tratan y compensan con recreación, lo que no cambia la realidad cotidiana.

Quiénes lo padecen

Tienen fuerte necesidad de control, alta exigencia, dificultad para expresar sus emociones y para poner límites, se sobrecargan y creen que así serán más valorados.

Se aconseja evitar el café, las bebidas cola, el mate y el té porque aumentan la actividad corporal. También conviene practicar deporte, todo acompañado de un cambio de valores: No hay que enorgullecerse por vivir estresado por no tener tiempo. Nadie les va a dar un premio por eso y el único perjudicado es el estresado. Un nivel moderado de estrés es energizante y estimula al cerebro mientras que el prolongado y alto lo perjudican y se recomienda prevenirlo aprendiendo a dejar tiempo libre para el ocio y utilizando técnicas de relajación.

Un shock corporal

Pone en peligro la vida y requiere ayuda inmediata porque los órganos no reciben suficiente sangre u oxígeno. El shock emocional es una reacción de estrés agudo.

La «respuesta aguda de estrés» fue descrita en 1920 mostrando cómo los animales reaccionan a las amenazas con una descarga general del sistema nervioso simpático. La Terapia cognitiva-conductual incluye la exposición y reestructuración cognitiva y es eficaz para combatirlo.

Combinando relajación, reestructuración cognitiva, uso de imágenes, una misma experiencia se vive diferente. Una herida del pasado provoca dolor en el presente e impide construir un futuro.

¿Qué es un trauma?

Es una herida psicológica provocada por situaciones de desprotección, humillación, separaciones, bullying, abandono. Son situaciones imprevistas que no se pueden afrontar al no poder darles sentido y que desarman creando vulnerabilidad. En el trastorno de estrés postraumático hay recuerdos recurrentes, pesadillas que aparecen como angustia, sudor, palpitaciones, mareos. En ocasiones algo importante se ha olvidado. La vida afectiva se restringe y falta interés en lo cotidiano. La persona mira el futuro con desesperanza.

El cerebro tiene una capacidad natural

Es la de elaborar información de forma adaptativa, pero esa capacidad natural se bloquea y como consecuencia se genera una emoción negativa acompañada de una creencia negativa del tipo “no puedo” “soy débil” “no valgo nada” .

Hay que producir un desbloqueo para que las emociones fluyan y la carga emotiva comience a desensibilizarse y permita eliminar la creencia y transformarla en una positiva. Desensibilizar es reducir el malestar,  reprocesar es  trabajar la comprensión del recuerdo, cambiando por creencias adaptativas que ayuden tanto en el presente como en el futuro.

La Terapia Breve Estratégica

Propicia la narrativa para dejar fluir las emociones  para que comience la desensibilización y favorezca la elaboración del trauma. Se lo ayuda a dejar el pasado en el pasado para apropiarse del presente. Escribir es una forma de desembarazarse. Necesita alguien que lo acompañe, lo ayude y lo escuche para convertir sensaciones en palabras y construir la narrativa. Forzar el olvido empeora la situación, porque más se recuerda.  Cuando se dice no pienses en el elefante es lo primero que se recuerda. Ir recordando poco a poco es lo mejor para ir elaborando el trauma. Describir su dolor, aun llorando, es un modo de consolarse. Gestionar pensamientos negativos Ellos vienen de forma natural: “si yo hubiese hecho esto o lo otro…”, “Si yo no…”, “Si lo hubiese previsto…”. Es importante saber que hay cosas que no dependen de uno, algunas se pueden cambiar y otras no. El pasado no se puede cambiar pero  se logra percibirlo de otro modo. Verlo de un modo más distante: fue una experiencia dolorosa, pero la puedo manejar. La forma de liberarse de un dolor es tener el coraje para atravesarlo.

Cerebro quemado o burnout

Refiere a procesos degenerativos producidos por no saber enfrentar situaciones estresantes. Muchos profesionales y estudiantes universitarios avanzados acusan disminución de rendimiento aunque la cercanía de la meta debería producirles un efecto motivador, a veces cuando sólo le faltan 5 centavos para llegar al peso. Enfrentan un mundo acelerado donde el crecimiento de información y tareas superan su capacidad  para procesarlas. Como no saben usar su mente carecen de métodos de estudio, de trabajo y de pensamiento estratégico (por lo que recurren a la fuerza bruta que los aliena). Así refuerzan el camino al estrés. Pese a que la resiliencia es la capacidad de superar la adversidad, ya que como dijo Nietzche –lo que no te mata te fortalece-,   el esfuerzo exagerado es contraproducente.

