La vida tiene ciclos, así como los trabajos y momentos profesionales. Nada es para siempre. Por eso a veces se presentan situaciones que pueden extenderse hasta años y años, donde no estamos conformes ni felices con lo que hacemos, y seguimos en esa rueda casi como autómatas. Tal vez la actividad nos apasiona, pero la forma, el contexto y hasta nuestra remuneración no llegan al umbral de satisfacción al que aspiramos para conformar un todo equilibradamente.
Será entonces el tiempo de reinventarnos profesionalmente.
A una gran mayoría de las personas esto les produce terror: ¿Cambiar? ¿Yo? ¿A esta altura de la vida? ¿Dejar todo y empezar de nuevo? ¿Y si sale mal? Después de todo no me va tan mal así como estoy…, son parte de las argumentaciones inconscientes que pueden aparecer.
Sin embargo, si hay desde adentro, “desde las tripas” como dice una querida amiga escritora y periodista”, lo mejor será que empieces a diseñar este nuevo momento profesional. Porque cuando ya sientes que hay algo que está marchito y se está acabando para ti, es el indicio de que no estarás así por mucho tiempo… o lo que es aún peor: podrías pasarte el resto de tu vida quejándote y haciendo algo que ya no te gusta.
Este artículo no habla sobre cómo cambiar de trabajo, ni de cómo enfocar tu carrera. Se refiere al momento en que decidimos cambiar por algo superador. Y aunque nos dé vértigo y adrenalina, si lo sentimos verdaderamente, es la hora de empezar el cambio.
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El “Momentum”
Momentum es un término que proviene de la física, y que se refiere a la cantidad de movimiento, momento lineal, ímpetu que describe el movimiento de un cuerpo en cualquier teoría mecánica. En mecánica clásica, la cantidad de movimiento se define como el producto de la masa del cuerpo y su velocidad en un instante determinado.
- ¡Por favor, Daniel, un poco más claro que no entiendo nada!
OK: aquí vamos: Momentum es un término que proviene de la física, y que se refiere a la cantidad de movimiento, es decir, las acciones que deberé planificar como metas e ir poniendo en acción en forma concatenada para lograr un resultado que estoy buscando. En mecánica clásica, la cantidad de movimiento se define como el producto de la masa del cuerpo, en este caso yo mismo redefiniendo mi carrera profesional, y su velocidad en un instante determinado; es decir, en este instante y así, proyectado hacia el futuro que deseo conquistar en un proceso incesante y persistente.
Lo importante de este asunto es que podemos generar nuestro “Momentum” permanentemente, y tantas veces como sea necesario. Al depender en gran medida de nosotros mismos, seremos el director de la orquesta que busca afinar ese nuevo tiempo de nuestro plano profesional.
Si bien un rediseño de carrera no se genera de la noche a la mañana, puedo asegurarte que si lo ejecutas con paciencia y constancia los resultados se van obteniendo paso a paso. Aquí, estos dos factores son cruciales. Los resultados pueden demorarse en manifestarse, y a veces creeremos que hemos hecho todo lo posible, y sin embargo no se produce el cambio: es justo ese instante, ese “Momentum”, en que no debes dejarte caer, ya que se ha demostrado que en el 99% de los casos es el tiempo preciso en que las cosas comienzan a cambiar de acuerdo a tu plan.
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Madurando el cambio
Hay personas que pueden entrar y salir de relaciones amorosas sin mayores problemas; y otros a los que les cuesta más. Cuestión de gustos, de estilo y de dinámica interna, sin entrar a hablar de otros factores.
Lo mismo sucede con los rediseños profesionales. Existen personas que tienen mayor facilidad que otros para reinventarse. En estos casos, aquí van las cinco cosas que se ha comprobado que hacen para cambiar el rumbo de sus vidas:
- No tienen miedos paralizantes: si bien sienten lógicos temores no se dejan vencer por los fantasmas negativos.
- Piensan cada detalle: pero no se pasan quince años pensando el diseño de la cosa. La ponen en acción, y la van mejorando. Es como hacer una artesanía en barro: la van moldeando día a día, hasta que la pieza esté lista para salir al mercado.
- Dejan de lado todo lo que no les suma: esto incluye ir cortando relaciones que no apoyen este cambio; no se trata de borrarlos de tu vida, sino de protegerte de la influencia nociva que muchos –que no se animan a cambiar- intentarán ejercer sobre ti.
- Trabajan las 24 horas: Sí. Aun cuando duermen, sueñan despiertos. “Viven” su cambio. Lo sienten. Le ponen emociones. Se visualizan a sí mismos conquistando esa nueva experiencia.
- Activan sus redes: están con las antenas paradas todo el día, y detectan cada oportunidad. No se trata de sacar provecho de los demás, ni de apresurar los pasos: están en constante aprendizaje. Emulan a los exitosos; leen biografías; ven videos; escriben sus borradores; empiezan a bajar a un soporte físico todo lo que sienten y lo que quieren construir.
