Las franquicias homenajean a los niños en su día

Me toca escribir esta nota sabiendo que ocupo  la triple figura de padre, de consultor de franquicia  y del niño… que llevo dentro. Como es muy difícil que pueda unir el pensamiento de los tres, iré virando de un lado a otro, para comprender este fenómeno de las franquicias y su relación con los niños. Por supuesto,  sin dejar de homenajear a los chicos, pero como ellos no me leerán, trataré de que sean sus allegados adultos los que piensen por ellos.

El poder de los niños en la decisión de compra de nosotros, los padres, es algo conocido y nadie lo discute.  Además, la mayoría de los padres de familia – entre los que me incluyo- estamos dispuestos a invertir más dinero en aquellos productos o servicios que hagan felices a nuestros hijos. Y ni que hablar si somos abuelos.

Pero no todo es color de rosa, también sabemos de la presión creciente que sentimos como padres para comprar todo tipo de productos a nuestros hijos (especialmente de marcas y franquicias conocidas) con el objetivo de evitar que éstos se sientan excluidos en su círculo de amigos. Este fenómeno que conocemos con el nombre de “brand bullying”, es decir cuando como  padres nos esforzamos por adquirir los artículos de moda para proteger a nuestros hijos de ser molestados en las escuelas. Y como las franquicias son marcas, son ellas las que imponen cada vez más productos  o servicios “trends” y deben ayudarnos.

También existe un fenómeno muy positivo, aquel  en que  muchas de estas marcas que elegimos  durante la infancia nos acompañan durante toda su vida. Ya que de jóvenes o de adultos también las consumimos.  Por ejemplo Havanna, Mc Donald´s, Sacoa.

En mi otra faceta, la profesional,  no puedo dejar de reconocer que la franquicia le debe mucho a los niños, sobretodo porque hay un vasto número de empresas cuyo mercado objetivo son los chicos. Este fenómeno se da en todos los rubros que generalmente franquician, sea  la gastronomía, la indumentaria o  los servicios. Y a no sorprenderse, pero  en algunos de ellos, más de una decena de empresas  han crecido de la mano de las franquicias, por ejemplo el negocio de ropa infantil o el de las hamburguesas.

Enfocándome como niño, también tengo algo que decirles a las franquicias: que se ocupen de nosotros, deben estudiar nuestros  gustos, investigar nuestros distintos estilos de vida y comprender  que los niños de hoy, buscamos nuevas experiencias y emociones. Y  también decirles que  necesitamos darles nuestras opiniones y consejos para que conozcan nuestros caprichitos.

Si para el 18 de agosto todavía no compró los regalitos para sus  niños, no lo duden,  habrá una gran oferta de productos y servicios  que las marcas y sus franquicias le ayudaran a hacerlos felices.

Carlos Canudas

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