por Dr. Horacio Krell*
El alto nivel de educación alcanzado por las madres mejoró los índices de vacunación y de nutrición de los niños, redujo las muertes prevenibles, la mortalidad materna y los infectados por el VIH.
La educación desarrolla las competencias, los valores y las actitudes necesarias para que los ciudadanos gocen de una vida saludable, tomen decisiones bien fundamentadas y afronten los problemas a escala local y mundial. Hay que afianzar la colaboración entre la educación y la salud, y una acción conjunta de todos los sectores que están involucrados.
El cuerpo y la mente son una pareja
Si uno se enferma el otro también lo hará. Un cerebro mal educado hace trampas, nos engaña y se engaña a sí mismo. Porque la realidad está ahí pero lo que realmente importa es la percepción Y así nos alejaremos de la realidad y de la verdad.
Las tensiones modernas generan neurosis, ataques de pánico y lo que más angustia es la muerte. Antes se estudiaban las partes, en la psiconeuroinmunoendrocrinología convergen la psicología, la psiquiatría, la neurología, la inmunología y la endocrinología, que estudian interactivamente la salud y la enfermedad, es decir la dicotomía existente entre el cuerpo y la mente.
Se recobra así la versión holística de la medicina hipocrática, sin olvidar la singularidad. En las relaciones sociales no encontramos con seres que parecen normales pero que son psicópatas. Antisociales, insensibles, intolerantes, irresponsables, sin remordimientos ni culpas. Son lobos disfrazados de corderos, pero seductores. Se basan en la deshonestidad y en el engaño para acceder al poder y generan miedos a la soledad, a la vejez y a la inseguridad. Ellos saber crear grietas, prejuicios y emociones que impactan en el voto mediante el engaño de los que votan.
La mente juega contra la razón de diversas formas
Es pésima para calcular probabilidades, piensa en conspiraciones inexistentes, les atribuye un significado divino o cósmico, afirma coincidencias que no son tales y halla la causalidad donde solo hay casualidad. Cree que puede orientar los hechos en favor o en contra. De ahí la importancia que se atribuye a la oración y la plegaria por la salud, el efecto de los rituales, la existencia de gurúes con poderes especiales y resaltar el valor de las acciones personales en resultados que son de naturaleza aleatoria.
El sistema nervioso posee capas superpuestas
El tronco cerebral, como el encéfalo del reptil, controla los instintos y no aprende de la experiencia. Los mamíferos al procrear por parto aportaron las emociones. El cerebro racional derivó del lenguaje y se instaló en la corteza.
El cerebro resultó de la evolución, no fue hecho para el hombre. No es tan preciso como la mano, que sustituyó a la garra del animal. El animal nace perfecto, el niño débil. Su cerebro es una página en blanco y eso le permitirá elegir su futuro si armoniza estas tres áreas en conflicto.
Las conclusiones erróneas derivan de asociaciones incorrectas como en el siguiente test: Imagine una sábana blanca, una tiza blanca y una camisa blanca. Ahora responda en un segundo: ¿qué bebe la vaca? Por un error asociativo muchos responden leche en vez de agua.
Al ponernos de pie las manos reemplazaron a la boca. El cerebro fue el símbolo intelectual y los ojos su instrumento. La zona abdominal, más ligada a la naturaleza, llegó a la conciencia indirectamente, a través de las sensaciones estomacales.
Con el lenguaje surgió el mundo cultural
El hemisferio izquierdo alojó la razón y la palabra, el derecho la emoción y la intuición. Ambos se unen por un cable de fibras nerviosas que los conecta. La educación se concentra en la fragmentación intelectual. Para Pascal “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. La emoción lleva a actuar, la razón a concluir.
Hay mutaciones azarosas en los genes
Luego la naturaleza elige los que poseen elementos favorables para sobrevivir, proceso conocido como selección natural. Esto sucede fuera del control consciente. La creatividad, por el contrario, genera cambios en los paradigmas.
Es el equivalente cultural del cambio genético. Ciertas mutaciones crean seres que descubren cosas nuevas, así al componente genético le suman lo aprendido y lo vivido desde la infancia.
Hay una fuerza primitiva y poderosa, vital para la supervivencia: es la entropía o la necesidad de conservar la energía. Es tan poderosa que precisamos el descanso. Caminar, mirar una película, leer un libro. Ponernos en piloto automático, para no gastar energía. El menor esfuerzo (entropía) y buscar lo nuevo (creatividad), brindan instrucciones opuestas. La entropía es más potente que el placer de descubrir, aunque nos sintamos tan bien cuando aparece.