Al enfrentar el crecimiento de la información y del trabajo sin una metodología mantienen un alerta constante que los debilita. Se entrenan en resistir sin escuchar los mensajes de sus cuerpos que piden una tregua. Se exigen sin advertir el costo que pagan sosteniendo durante años un ritmo agotador. Se encaminan lentamente al cerebro quemado o burnout. Los que padecen este síndrome deben saber que tomar conciencia es lo primero y que es vital para superarlo.

Una alternativa

Ante la crisis por bajo rendimiento es frecuente recurrir a médicos o psicólogos, pero ni la medicina ni la psicología aportan lo que la educación de la mente brinda, una metodología precisa para sincronizar el estudio y el trabajo. En las encuestas sobre saber cómo funciona el cerebro y los métodos que optimizan su rendimiento la mayoría  lo desconoce o no contesta. Al desconocer cómo funciona lo dejan operar en piloto automático, saben que lo llevan puesto pero no cómo manejarlo. Tienen la mejor computadora pero no la saben usar. Deben informarse que existen cursos que evitan el cerebro quemado o burn out  que triplican la velocidad y comprensión en la lectura,  métodos de estudio y memoria que aceleran el procesamiento, técnicas de concentración y relax, que evitan distracciones, sistemas para recuperar la información y expresarla con fluidez en forma oral o escrita y modelos para enseñar a pensar creativa y estratégicamente. Los métodos son la mayor riqueza del hombre y la ciencia no es más que el perfeccionamiento del sentido común.

Medir el rendimiento

Lo más destructivo del cerebro quemado o burnout es no saber enfrentarlo. El estudiante rinde tan solo el 10% de lo que podría lograr porque no lo advierte o mira hacia el costado y se conforma. Estar como todo el mundo no es bueno si todo el mundo anda mal. El antídoto es el benchmaring metodológico que consiste en compararse con los mejores. Medicalizar o psicologizar el problema del cerebro quemado o burnout es hacer más de lo mismo. Lo que aporta la educación de la mente es una metodología intelectual.

Pensar con estrategia

Toda persona debería analizar  ¿Dónde estaba ayer? ¿Dónde está hoy? ¿Dónde querría estar mañana? y ¿Qué debería hacer para conseguirlo?

Cada uno es diferente y puede responder de distinto modo. Algunos le prestan más atención a algunos indicadores que a otros porque les asignan diferente importancia  o porque, no se atreven a enfrentar la realidad y por eso a ciertos factores no les prestan atención.

Acudir a un profesional en busca de ayuda también es complicado, Freud mismo decía que el análisis es interminable, y generalmente se precisa encontrar la solución para ayer. Ir a ver a un médico implica estar preparado para recibir malas noticias. Por eso se acude a él recién cuando se presenta un dolor imposible de calmar con una pastilla automedicada.

El profesional cae en el error cuando atiende enfermos sin ayudarlos a prevenir. Puesto a analizar lo que le pasa, una persona debe lograr la regulación entre las emociones o los dictados del corazón y los pensamientos. Es necesario tener el corazón caliente y la cabeza fría. Muchos tratan con modelos simplificados problemas complejos. El exceso de personalismo y el deseo vender la propia receta, exageran las discrepancias entre profesionales que lo asisten, lo que se resuelve con un diálogo sincero y objetivo. Cuando el problema se agrava se precisa consenso.

Burn out o cerebro quemado

La sobrecarga de la vida actual impone una presión de velocidad que genera las enfermedades por apuro.  Son las que surgen de reducir el tiempo libre para lo que realmente importa. Del autodiagnóstico puede derivar que el  estrés sea agudo, súbito e intenso.  Cuando aparece  se hace la consulta. El estrés crónico se da en forma sostenida durante años y es el más dañino, de baja intensidad, es como la gota silenciosa que orada la piedra.  Se puede realizar un test para medir si se  padece de agotamiento emocional, automatismo en la conducta, menor iniciativa y baja calidad de las decisiones que se toman.

Choque de planetas

Son posiciones enfrentadas que van a una colisión frontal imposible de evitar y se destruyen porque no pueden aminorar la velocidad o parar.  A esta imagen física hay que agregar que en un conflicto cada alternativa posee parte de legitimidad. Poder y tener razón son atributos a los que es difícil renunciar. Con los cambios es preciso redoblar el análisis para evitar el yerro. Se necesitan palabras, no balas; comprensión, no autoritarismo. E insistir con la idea reconciliar racionalidad con la emoción. Si se sigue igual el choque es inevitable. En lugar de pronosticar se puede visualizar  el destino al que se va. Se pagan altos precios por no atender lo evidente. Hay que tomar al toro por las astas, para que el pronóstico sea eficaz.

No hay que jubilarse de la vida

Es necesario cultivar  una actitud positiva y una vida intelectual activa, evitar aislarse, aprender a manejar emociones y enfrentar desafíos. Para que el retiro no sea una desgracia hay que verlo como la oportunidad de realizar los sueños pendientes.

