Como sociedad podemos acordar en que la situación que enfrentamos hoy es delicada y parece profundizarse día a día. A partir del aislamiento obligatorio, hay varios sectores de la economía y de la población que están muy comprometidos financieramente. Y las Pymes IT no son ajenas a esta situación.
Según un informe de la Cámara de Industria de Servicios de Software (CESSI), el 88% de la industria tecnológica local fue impactado negativamente por la caída de otras actividades económicas, para las cuales la industria del software es proveedora. De este informe se desprende que el 91% de las PyMEs del sector (que representan el 85% del sector en el país, aquellas con menos de 200 empleados) y el 73% de las pequeñas empresas (con menos de 50 empleados) se vieron directamente afectadas.
Los principales desafíos a los que se enfrenta este sector en particular en vistas del impacto del COVID-19, se concentran en la contratación de nuevo talento, el cuidado de los puestos de trabajo ya existentes y el mantenimiento de la cadena de pagos.
Aún desconocemos del todo cuándo y cómo superaremos esta pandemia pero, ¿qué pasará cuando la rueda comience a girar nuevamente al ritmo de una “nueva normalidad”? En algún momento, ojalá más temprano que tarde, la actividad económica se reactivará y como sector deberemos estar preparados para dar respuesta a los nuevos escenarios.
¿Dónde estaremos parados nosotros, como la industria innovadora y dinámica que somos?
Porque, más allá del gran margen de incertidumbre, una afirmación es inequívoca: el mundo post-coronavirus tendrá a la tecnología y a la transformación digital como piezas angulares en su reconstrucción.
En China, ya hay un aumento del 55% en los consumidores que tienen la intención de cambiar permanentemente a la compra online de comestibles cuando el COVID-19 desaparezca. Mientras tanto, las compañías de servicios OTT y de herramientas de comunicación online han estado disfrutando de un impulso sustancial en los ingresos.
Es por ello que entendemos que tener un responsable o sector de IT fuerte es fundamental para el futuro de todo el ecosistema productivo nacional e internacional. De ello deberá tomar nota el Estado, pero también, como empresarios o emprendedores, debemos recuperar el camino del crecimiento para, en poco tiempo, estar mucho mejor de lo que estamos ahora.
Como dueños o líderes, tenemos la obligación de reservar parte de nuestro tiempo para comenzar a planificar -con casos concretos que sean coherentes con la realidad y características de cada empresa- cómo vamos a retomar el camino del crecimiento. Detectar cuáles serán nuestras ventajas competitivas durante y después de la crisis, y diseñar un plan en torno a ellas para retomar el impulso, es fundamental para no dejar que el modo “subsistencia” se extienda más de lo necesario. Mantener la defensa alta por demasiado tiempo, quedarnos inmóviles, puede significar perder valiosas oportunidades que otras empresas si aprovecharán.
Entendemos que cada sector o industria enfrentará una nueva realidad de forma diferente, por lo que nos esforzamos en entender las futuras necesidades de las industrias a las que damos soporte, como son las PYMES por ejemplo, para ajustar y preparar nuestros servicios para satisfacerlas.. Debemos potenciar lo que hay y prepararnos para cuando el mercado y la economía repunten.
Por último, en un sector donde el talento está siempre en demanda, la formación es la clave para el crecimiento, por lo que seguimos apostando al entrenamiento de profesionales, tanto dentro de nuestra organización como colaborando con organizaciones especializadas en hacerlo, como Proyecto Nahual. Hoy, más que nunca, es tiempo de no olvidar el fomento de la inclusión porque en la resolución de sus problemáticas – hoy profundizadas por el contexto – está la llave del futuro.