La trampa educativa
La curiosidad está presente en todos los chicos pero es difícil cultivarla porque el sistema educativo no brinda oportunidades. Los genes pasan de generación en generación de modo automático, los mensajes culturales se tienen que aprender viviendo.
Los “memes” son los equivalentes culturales de los genes. Una persona creativa puede cambiar un meme que cambie la cultura, pero lleva esfuerzo y energía, va contra la corriente y necesita aprendizaje. No podemos procesar más información al mismo tiempo y siempre ocupados y corriendo, contamos con poco tiempo para pensar, comprometidos con trabajar para sobrevivir. La creatividad es la actividad que produce algo valioso. Sucede en la cabeza y en interacción con el contexto, es un producto social más que individual. La rutina la traba sin darnos cuenta.
Con la repetición se automatiza el pensamiento. Russell lo explicó con el “pavo inductivo” que cenó siempre a las 21 y creyó que eso sería para siempre. Pero una Navidad le cortaron el pescuezo y lo cenaron a él. La condición necesaria es la clave, no la aparente.
Todo efecto tiene su causa y a iguales causas iguales efectos, pero la regularidad de los sucesos crea una ilusión. El método científico combina la inducción y la deducción para comprobar las hipótesis. Esto permite experimentar la conexión causal sin quedar atado a la rutina. En el hombre la libertad hace que su deseo cause el efecto motivando la acción que lo provocará.
Benchmarking
Es un sistema de comparación con los exitosos. Hace 100 años Finlandia era pobre y Argentina rica, y Finlandia puso el esfuerzo en la educación. Hoy Finlandia es un país rico y Argentina pobre. Hay un ejemplo reciente que es del caso de Singapur.
Los billetes de otros países muestran imágenes de próceres, los de Singapur un aula y en ellos se lee: “Educación”. Hace 4 décadas Gran Bretaña la descartó como colonia y nadie la quiso recibir. Hoy es el 9no entre los países más ricos. Hace 4 décadas su población era analfabeta. Hoy es líder en capacidad de lectura. No tiene recursos naturales. ¿Cómo lo hizo? Convirtió su sistema educativo en una meritocracia que produce trabajadores calificados y exporta productos de alta tecnología. Sus estudiantes son derivados a secundarias vocacionales que canalizan sus capacidades. Al finalizar una etapa, rinden examen y según el resultado se les brindan carreras a todos.
Los países tienen universidad pero no escuelas vocacionales. El secreto de Singapur es su sistema educativo basado en el conocimiento. ¿Dónde está en Argentina el conocimiento que se perdió con la información? Y ¿dónde está la sabiduría que se perdió con el conocimiento?
La salud también está enferma
La medicina perdió prestigio, los hospitales se deterioran, el paciente no confía en el profesional de la salud, la consulta médica disminuye y las obras sociales limitan su cobertura. Como en la educación, se abre una brecha muy acentuada por la desigualdad.
La formación universitaria es deficitaria. En ese universo, el paciente recibe una atención peor, el médico cobra migajas y el sistema cruje frente a la indiferencia y la complicidad del Estado. La política no muestra interés en la crisis, más allá de la retórica y de los discursos ampulosos. Esto agravó la crisis y el costo de las prestaciones antes postergada por el Covid.
Los consultorios son una cadena de producción en serie. La medicina está peor a pesar del avance científico, tecnológico y farmacológico que marcaron la evolución.
Pedir un turno es un calvario. Hay que esperar meses para ser atendido con horas de demora. Conseguir turno en un quirófano es sacarse la lotería. Las guardias están colapsadas.
Al ser consultas rápidas, el profesional pide estudios en exceso, cuando aprendió lo contrario: primero preguntar, auscultar, analizar y procesar la información del paciente, antes de pedir los estudios en función de las presunciones surgidas de un diagnóstico acertado.
El paciente se automedica
Al no sentirse bien atendido, demora los controles preventivos o cae en la automedicación para eludir la tortura del sistema. El profesional de la salud dedica menos tiempo a su propia educación, al estudio y al perfeccionamiento. Es un déficit que ya nace en la facultad de Medicina, donde la relación entre estudiantes y docentes es desequilibrada en cantidad y la posibilidad de hacer prácticas hospitalarias es muy limitada. El círculo se cierra con un sistema de residencias poco atractivo, con salarios bajos que debilitan la formación y la capacitación.
