Hace poco leía que el problema del ERP en producción es que es un sistema de planificación de largo plazo y por eso las órdenes de trabajo (OTs) salen desactualizadas. La frase contiene un profundo error conceptual, por lo que nada mejor que recurrir a las definiciones de APICS (The Association for Operations Management), la organización líder en administración de la producción, para aclarar los conceptos.
Aunque la planificación estratégica puede ponerse un nivel superior, comenzamos por el Plan de Negocios, que constituye la verdadera planificación de largo plazo: se refiere a aquellas variables que hacen a la capacidad productiva; esencialmente, se trata de determinar instalaciones (tamaño y ubicación), productos y procesos. ¿Cómo juega el ERP en este horizonte? Pues, no juega o casi no juega. Las herramientas asociadas son: evaluación de proyectos de inversión, análisis de procesos, determinación de cuellos de botella y otras.
En el siguiente escalón se encuentra la planificación de mediano plazo: se trata de la construcción de un Plan de Operación y Ventas acordado entre todos los sectores de la empresa. Se trata de un proceso de negocios, realizado a nivel agregado o por familia de productos, al que Marketing aporta la inteligencia de mercado y la demanda proyectada, Ventas la demanda real, Producción la capacidad disponible, Finanzas los requerimientos financieros, Recursos Humanos …. ¿Cómo juega el ERP para planificar el mediano plazo? Pues depende del ERP: lo que aquí hace falta es la capacidad de análisis (de simulación le llamarían algunos) del tipo “qué pasa si” o what if. Por ejemplo, si se venden X unidades de la familia tal de productos e Y de la otra, ¿cuántas horas de máquina hacen falta, cuántas materias primas, personal, …?
El ERP suele manejar la planificación de corto plazo o estar integrado con herramientas específicas que lo hacen: cuántos ítems de cada tipo se producirán y cuándo, con el objetivo de cumplir con lo acordado con los clientes. Es decir, el Programa Maestro de Producción (MPS, por sus siglas en inglés).
Esto último se encuentra, claro está, íntimamente ligado a la disponibilidad de los materiales necesarios, lo que requiere la Planificación del Requerimiento de Materiales, que surge del MPS cuando se agregan el listado de materiales necesarios para fabricar cada producto (habitualmente llamado BOM, por Bill of Materials) y los tiempos en que se consigue cada uno (los lead times), y es otra de las funciones del ERP, además de su esencial relación con el manejo de inventarios.
Finalmente, el Control de la Actividad de Producción no es, como su nombre lo indica, una parte de la planificación sino de la ejecución y, efectivamente, es crítico para el sistema de gestión contar con información actualizada para poder hacerlo con éxito.
A modo de conclusión, es habitual que la parte más dificultosa de la implementación de un ERP sea la planificación y control de la producción, particularmente en las PyME’S. Hay un motivo ineludible cual es que ese aspecto es el “más propio” de cada empresa; pero hay otro que es perfectamente evitable y se refiere a la falta de comprensión de ambos lados, implementadores y personal de planta, sobre qué significa planificar la producción.
Germán Guido Lavalle
Fuente: www.evaluandoerp.com
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Daniel M. Aisemberg – Director de IMPLANEX- (www.implanex.com).
Más de 25 años en empresas de servicios y tecnología. Consultor
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