Las organizaciones giran cada vez más en torno a sus talentos

Las organizaciones giran cada vez más en torno a las personas con talento porque es, justamente, su capital humano lo que las diferencia de sus competidores. Se torna fundamental saber gestionar dicho talento, ocupándose de atraerlo y retenerlo si quieren mantenerse competitivas.

Como afirma el experto J. A. Maina: “No se trata de contratar a un montón de superdotados, sino de hacer que el conjunto funcione inteligentemente, conseguir que un grupo de personas no extraordinarias produzca resultados extraordinarios”.

Los actuales talentos eligen a las compañías por la forma en que pueden desenvolverse e incorporar conocimientos, por la manera en que se los respeta, se los incentiva y por la retroalimentación que pueden generar con sus directivos responsables.

Así, los recursos humanos necesitan desarrollarse y formarse para lograr el crecimiento competencial que le permite rendir óptimamente en el ámbito laboral.

Entre los motivos más importantes que atraen a los talentos se destacan el progreso profesional, el liderazgo de su empresa en el sector, la capacidad de innovación empresaria, la seguridad en el puesto de trabajo, metas desafiantes, una alta retribución, la misión y los valores comparativos.

Los directivos de las empresas tendrán que fortalecer el compromiso con la organización mediante motivadores como la cultura, el clima interno, los sistemas de dirección. Pero fundamentalmente, deben analizar los motivadores que puede tener una persona para trabajar en esa compañía y no en otra.

Ante un nuevo entorno laboral de fluctuaciones, inestabilidad y constante movilidad, las organizaciones deberán preocuparse realmente por la retención del talento.

Entre las causas del abandono de las mismas, por parte de su capital humano, se puede remarcar la relación desproporcionada entre su desempeño y lo que reciben a cambio, la falta de desarrollo intelectual y profesional, una pobre existencia de oportunidades, la inadecuada utilización de su talento natural, la escasa valoración por parte de sus superiores. Un empleado no abandona a su organización, sino que se aleja de sus mandos directos.

En los tiempos que corren contar con los mejores es más necesario que nunca si lo que se busca es marcar la diferencia. La gestión del talento pasará a ser misión fundamental del departamento de recursos humanos que, del tradicional reclutamiento deberá saltar a la fidelización pasando por la comunicación interna, la retribución, planes de carrera, coaching y gestión del desempeño, entre otras.

Algunos tips para que el empleado encuentre el sentido para comprometerse con la empresa, pues ya se sabe lo complicado que resulta tener gente buena, satisfecha y motivada:

• Lograr que cada uno de nuestros empleados, conozca a fondo cual es su función en la empresa y qué es lo que se espera de ellos
• Ofrecerles oportunidades reales de desarrollo y crecimiento dentro de la organización
• Darles responsabilidades y poder de decisión
• Fomentar la coherencia entre ‘lo que dice’ y ‘lo que hace’ la organización
• Alcanzar la máxima credibilidad por parte de los directivos
• Reconocer su labor y recompensarles, reforzando los comportamientos positivos y demostrando aprecio de forma sincera y frecuente.

La caza de talentos “comienza por casa”. De nada servirá una exitosa estrategia de head hunter, si luego no es acompañada por una correcta acción de retención, motivación y fidelización del factor humano. En ello la tarea de los departamentos de recursos humanos se vuelve fundamental e ineludible.

Lorena Pizzolón
Gerente Comercial de Consultores de Empresas SRL

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