El desafío de una empresa del siglo XXI no se limita sólo a conseguir clientes, sino también a atraer y retener a los trabajadores más jóvenes. Antes de decantarse por una compañía, las nuevas generaciones valoran aspectos como el prestigio, la marca, los servicios e, incluso, la responsabilidad social corporativa, explica Camilla Hillier-Fry, directora de PeopleMatters.
Hace unos años, los empleados «se esforzaban por cambiar las condiciones dentro de la empresa; ahora, optan por cambiar directamente de compañía», asegura Pablo Flores, consultor de PeopleMatters. Promesas incumplidas, jefes autoritarios, ausencia de posibilidades de promoción interna…
Son muchos los motivos por los que las nuevas generaciones, normalmente jóvenes menores de 30 años, pueden abandonar una empresa, con la siguiente pérdida de talento y del tiempo y recursos invertidos en su formación. Hillier-Fry asegura que el sector de la consultoría tecnológica es uno de los que más rotación soporta, con índices de deserción que rondan el 20%.
Los jóvenes españoles, al contrario de lo que pasa en el mundo anglosajón, están cansados de los planes de pensiones y los seguros de vida. «Los incentivos a largo plazo no son atractivos», porque se percibe como algo lejano en el tiempo, asegura Flores. Por eso, los nuevos trabajadores que se están incorporando a las empresas nacionales valoran incentivos cuyos beneficios se disfrutan a corto plazo, como los cheques comida, el coche de empresa, el móvil o las ayudas en formación.
Cada empresa puede optar por la política de recursos humanos que más le convenga, pero tiene que tener claro que la época del ordeno y mando pertenece al siglo pasado y que los jóvenes «no esperan un estilo de liderazgo de obediencia ciega», apunta Hillier-Fry. La flexibilidad laboral y el teletrabajo son dos caminos a explorar.
Guía práctica
1- Hay que promover la equidad interna y vincular la retribución al desempeño particular fijando criterios objetivos.
2- La compensación, además de competitiva, tiene que adaptarse a los jóvenes, que suelen preferir un coche a un seguro de vida.
3- La carrera profesional tiene que contar con itinerarios que fomenten la promoción interna. Dar autonomía también ayuda.
4- Hay que mantener el interés de un puesto de trabajo asignando nuevos retos y responsabilidades.
5- Hay que fomentar la formación y no confiar en que un empleado se quedará en la empresa de por vida.
6- Aunque la movilidad en España no parece muy popular, hay empleados que valoran positivamente la posibilidad de trabajar en el extranjero por un tiempo.
7- El sueldo no lo es todo en un trabajo, por lo que es necesario fomentar una cultura en la empresa que reconozca de algún modo el esfuerzo personal.
8- Frente a un modelo más competitivo, se ha impuesto un sistema de colaboración entre compañeros para aumentar la productividad de los empleados.
9- Los nuevos estilos de vida exigen políticas laborales más flexibles. Unos optan por horarios libres y otros prefieren el teletrabajo.
10- Las empresas no sólo tienen que hacer marca frente a sus clientes, sino también ante potenciales empleados.
Fuente: Sergio Saiz / Expansión (Madrid)