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Qué hacer para reinventarme
Primero: dar el primer paso. Así como eres capaz de crear valor para otros, quizás desees empezar a hacerlo para ti mismo. Si tienes la dicha de tener un trabajo, por poco que te paguen, no lo sueltes hasta el momento en que estés listo para hacer el gran cambio: esto se llama sentido de realidad. Si has negociado tu salida y estás dispuesto a emprender: haz bien el cálculo de entradas y gastos, para saber cuántos meses estarás cubierto. Esto te producirá menos estrés en el camino, y además, dirigirá tu energía en un período concreto en el que necesitas tener nuevos ingresos.
Segundo: focalízate en tus fortalezas, y expándelas. Ratifica que esas fortalezas están de acuerdo con tu misión de vida (es decir, qué es lo que le da sentido a mi paso por el mundo) y cómo puedo rentabilizarla para generarme el sustento que considere apropiado para mí.
Tercero: investiga e investiga. Todo el día. Hay muchas personas en el mismo proceso, así que será sencillo encontrar miles de ejemplos para conocer cómo lo están haciendo, y cómo lo han logrado.
Cuarto: escribe tu plan de metas / plan de negocio. Este es un paso que la mayoría de la gente deja pasar como si no fuese importante. Te aseguro que no es lo mismo tener las metas y el diseño de tu empresa en la cabeza y en el corazón, a que si las vuelcas con todo detalle por escrito. Ponles fecha, hora, y cualquier detalle que enfoque tu energía.
Quinto: evita las dispersiones. Si eres un poco volado, pon los pies sobre la tierra. Da pasos en firme por pequeños que sean, porque la clave es que sigas dándolos, y no qué tan “grandes” sean: los detalles cuentan.
Sexto: deja el pasado. Si has tenido muy buenos salarios o posiciones profesionales, y ahora vas por ser independiente como profesional, aprovecha la experiencia anterior, poténciala como aprendizaje activo, sin quedarte anclado en esas añoranzas. Te aseguro que esta es una de las cosas más desafiantes al reinventarte.
Séptimo: Define tu estrategia personal. Esto incluye actualizar –o crear- tu presencia en redes sociales profesionales; preparar tus materiales de venta de la nueva actividad; indagar tus prospectos (aquellos a los que podrás ofrecer tu producto). Si el producto eres tú, esto se llama Branding Personal, así que empieza a verte de la misma forma en que abordarías la venta de un tercero o algo externo a ti. La misma técnica funciona para generar resultados comerciales.
Octavo: Indaga en tu red de contactos. Actualiza tu agenda. Haz por lo menos cinco contactos diarios hasta que la cosa se ponga en movimiento. No decaigas. Analiza los “no” que te rechazan (que serán aproximadamente un 95% de los casos), y estimúlate con los “Sí” (el otro 5%). ¿Desigual la proporción? ¡Bienvenido al mundo real!
Noveno: Analiza el resultado. Sé objetivo. Felicítate por los logros, por mínimos que sean. Y también, corrige y sigue adelante.
Décimo: repite todo los pasos anteriores ininterrumpidamente, sin dejarte estar. Día tras día. Necesitas adquirir el hábito de lo nuevo. Recuerda que estás reinventándote, lo que significa que estás creando un nuevo escalón en tu carrera.
Una y otra vez es la clave. Todo el tiempo, todo el día. Debes vivir esta nueva experiencia al máximo. Alcanzar tu Momentum no es algo mágico ni que se genera instantáneamente: es producto del trabajo duro y persistente que le pones a cada acción que haces. Es como un dominó: donde una ficha encaja con las demás.
Juega tu partida de redefinir tu carrera lo mejor que puedas. La experiencia que estés buscando (por ejemplo, libertad, creatividad, innovación, felicidad, expansión, manejar tus horarios, mejorar tus ingresos, tener más espacio para tu familia y para ti) serán la gran guía y motivación para seguir adelante.
Las dificultades se van a presentar. Sin embargo, si te fortaleces desde adentro y no al revés, el éxito te está esperando.
La clave está en persistir, completar cada etapa y repetirlo tantas veces como sea necesario. No des más lástima: hazte cargo de tu vida de una vez por todas. Por si no lo sabes, y aunque parezca duro, tú eres el resultado de ti mismo. Tus pensamientos conscientes o inconscientes, tus miedos, limitaciones, tus dudas sobre tu valor y tu calidad profesional, y tu energía negativa, te jugarán una mala pasada si no los conduces adecuadamente.
Por eso, si no recibes el resultado que esperas, obsérvate con crudeza y seguro podrás ver una nueva área en la que debes reforzar aún más tu trabajo interno hacia el éxito que quieres.
Es inevitable que si haces todo lo anterior continuamente, todos los días, el resultado exitoso no tardará en manifestarse: no es magia; es tu trabajo duro el que lo hace. Y esa es la fórmula de los que tienen la habilidad de crear prácticamente todo lo que quieren en su vida, más allá de los contextos, la economía del país, las puertas que se cierran y las crisis personales.
Como despedida va este mensaje: Si estás leyendo este artículo hasta aquí, es que algo se está moviendo dentro de ti. Dale la oportunidad de que se exprese y salga en forma de una nueva dirección profesional.
vía Young Marketing