¿Cómo anda su cerebro?

Rita Montalcini nació en 1909 y obtuvo el premio Nobel. A los 100 años se mantenía activa por la plasticidad del cerebro. Mueren neuronas pero vivas crean nuevas rutas si hay estímulo.  El cerebro no se arruga, el cuerpo sí. Dijo que el cerebro es el as en el juego de la vida, su plasticidad compensa la pérdida neuronal y reorganiza las sobrevivientes.

El cuerpo se arruga, es inevitable, pero el cerebro no.

¿Cómo se hace?

Manteniendo la curiosidad, el empeño y la pasión. La manera de pensar influye. No hay nada más desafiante que trabajar con otros cerebros y participar en grupos. El aislamiento es enemigo del desarrollo. La actividad física beneficia la memoria, la atención y es un antidepresivo natural. Hay que darle lugar al tiempo libre y decir NO a lo no prioritario.

Si el cerebro no se entrena, se atrofia. Una vida intelectualmente activa evita el deterioro.  No hubo casos de Alzheimer en ajedrecistas famosos. Los retos protegen y mejoran obligando a salir de la zona de confort. En cuanto a la alimentación: lo que es malo para el corazón es malo para el cerebro. Hay que evitar la sal, grasas, controlar la presión arterial y realizar chequeos.

Manejo del estrés

Hay que aumentar los estímulos positivos sobre los negativos. Detectar el pensamiento obsesivo repetido, que consume energías y tiempo. Hay que recurrir a la meditación, relajación y respiración y poner la atención en el aquí y ahora, no en el pasado que deprime ni en el futuro que produce ansiedad. Esta fórmula genera reservas cognitivas.

Gimnasia holística

Hay espacios que trabajan integralmente y combaten el alarmante 70% de sedentarismo. La clave es conservar la salud y el sentido de un cambio de adentro hacia fuera. Mala comida, alcohol, cigarrillo, sueño y poco movimiento cuestan caro. Empoderar la vida debe estar en la agenda. Un cuerpo relajado y cuidado vive mejor. Para Einstein: “Una vida sencilla y tranquila aporta más alegría que buscar un éxito con desasosiego constante”.

Autodiagnóstico sencillo

El estrés crónico presenta síntomas claros y evidentes. Para que se produzca el nivel estresante, el factor ambiental debe ser elevado. El burn out  agota emocionalmente, despersonaliza, disminuye la iniciativa y produce fallas en las decisiones.

El agotamiento provoca desajustes entre hechos y respuestas. Se manifiesta apatía, frustración, decepción, insensibilidad, irritabilidad, inflexibilidad e intolerancia. El cerebro actúa en piloto automático, desconecta a la persona de sus actos. Hay desinterés en el actuar y relaciones. Es una barrera con el mundo. La anestesia de las cualidades intelectuales, creativas, de liderazgo y de la seguridad en sí mismo, son mecanismos de defensa para protegerse del entorno estresante.

La afección diagnosticada a tiempo da oportunidad de tratamiento. Disminuir tareas que resultan muy intensas o exigentes, es necesario para abortar el desarrollo de este síndrome.

Haga su test

La importancia de evaluar el nivel de rendimiento deviene de un principio aceptado: “lo que no se mide no se puede mejorar”. El estrés psicológico es un mecanismo de defensa del “yo” que impide que el shock aparezca, que no se advierta que se debe hacer algo para superarlo, y lleva a refugiarse en la zona de confort. El test usado para medir el IQ difiere del tradicional, evalúa la capacidad del sujeto para enfrentar situaciones de todo tipo, analizando los métodos que utiliza. La medición de 0 al 100% considera el retraso admitido: “usamos tan solo el 10% de nuestra capacidad”. Se mide el IQ actual, su potencial de desarrollo y los bloqueos que lo traban, se observa la velocidad y comprensión en la lectura, la capacidad de escucha y de observación, la habilidad para discriminar lo importante de lo accesorio, el nivel de memoria y concentración, la facilidad de expresión oral y escrita, la inteligencia al resolver problemas y el pensamiento creativo y estratégico. Sin evaluación no se podrá mejorar.

El cerebro es el órgano más organizado, complejo y durante toda la vida permite  aprender.

El cerebro cambia con la calidad de vida. Tener una vida aburrida hace que el cerebro también lo sea. Un hemisferio cerebral es la mitad de un órgano único, no es como el riñón que si se pierde uno el otro sigue trabajando. Sin la mitad del cerebro se pierde información única que no puede ser reemplazada. Aprender más sobre cerebro permite hacer un autodiagnóstico. Una oportunidad diferida es una oportunidad perdida para prevenir el peligro de shock.

Dr.Horacio Krell. Director de Ilvem, horaciokrell@ilvem.com
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