El emprendimiento desde el pozo

Partiendo desde nuestro objetivo sería bueno recordar que el término Management, se traduce al castellano y al español en general como “gestión”. Es bastante abarcativo y se refiere al proceso de planear, organizar, dirigir y controlar el conjunto de recursos con los que cuenta una organización para lograr sus objetivos económicos, intelectuales y éticos.

“Organicémonos!” remata un antigüo chiste que hoy es un clásico (para las nuevas generaciones, lo contamos sólo por mail y por expreso pedido).

De una forma o de otra y desde el humor o desde la formalidad, todo proyecto, emprendimiento en funcionamiento o empresa al fin, requiere en algún momento una dosis de organización. Pese a tratarse de una obviedad, en el fragor de la iniciativa emprendedora la organización, el plan, el control pueden quedar en el camino. Dado que estas habilidades tienen importancia estratégica, es aconsejable que no sea la realidad la que siempre nos recuerde cuando y cómo debemos organizarnos, sino que cuanto antes seamos nosotros como emprendedores quienes tomemos las riendas para conducir nuestras iniciativas hacia donde realmente queremos.

Incluso y más importante aún será tener claro el cómo hacer, ya que el “cuando” aparecerá al menos como una clara demanda de la realidad y, aún tardíamente, siempre tendremos una chance de “darnos cuenta”. Pero el “cómo” no siempre da señales tan evidentes, y entonces puede ocurrir que quedemos inmovilizados sin saber muy bien qué hacer ni adonde ir.

Tomar conciencia de la duda o incertidumbre, tan usual en el nuevo camino emprendedor, nos dará pie para ingresar no sólo en el proceso de emprendimiento sino, mejor aún, en la piel del emprendedor cuando está actuando (o no). No olvidemos que, antes que nada, el emprendedor es una persona que desarrolla un proceso con lo que “trae puesto”: su educación familiar, escolar, su historia, sus visiones, convicciones, miedos, incertidumbres, etc.etc..

Mi abordaje al Management siempre desde las personas que son, finalmente, la unidad mínima e irreductible que motoriza todos los procesos en las organizaciones.

El proceso emprendedor tiene en términos generales, dos momentos claramente diferenciados: El primero es el surgimiento de una visión, y el segundo es el desarrollo de la misma. El primero es bastante más corto que el segundo y tiene que ver con la inspiración, la creatividad y el sueño de transformar una fantasía en algo real. El segundo durará el resto de vida del emprendimiento y es más racional, si perdura estará constituído por varias etapas y requiere de organización, planeamiento, dirección y control. O sea Management o Gestión. Lo importante es que el emprendedor entiendo lo más claramente posible cuando termina una etapa y comienza la otra para no caer en el caos de tipo improductivo.

Un emprendimiento puede arrancar desde dos clases de orígen: o surge de una idea, o surge de una oportunidad que puede ser de índoles diferentes. Sea cual fuere el origen, esta etapa está signada por sensaciones adrenalínicas, vertiginosas, con ideas fluyendo todo el tiempo, contraposiciones, incongruencias, velocidad, movilidad, dinamismo. Una etapa positivamente caótica, la sensación de vivir en un continuo brainstorming. No esperemos de ella mucha racionalidad ni limitación, más bien estimulemos el desborde, la multiplicidad de ideas, visiones y criterios. Mucho, mucho, mucho estímulo, cuanto más mejor. En esta etapa, la gestión pasa por un liderazgo receptivo que absorba la multiplicidad y la diversidad de ideas aunque sin apartarse de la visión propia. No olvidemos que, en definitiva, fue la generadora de semejante movimiento.

Aquí destaco un suceso usual que puede ser perturbador y distorsivo para el emprendedor: a veces y de acuerdo a la naturaleza del emprendimiento, es difícil que los demás perciban la visión que el emprendedor trata de comunicar. En especial en productos en donde la estética forma parte de su esencia, ya que usualmente transmitimos ideas, conceptos, pero no tanto formas, colores, expresiones. Nada mejor que un buen prototipo para esto: una imagen puede más que mil palabras, como dice el refrán.

Pero una vez que hemos cerrado el listado de ideas u oportunidades que quisiéramos transformar en un negocio potencial, debemos dar paso a la etapa segunda. El camino más largo consistente en definir cuales ideas pueden transformarse en negocios potenciales y cual de estas últimas decidiremos que será nuestro emprendimiento. Entonces y ahora sí, asoma la inmediata necesitar de ordenar y organizar todo lo que imaginamos que viene por delante. Y cuanto antes mejor.

Por lo tanto, sugiero tomar en cuenta los siguientes tips:

Nos vemos la semana que viene.

Lic. Jorge González

CONSULTORIO EMPRENDEDOR DE MANAGEMENT
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emprendedores@emprendedoresnews.com Asunto: MANAGEMENT

Lic. Jorge González. Fundador y Director de G&A Pharma Consulting (ex González & Asociados), consultora especializada en Management y Marketing Farmacéutico, M&A y Desarrollo de Negocios Farmacéuticos en Argentina, Colombia, Chile y Paraguay . Asesor de Entidades Sectoriales. Especialista en Management y Gestión, desarrolla la Visión Humanista para la dinámica de las Organizaciones. Vincula al deporte de alta competencia y la empresa en necesidades de construcción de equipos (team building). Docente, escritor y conferencista.

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