Europa sigue sin descubrir la tercera ola

… Después de la Segunda Guerra Mundial, el propósito de la integración era político, pero, según mi terminología, no se lanzó a la tercera ola –postindustrial, tras la industrial y la agraria–. Europa sigue sin descubrirla, 50 años después. Si me preguntas sobre las marcas europeas de la tercera ola, sólo se me ocurre una excepción: la empresa de software SAP AG. El resto, siento decirlo, está muerto y bien muerto. La comunidad política y empresarial europea, por duro que suene, vive esencialmente en el pasado. La estrategia implícita de los gobiernos es así: alimentemos la primera ola, con un lobby agrícola cuyo peso crece; sostengamos la segunda ola, de modo que las empresas no competitivas sobrevivan; e ignoremos, en conjunto, a los emprendedores de la tercera ola.
Los políticos europeos están aún deslumbrados con el euro, pero tras los primeros dos o tres años cambiarán. Creo que algunos políticos ya son conscientes de los problemas. Entienden lo que pasa, pero no pueden hacer lo necesario porque los clientes no les dejan. La tercera ola significa cambio, un cambio profundo, y mucha gente con poder y privilegios no lo quiere …

* Alvin Toffler. Autor de Creating a New Civilization y Future Shock, The Third Wave

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