Cómo saber si tienes inteligencia emocional


La inteligencia emocional es el “algo” en cada uno de nosotros que es intangible. Afecta a la forma de gestionar el comportamiento, a cómo navegamos complejidades sociales, y tomar decisiones personales para lograr resultados positivos.

Cuando la inteligencia emocional (EQ) apareció por primera vez a las masas, sirvió como eslabón perdido en un hallazgo peculiar: las personas con un coeficiente intelectual normal superan en EQ a aquellos con los coeficientes intelectuales más altos el 70 % de las veces. Esta anomalía arrojó una llave masiva en la suposición difundida de que el coeficiente intelectual era la única fuente de éxito. A pesar de la importancia del EQ, su naturaleza intangible hace que sea muy difícil saber cuánto se tiene y lo que se puede hacer para mejorar si hace falta. Siempre se puede tomar una prueba validada científicamente.Desafortunadamente, las pruebas de EQ de calidad (y científicamente válidas) no son gratis. Por lo tanto, he analizado los datos de las más de millón de personas de TalentSmart con el fin de identificar los comportamientos que son las señas de identidad de un alto EQ. Lo que sigue son signos seguros de que tienes un alto EQ:

Tienes un completo vocabulario emocional

Todo el mundo experimenta emociones, pero son unos pocos los que pueden identificar lo que les pasa. Nuestra investigación muestra que solo el 36% de la gente puede hacerlo, lo cual es problemático porque las emociones desetiquetadas llevan a malos entendidos, lo que lleva a elecciones irracionales y acciones contraproducentes.

La gente con un EQ alto maneja sus emociones porque las entienden, y usan un extensivo vocabulario de sentimientos para hacerlo. Mientras mucha gente describiría cómo se siente simplemente con “mal”, la gente emocionalmente inteligente usaría adjetivos como “irritable”, “frustrado” o “ansioso”. Cuanto más específica sea la palabra usada, mejor conocimiento tienes de cómo te sientes, por qué y qué debes hacer.

Eres curioso con la gente

No importa si son introvertidos o extrovertidos, la gente emocionalmente inteligente es curiosa con los de su alrededor. Esta curiosidad es producto de la empatía, una de las puertas más significativas hacia el EQ. Cuanto más te preocupes por los demás y lo que les pasa, más curiosidad sentirás con ellos.

Aceptas el cambio

La gente emocionalmente inteligente es flexible y se adapta constantemente. Saben que el miedo al cambio es paralizador y la mayor amenaza a su éxito y felicidad. Buscan el cambio que les espera a la vuelta de la esquina y forman un plan de acción para que estos cambios ocurran y vayan bien.

Conoces tus fortalezas y tus debilidades

La gente emocionalmente inteligente no solo entiende las emociones, saben en lo que son buenos y en lo que son muy malos. También saben quién les empuja y quién no. Tener un alto EQ significa conocer tus fortalezas y saber cómo tratarlas y usarlas a tu conveniencia para sacar ventaja de ellas y evitar aquello en lo que se es algo más débil.

Eres un juez de caracteres

Mucha inteligencia emocional viene de la consciencia social; la habilidad de leer a los demás, saber qué les pasa y entender por lo que están pasando. Eso hace que juzguen los caracteres de forma excepcional. La gente no es un misterio para la gente con EQ. Sabes qué les pasa y entiendes sus motivaciones e incluso esas pequeñas mentiras.

No te ofendes fácilmente

Si tienes una convicción firme de quién y cómo eres, es difícil que alguien te saque de tus casillas. La gente emocionalmente inteligente confía en sí misma y es de mente abierta, lo que crea una piel muy fina. Incluso puedes bromear sobre ti mismo y dejar que los demás lo hagan porque eres capaz de trazar una línea mental entre el humor y la degradación.

Sabes decir que no (a ti mismo y a los demás)

La inteligencia emocional significa saber cuándo auto controlarse. Evitas las acciones impulsivas. Está demostrado que a más dificultad para decir que no, más estrés y depresión. De hecho, decir que no es un reto de autocontrol enorme para la mayoría de gente. “No” es una palabra poderosa que no deberías temer pronunciar. Cuando hay que decir que no, la gente emocionalmente inteligente evita frases como “no creo que pueda” o “no estoy seguro”.

Dejas pasar los errores

La gente emocionalmente inteligente se distancia de sus errores, pero lo hace sin olvidarlos. Manteniendo sus errores a una distancia prudencial, pero lo suficientemente cerca para recordarlos, son capaces de adaptarse y ajustarse para éxitos futuros. Se necesita una autoconsciencia refinada para andar sobre la cuerda floja entre el ahora y el recuerdo. Si te aferras a esos errores eso te mantiene ansioso y tímido, mientras que olvidarlos te mantiene obligado a repetirlos. La clave del equilibrio recae en tu habilidad de transformar los fracasos en cosas bien hechas en el futuro. Eso crea tendencia a volver a empezar cada vez que te caes.

