La burocracia mata las ideas. Si bien no es nada nuevo (en 1795 el gobierno de Napoleón ofreció un premio de 12 mil francos para quien desarrolle un método de conservar la comida para su Ejército ya que tenían líneas de suministro largas y vulnerables, y el hambre minó fuerzas en sus soldados) los concursos de ideas se han instalado con mucha fuerza. Celebremos iniciativas como mystarbuckidea.com, Spark Network de Glaxo, ideastorm.com de Dell, innocentive.com o yet2.com por citar algunas, desarrollos que buscan posicionar la generación de ideas como una fuente de ventaja competitiva además de un fuerte mecanismo inhibidor de la burocracia.
La burocracia lesiona la alegría. Son buenas las ideas de Google respecto del tema aunque es bueno saber que hacer un copy/paste poniendo una mesa de tenis, un metegol y un pinball no nos transforma necesariamente en innovadores y tampoco en la panacea del buen clima organizacional. No son pocos los grandes gurús que hacen un culto a la alegria en el marco laboral. Warren Buffet cuenta que va siempre bailando a su oficina. Es que son tiempos de desterrar los oxidados mitos que la seriedad aumenta la eficiencia.
La burocracia adormece el cerebro. Estandariza procedimientos y elimina la posibilidad de estar ejecutando asociaciones sinápticas siempre nuevas. El profesor Daryl Bem de la Universidad de Cornell descubrió que el cerebro humano está diseñado para percibir cualquier elemento dentro del flujo de tiempo: pasado, presente, y también futuro. ¿ Por qué quitarle la espontaneidad predictiva, la sagacidad perceptiva y el flujo de la imaginación ?.
La burocracia hace difícil lo simple. Y además lo hace largo. Por si fuera poco lo hace lento. Aspiremos al «modelo eBay». Nadie tiene que dar clases magistrales ni memorandos interminables de uso. Funciona. Y de manera simple.
La burocracia afecta la motivación y detiene las oleadas de cambio e innovación. Ya decía el genial Jack Welch que cuando el ritmo de cambio dentro de las empresas es superado por el ritmo de cambios externos el final de la misma está cada vez más cerca.
La burocracia es sinónimo de organigramas obsoletos, de un management perimido. La gestión de origen taylorista, de orden y mando, de procedimientos y memorandos está dando paso a nuevas formas de management colaborativo y democrático. Participativo y comprometido.
Esta nueva oleada de innovación en las metodologías de gestión hará trizas los peores efectos de la burocracia.
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. http://www.ideavip.com.ar/.
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