Interesante pregunta para que nos la formulemos en este momento, cuando según la mayoría de los economistas recién estamos en el comienzo de la crisis.
Las opiniones apuntan a pronosticar un 2009 complicado, donde la globalización logrará que la crisis mundial llegue a cada uno de los países del planeta.
Y más allá de cuándo se alcance el punto más profundo de la curva, se prevé que a finales del año próximo o recién en 2010 la economía mundial comenzará su recuperación.
En este momento cabe preguntarse cómo está posicionada la franquicia ante una situación nunca vivida anteriormente, más allá de la amplia experiencia que los argentinos tenemos en el tema crisis.
Es evidente que –como en 2002- los comercios deberán reacomodarse ante la nueva realidad y las decisiones del consumidor: más cuidado al comprar, menos superficialidad en el gasto, marcación de prioridades en cada hogar (vivienda, alimentos, salud, educación como temas clave), crecimiento de segundas marcas.
Dentro de ese contexto, los franquiciantes deberán repensar sus estructuras de surtidos, de márgenes, de precios. Pero seguramente, uno de los fundamentos básicos de la franquicia seguirá teniendo vigencia: a mayor cantidad de bocas, a mayor presencia de marca, mejores posibilidades para negociar. La economía de escala no pierde vigencia por más grave que sea la situación.
Y aquellos que aún no sean franquiciantes, pero no quieran perder terreno ni ceder porciones de mercado, deben pensar en la idea de desarrollar una franquicia de su negocio. Está claro que el crecimiento de un modelo comercial puede darse a través de dos caminos: el sucursalismo o la franquicia. Uno implica control absoluto y total de los negocios (más allá de la estructura de control y de personal que necesitará) a costo de una inversión muy importante. La franquicia – a diferencia – permite un crecimiento más rápido, con llegada directa al público en muy poco tiempo y con la inversión a cargo del franquiciado, quien cuidará personalmente de su negocio y su dinero.
Por el lado del franquiciado, quien quiera invertir su capital en un negocio tomará conciencia de lo que también es un postulado básico de la franquicia: nadie garantiza el éxito de un emprendimiento, pero quien lo haga respaldado por una franquicia prestigiosa, con experiencia, con marca y know-how importantes, reducirá su riesgo de fracasar.
Y el franquiciado que hoy está en marcha con su negocio, escuchará lo que dicen los expertos: cualquier crisis golpea inicialmente y con mucha fuerza a los más débiles del mercado. ¿Quiénes son? Los pequeños comercios independientes, que no tienen defensa ante el poder de los grandes.
Como dijimos muchas veces, quien no es fuerte tiene una sola manera de pasar a serlo en un mercado tan competitivo como el que vivimos y viviremos: formar parte de un grupo fuerte.
Y esa posibilidad, más que ninguna otra, es la que ofrece la franquicia.
Téngalo en cuenta.
Adolfo Imas
Director General
mundoFranquicia consulting. Argentina