Las decisiones en momentos críticos son la combinación de una serie de herramientas, algunas innatas y otras aprendidas.
Veremos qué se debe hacer para que ésta instancia crucial para distintos actores, más allá de su rol, sea tan eficaz como las circunstancias lo requieran.
Inspiración & Expertise
El estado ideal para la toma de decisión es que sea automática. Bien sabemos que es muy difícil lograrlo. A lo sumo un porcentaje del total de las decisiones que toma quien debe decidir pueden ser automáticas. El resto suelen poner al individuo en el dilema sobre “qué hacer” y / o “cómo hacerlo”. El dilema es que lo obligan a pensar.
Esa instancia de obligar a pensar debería intentar ser minimizada. No es que el pensar sea malo o inconveniente. Es que la respuesta automática suele ser optimizadora de energía. Lo cual permite conservarla y administrarla con mayor eficiencia para aquellas en las que el automático queda desactivado. La automatización de la respuesta tiene que ver con el saber hacer acumulado, el know how. Por otro lado, el rol dentro del equipo condiciona la fuente. Hay roles que requieren respuesta automatizada y otros requieren mayor dosis de pensamiento, de reflexión.
Una segunda herramienta que reemplaza en ocasiones a la automatización es la inspiración, que permite resolver con eficiencia en tiempo escaso.
Lo ideal en un equipo es contar con integrantes que combinen las tres herramientas:
- Expertise (experiencia acumulada) suficiente
- Inspiración
- Valoración y utilización del pensamiento para la toma de decisión.
Cómo hacerse de los tres recursos
La mejor forma de adquirir experiencia es el trabajo. Es el mejor entrenamiento que existe. La habilidad para procesar la información recibida durante dicho proceso es clave para transformar los estímulos recibidos en conocimiento. Trabajar es la mejor forma de adquirir experiencia. La forma de procesar la experiencia personal suele ser, justamente, personal. Dependerá de cada uno, o bien de la asistencia de un coach, la elaboración de conclusiones válidas.
La inspiración se vincula con la observación de circunstancias ajenas que logran conmovernos de forma tal, que nos obligan a repensar sobre nosotros mismos, tanto para ratificar nuestras convicciones, como para complementarlas o bien para revisarlas al punto de reemplazarlas por algo que consideremos mejor.
Por lo tanto, para obtener insipiración es necesario tener una mente que permita ser sorprendida. Para ello es imprescindible tener una mente abierta, curiosa, que busque, que explore…Y ciertamente un espíritu seguro de sí mismo, que no se sienta menos por aceptar estímulos no propios. Películas, historias breves, libros, narración por parte de líderes de sus propias historias, son fuente de inspiración. La iniciativa personal o la de la organización acercarán casos que aporten.
Estas dos fuentes de recursos pueden ser estimuladas con el accionar diario. La organización tiene la chance de tomar, de la actividad diaria, las experiencias necesarias como para que el equipo las procese y obtenga resultados superadores. Hasta esta etapa el aprendizaje puede ser intuitivo. El procesamiento de dichas experiencas, que permite llegar a conclusiones enriquecedoras, debe ser conducido mediante ejercicios construídos especialmente. Mucho mejor si quienes los arman y los conducen son facilitadores externos.
Que todo esto ocurra dependerá en parte de las capacidades individuales de cada integrante del equipo y de la lucidez de la organización y, especialmente, de la que tenga el líder para ver y potenciar a su equipo.
Nos queda el pensar. El Pensar es otra historia. No es cuestión de acartonar el pensamiento ni hacerlo serio o jactancioso.
Cómo entrenar el pensamiento? El pensar es usualmente, una iniciativa propia de la inquietud personal, presente en algunas personas en mayor medida que en otras. No se le puede imponer a nadie que “se ponga a pensar”…probablemente genere el efecto contrario, como que la mente se le quede en blanco un largo rato.
Pero sí se pueden implementar actividades que estimulen el pensamiento. También dependerá de la lucidez del líder llevarlas adelante, o bien que quede librado a la iniciativa personal. Lo mejor será la combinación de ambos.
Las tres herramientas son fuente de enriquecimiento para la toma de decisiones: la experiencia, la inspiración y el pensar. Las dos primeras generan respuestas que tienden a ser automáticas, la última genera decisiones pensadas o reflexionadas. La realidad no siempre nos da tiempo para pensar o reflexionar, por lo que las respuestas automáticas son sumamente útiles.
A disposición de Ustedes por consultas necesarias,
Les envío un cordial saludo
Jorge
CONSULTORIO EMPRENDEDOR DE MANAGEMENT
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Fundador y Director de G&A Pharma Consulting (ex González & Asociados), consultora especializada en Management y Marketing Farmacéutico, Capacitación y Aprendizaje, M&A y Desarrollo de Negocios Farmacéuticos en Argentina, Colombia, Chile y Paraguay . Asesor y Capacitador en Centro Metropolino de Diseño (CMD). Asesor de Entidades Sectoriales. Especialista en Management y Gestión, desarrolla la Visión Humanista para la dinámica de las Organizaciones. Desarrolla Capacitación y Aprendizaje en CMD Buenos Aires. Vincula al deporte de alta competencia y la empresa en necesidades de construcción de equipos (Team Building). Lic. Administración de Empresas, docente, escritor y conferencista.