Controlar el tiempo

La agenda es el espejo de la persona. Un buen administrador del tiempo tiene claridad en lo que quiere, apunta al objetivo y actúa en consecuencia.
Para detectar los errores la mejor herramienta es observar cómo se usa el tiempo.
Algunos trabajan por listas, otros planifican, hay quienes se orientan por prioridades y están los que privilegian lo importante.
Quien se concentra en las urgencias tiene "mentalidad de bombero": no soporta que suene el teléfono o el timbre sin responder; reacciona ante lo que les pasa en lugar de elegir lo que prefiere; está siempre en crisis; recibe a cualquiera y en cualquier momento; privilegia lo trivial; su acción es episódica y no sistémica.
¿Cuál es su falla? No internaliza las prioridades y no sabe organizarlas.
El "dominador del tiempo", en cambio,  transita por lo importante y no por lo urgente: cuida las relaciones, se capacita, descubre  oportunidades, planifica.
Es más efectivo trabajar por oportunidades que resolviendo problemas.

 

Así se evita la crisis antes de que se produzca.

El dominador del tiempo tiene en una mano el reloj para controlar  y en la otra la brújula para orientar el rumbo:

Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem

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