El concepto de Seguro de Vida como Propiedad Sin Igual

Vayamos imaginariamente, a la oficina del presidente del Uptown Nacional Bank & Trust Company y hagámosle una proposición financiera.
Me encaro al presidente y le digo:”en mi vecindario hay un pequeño solar si edificar, que me interesa. Estoy convencido de que la ciudad crece en esa dirección y que el valor de esta propiedad es casi seguro que subirá. De esta forma he llegado a la conclusión de que me gustaría invertir en ese “solar”.
Hay diferentes razones por las que prefiero un solar sin edificar a una propiedad generadora de ingresos como es una casa. En estos momentos no tengo gran necesidad de ingresos porque me gano bien la vida. También es cierto que una gran parte de los ingresos que ahora recibiría se irían en impuestos. Por tales razones, creo que un solar sin edificar seria mi mejor compra,  siempre que este seguro de que su valor crecerá lo suficiente con los años para representar un beneficio razonable sobre la inversión que estoy dispuesto a hacer. Pero los terrenos son especulativos al máximo, y como yo no estoy dispuesto a perder mi dinero, aquí esta el contrato que me gustaría que me hiciera su banco.
He sabido el precio de compra a través de su Departamento de Hipotecas, si compro el solar a ese precio, quiero que me dé por escrito la garantía del banco de que:
1.- El solar será valorado en cierta suma a 30 años a partir de hoy y su banco me pagara esa suma por él en ese momento.
2.- Estoy dispuesto a acelerar una reducción razonable en el valor de mercado inmediato decido vender el solar la próxima semana, el próximo mes o el próximo año. Esto solo es posible en caso de una inversión a largo plazo como ésta. Pero, a pesar de una reducción temprana. a) Quiero que el banco garantice que, cada día y cada año durante los próximos 30 años, el solar tendrá un valor de mercado garantizado, matemáticamente, proporcional a la suma que será valorada finalmente y b) quiero que su banco garantice que me lo comprará en su valor estipulado en cualquier momento que se solicite, sin hacer, preguntas.
3.- Quiero su garantía de que me prestarán, en cualquier momento, hasta el 90% (ni el 50%), ni el 66%, sino  el 90% del valor que tendrá el solar en el mercado.  Quiero su garantía que no me cargarán más del 5% de interés y me alargarán el préstamo tanto como yo quiera – no sólo como uds. digan -sin pedirme reembolso  o  amenazarme de embargo del bien hipotecado.
4.- Quiero que me garantice que si no vivo esos 30 años Ud. tomará posesión del terreno en el día de mi muerte y, sin importar cuál sea su valor, pagará a mis herederos la suma total que el terreno iba a alcanzar al cabo de los 30 años. Esta garantía debe ser efectiva, incluso si mi muerte acaeciera mañana.
5.- Quiero llegar a un acuerdo para absorber cualquier impuesto sobre la renta que se pueda cargar a mis herederos cuando cobren el futuro valor total del solar, por lo cual llegará a ellos exento limpio de impuestos.
6.- Quiero llegar a un acuerdo para que su  Departamento Financiero administre en el futuro esta cantidad, tanto si es para mis herederos en el caso de mi muerte, como para mi mismo cuando venda el solar en mi 65 aniversario, en las condiciones que yo pueda elegir o en las que puedan elegir ellos si me equivoco al hacer la elección y manejar esta obligación, sin cargo alguno o minuta de ningún tipo.
7.- Además de todo esto quiero que el banco acepte el pago de todos y cada uno de los impuestos gravámenes que puedan ser declarados contra el solar durante los 30 años antes de que yo se lo venda por el valor final.
8.- Finalmente, quiero que el banco me dé el privilegio de comparar este solar a plazos en 20 años, si yo decidiera, en el último momento, no pagar al contado. En ese caso quiero que las cargas que acarrean sean extremadamente bajas – menos de un 4% de porcentaje – y lo más importante quiero que el banco pague todos los plazos que falten después de mi muerte y que inmediatamente entregue el valor final del solar a mi familia, si no vivo para pagar los plazos yo mismo.
“Esto es todo lo que quiero. Sí su banco me da estas garantías compraré el solar “
 
¡El banquero se rió!
Si, el banquero podía reír a gusto.
 
Todo lo que hemos hecho hasta aquí a sido describir una simple prima dotada para los 65 años a la edad de 35 años, con un reglamentario precio de compra o la misma inversión comprada en  20 plazos, conocida como 20 pagas dotadas a los 65 años.
Hay, después, una propiedad que es mejor que cualquier otra que pueda comprar  una persona, debido a que cuando hace falta le da más ingresos que cualquier otra. No paga rentas cuando éstas no son necesarias, durante los años de ganancias de las personas y, en cambio paga los ingresos más seguros y grandes cuando son necesarios, porque estos han terminado de obtenerse ya sea por la muerte o por que hayan desaparecido ante la jubilación.
Ya sea comprando de una vez o financiando por un período de tiempo, el seguro de vida es una de las mas valiosas propiedades jamás imaginadas.

• Fuente: Extraído del  Manual de Agentes LIMRA

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