La degradación educativa
Hay que incluir en el problema de la salud a la degradación de la carrera hospitalaria, donde la política también influye con un alto grado de politización en sus directivos. El acceso a cargos por concurso está condicionado por los códigos de la burocracia sanitaria, de la que los ministros suelen ser cabales exponentes ya que montaron el vacunatorio vip, se los cuales son ideólogos. Están vinculados a laboratorios, con escuelas propias y con rango universitario, con miles de sus discípulos enquistados en el sistema.
¿Pobre ministro o pobres pacientes?
La política intenta mirarse con vocación de autoamnistía. Hoy no faltan médicos ni educadores, pero la insatisfacción profesional es cada vez más elevada, igual que la de los pacientes y alumnos. El sistema de salud y el educativo conspiran contra la calidad de la atención. Se empieza a notar un declive en el crecimiento. ¿Ser médico es tan poco atractivo como ser maestro? ¿La salud terminará degradada como la educación?
Son preguntas que generan indiferencia pero en ellas se juegan el futuro y la vida
Antes que destinar fondos que no existen a disparatados proyectos universitarios solo sustentados en el oportunismo político, se torna imperioso fomentar y ampliar el acceso de los niños a salas de tres años, avanzar hacia la jornada completa en la escuela primaria y evitar la deserción escolar, de manera especial en el nivel secundario. Si no seguiremos comprometiendo el futuro del país que, en lugar de atender sus verdaderas prioridades educativas, prefiere seguir transitando la senda del populismo universitario al ritmo de inescrupulosos funcionarios.
Cuando evocamos las trayectorias ascendentes del pasado como el famoso M’hijo el dotor no se puede desconocer la ayuda de la economía de la época, incomparable con la actual. En 1945 nos visitó el premio nobel Paul Samuelson quien predijo que la Argentina sería la próxima potencia mundial. No sabía que en esa misma época se estaba creando el populismo.
Pobreza, educación e inserción laboral
La educación tiene legitimidad social. Es una causa en la que todos creen. Saben del estado catastrófico en que se encuentra y es un tema obligado para el político improvisado para hacer promesas para el futuro y señalar a los culpables.
El error es otorgarle una capacidad ilimitada para solucionar los problemas de la sociedad y conectar linealmente las potencialidades de la educación con sus efectos sanadores.
Hay una articulación virtuosa entre más educación, menos desempleo y menor pobreza. Pero la ligazón no es simple. Un chico pobre con título tiene el doble de posibilidades de estar desocupado que si pertenece al sector más rico con título secundario. Para que la educación sirva debe ser acompañada con recursos que no otorga la escuela. Para conseguir un trabajo se deben dominar características culturales de origen social y usar con desenvoltura códigos relacionales, moverse con soltura en ambientes que conocen los que vivieron en ellos, poseer un código lingüístico complejo y una presentación adecuada al ambiente de trabajo.
Hay que saber leer, escribir, solucionar problemas, virtudes que ellos no poseen. Hay que favorecer a los más desfavorecidos para entrar al mercado de trabajo. La escuela secundaria no enseña lo que requiere el mercado. Las empresas no consiguen empleados capacitados.
Es engañoso plantear que solo con un título se sale de pobre y se igualan las oportunidades.
Esa deuda no se paga con más chicos en el aula, sino con puentes de integración cultural en espacios comunes que permitan compartir las pautas. Sin modificar los rasgos culturales se los condena. A diferencia del populismo se trata de igualar, acercar y no de diferenciar y segregar.
La escuela no hace ni hizo milagros. Cuando evocamos las trayectorias ascendentes del pasado ayudó el mercado de la época, mucho mejor que el actual. El argumento políticamente redituable de que todo se arregla con educación es incompatible con una verdadera solución.
Metodología intelectual
Para lograr una solución real hay que advertir que tanto ricos como pobres carecen del andamiaje instrumental para estar actualizados, porque carecen de las habilidades blandas, que son las de saber leer con velocidad y comprensión, la capacidad de escucha y de observación en clases orales o en situaciones complejas, las de poder analizar y sintetizar lo recibido y retenerlo en la memoria, las de comunicar en forma oral y escrita las ideas y de usar la inteligencia creativa y estratégica al aplicar el conocimiento. Se trata de aprender a ser, a aprender, a hacer, a convivir y a desaprender aquello que ya no sirve. Los países que están mejor en el mundo en salud y economía son los que están mejor en educación.