Casi todos hemos participado en sesiones de brainstorming, pero la mayoría de las veces no se suele llevar a cabo de la mejor manera. Los resultados no invitan en la mayoría de los casos a convertirlo en un procedimiento habitual para la resolución de problemas.
Por lo tanto y al menos en el entorno en el que me muevo no se utilizan habitualmente en empresas, escuelas, instituciones…
Enuncio a continuación una serie de consejos para que los apliquéis en vuestras próximas sesiones:
1.- Centrar el interés. Empieza con un plantemiento claro del problema, una pregunta abierta, pero no demasiado amplia. Un tema útil para una sesión en muchas empresas podría ser, por ejemplo: «¿Cómo podemos profundizar en la experiencia de los clientes que acuden a nosotros por primera vez?».
2.- Atender a las reglas del juego. En las paredes de las salas de reuniones se pueden escribir las reglas para los brainstorming. Incluso en culturas organizativas que rechazan las reglas (como IDEO), los principios básicos resultan instructivos y beneficiosos. Buscar cantidad, estimular las ideas atrevidas, ser visual, retrasar los juicios, las conversaciones de una en una.
3.- Numerar las ideas. El hecho de numerar las ideas motiva a los participantes, establece un ritmo y aporta cierta estructura. Cien ideas por hora suponen un brainstorming satisfactorio y fluido, y aunque al grupo casi no le quede energía cuando llegue a la idea noventa, en la naturaleza humana está el deseo de continuar hasta conseguir un número redondo.
4.- Saltar y construir. Incluso los mejores brainstorming se estancan; llega un momento en el que las aportaciones se repiten o agotan. Es entonces cuando el moderador puede sugerir un cambio: ¿Cómo podríamos aplicar esas ideas a…?. Hay que seguir adelante con una pequeña variación o volver atrás para recuperar una idea interesante y fomentar así la energía.
5.- Utilizar el espacio. Hay que aprovechar el espacio físico para ganar efectividad en el brainstorming, que éste tome forma e inunde la sala: escribir y dibujar los conceptos con rotuladores en post-its gigentes pegados en todas las superficies verticales. Captar las ideas con medios audiovisuales y sencillos que todo el mundo pueda compartir. La memoria espacial es un recurso poderoso que hay que aprovechar para reactivar a los participantes.
6.- Antes hay que hacer estiramientos. Pide a los participantes que mediten sobre el tema la noche anterior. Prepara un juego rápido de palabras para despejar la mente y dejar a un lado las distracciones cotidianas.
7.- Materializa las ideas. Es importante disponer a mano de utensilios que permitan realizar un prototipo básico de las ideas que surgan. Piezas de espuma, tubos, cinta adhesiva, pistolas de cola, cartulina, piezas tipo Lego…
fuente: Blog de Paulino Etxbeste