Das y no esperas nada a cambio

Cuando alguien te da algo de forma espontánea, sin esperar nada a cambio, da buena impresión. Por ejemplo, puedes tener una conversación interesante con alguien sobre un libro, y cuando vuelves a verle un mes después, apareces con el libro en la mano. La gente emocionalmente inteligente construye fuertes relaciones porque están constantemente pensando en los demás.

No guardas rencor

Las emociones negativas que vienen de guardar rencor son puro estrés. Solo pensar en ello te pone a la defensiva, un mecanismo de defensa te obliga a luchar o correr cuando te afrentas a una amenaza. Cuando la amenaza es inminente, esta reacción es esencial para la supervivencia, pero cuando la amenaza es pasada, mantener ese estrés puede conllevar consecuencias de salud a largo plazo. De hecho, se ha demostrado que guardar rencor contribuye a la alta presión en sangre y a enfermedades del corazón. Guardar rencor significa estrés, y la gente emocionalmente inteligente sabe cómo evitarlo. Dejar ir ese sentimiento no solo te hace sentir mejor, sino que también puede ayudar a tu salud.

Neutralizas a la gente tóxica

Lidiar con gente complicada es frustrante y cansado. La gente con alto EQ controlan sus interacciones con la gente tóxica y afrontan la situación de forma racional. Identifican sus emociones y no dejan que el enfado o la frustración alimenten el caos. Consideran también el punto de vista de la persona complicada y son capaces de encontrar soluciones comunes. Incluso cuando las cosas descarrilan, la gente emocionalmente inteligente es capaz de lidiar con la gente tóxica para evitar que les derrumbe.

No buscas la perfección

La gente emocionalmente inteligente no buscará la perfección porque saben que no existe. Los seres humanos, por naturaleza, cometen errores. Cuando la perfección es tu objetivo, siempre tienes que lidiar con errores que podrán deprimirte y hacer que quieras renunciar. Acabas gastando tiempo lamentándote por tus errores y pensando en lo que podrías haber hecho diferente en vez de moverte y avanzar pensando en lo que has hecho y todo lo que harás en el futuro.

Aprecias lo que tienes

Tomarte un tiempo para contemplar de qué estas agradecido por el simple hecho de hacerlo; mejora tu estado porque reduce el estrés en un 23%. Un estudio de la universidad de California, mostró que la gente que trabajaba cada día para cultivar una actitud de gratitud experimentaba mejoras en su humor, energía y estado físico.

Desconectas

Desconectar es signo de un alto EQ porque ayuda a mantener el estrés bajo control y vivir el momento. Cuando te haces capaz de trabajar 24/7, te expones a un estrés constante. Forzarte a desconectar y apagar el teléfono te da un respiro. Los estudios han demostrado que algo tan simple como tomarse un respiro del e-mail puede reducir el estrés. La tecnología da la sensación de comunicación constante y de necesidad de estar disponible 24/7. Es difícil disfrutar de un momento libre de estrés fuera del trabajo cuando estás constantemente mirando el correo y el teléfono móvil.

Limitas tu ingesta de cafeína

Beber cantidades ingentes de cafeína precipita la adrenalina, y la adrenalina es la fuente de la respuesta agresiva. El mecanismo de lucha antepone el instinto de supervivencia al racional. Eso está bien si te persigue un oso pero no lo es si tienes que responder a un e-mail. Cuando la cafeína impulsa a tu cerebro y a tu cuerpo a un estado de estrés constante, tus emociones cambian tu comportamiento. La gente con alto EQ sabe que la cafeína da problemas, y no dejan que se lleve lo mejor de ellos.

Duermes lo suficiente

Es complicado exagerar la importancia de dormir para mejorar tu inteligencia emocional y gestionar tus niveles de estrés. Cuando duermes, tu cerebro se recarga literalmente hablando, buscando en tus recuerdos del día y almacenándolos o descartándolos (lo que causa sueños) para que te despiertes en alerta y despejado. La gente con un alto EQ sabe que su autocontrol, atención y memoria se reducen al sueño. Así que dormir es una prioridad.

Dejas los pensamientos negativos a un lado

Cuanto más tengas pensamientos negativos, más poder les das. La mayoría de nuestros pensamientos negativos son solo eso, pensamientos; no hechos. Cuando parece que algo pasa siempre o nunca, es solo tu cabeza en su tendencia natural de percibir amenazas (inflando la frecuencia y severidad de los hechos). La gente emocionalmente inteligente separa sus pensamientos de los actos para escapar el círculo de negatividad y avanzar hacia lo positivo.

No dejas que nadie limite tu alegría

Cuando tu sentido del placer y la satisfacción derivan de las opiniones ajenas, no eres el dueño de tu felicidad. Cuando la gente emocionalmente inteligente se siente bien con algo que ha hecho, no deja que la opinión de los demás le quite ese sentimiento. Cuando es imposible apagar tus reacciones acerca de lo que otros piensan de ti, no tienes que compararte con los demás, y puedes tomarte sus opiniones con un poco de azúcar. De esta manera, no importa que piense o haga la demás gente.

LinkedIn
Salir de la versión móvil