En el tema de iniciar un negocio familiar, las opiniones son diversas. Hay quienes opinan que el dinero y la familia no deben mezclarse, mientras que está el grupo que piensa que no hay personas en quienes mejor puedas confiar para emprender.
Más allá de las opiniones y comentarios, una cosa es cierta; en México, la micro, pequeña y mediana industria creada por familia es el principal motor de generación de empleo en el país; datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) arrojan que existen alrededor de cinco millones 654 mil 014 empresas repartidas en diversos sectores, como industria, comercio y servicios.
De esta gran cantidad, un 85% de estas empresas han resultado ser de corte familiar, generando el 85 por ciento del total del empleo en el país y el 60 por ciento de Producto Interno Bruto nacional. Estos números presentan una contradicción si nos referimos al periodo de vida de muchos negocios familiares ya que, a pesar de ser un eje fundamental en la economía, muchos de ellos mueren tempranamente.
Siguiendo con estadísticas del Inegi, aunque nueve de cada 10 empresas mexicanas son creadas por familiares, la esperanza de vida de la mayoría es alarmante, ya que el 76 por ciento de las compañías desaparece sin haber llegado a los 25 años de existencia, lo que nos apunta a una posible situación de desorganización generacional en la que, los abuelos la crean, pero los nietos no pueden continuar el trabajo realizado.
Emprender en familia tiene sus matices positivos y otros no tanto. Por ejemplo, un buen punto a considerar es el de la confianza, que puede convertirse en una gran fortaleza; o el conocer muy bien a los tuyos y saber para qué actividades específicas podrían desempeñarse mejor.
Por otro lado, un mal manejo de emociones, la inclusión de algunos miembros familiares por afinidad más que por capacidad, o la falta de compromiso, normatividad y estrategia de sucesión planeada en los proyectos, por lo general conducen a la caída de los mismos.
“La empresa familiar tiene gran potencial de triunfo. Sin embargo, se enfrentan a desafíos importantes, uno de ellos, el de la planeación para futuras generaciones, donde no todos estos negocios los llevan a cabo y no parecen darse cuenta de la gravedad al no realizarla”, aseguró Alejandro Guízar, CEO de Billpocket.
Entonces, ¿cómo poder optimizar y hacer duradero un negocio con parientes? Aquí algunos puntos clave.
- Tener visión a largo plazo de la empresa. Para tener una empresa longeva, hay que concebirla como tal. Una visión ampliada del proyecto, que incluya a futuras generaciones, ayudará a sentar las bases de un mejor organización.
- Planificar la sucesión. La certeza para el futuro de una empresa depende mucho de este punto. Es importante establecer criterios firmes de selección para las nuevas camadas, sobre todo en puestos directivos.
- Fundamental, la capacitación del personal. Al no preocuparse por este punto, la competitividad en los mercados se pierde. Formar mejores empleados y directivos es importante para el crecimiento, ya que apenas el 55 por ciento de las empresas familiares del país cuentan con un porcentaje alto (76 a 100 por ciento) de directivos preparados, al menos, con licenciatura, de acuerdo a la Radiografía de la empresa familiar en México, emitida por la UDLAP.
- Fomentar la competencia y elegir sabiamente. Para combinar negocio y familia, es necesario elegir a los mejores elementos, no a los que más aprecias. Por ello hay que estar conscientes de quién está calificado para las funciones necesarias y, saber distinguir capacidad sobre apellido, ya que, según el estudio de la UDLAP, siete de cada 10 empresas, los familiares no compiten por puestos directivos en el mercado.
En resumen, es posible arrancar un negocio con tus seres queridos y tener éxito en ello, aunque no es una labor simple y puede terminar en situaciones desfavorables; sin embargo, al ser un país que, en gran parte, se sostiene por estas iniciativas, se puede pensar que con buenas bases, roles definidos y un modelo sin privilegio a favoritos, una empresa familiar puede resultar en una realidad de larga duración.