Como canjear el defecto por virtud

Demóstenes el padre de la Oratoria era tartamudo. Practicando con piedras en su boca y gritando sus mensajes al mar pudo convertir su defecto en una virtud.

El hombre es un animal de costumbres. Tiene conciencia de sus actos, puede dominarlos y transformar sus círculos viciosos en círculos virtuosos.

Su capacidad de observación disminuyó al ponerse de pie. Su estructura cerebral se basó en el hemisferio izquierdo, de naturaleza conceptual a expensas del hemisferio derecho que lo conecta con las emociones y los instintos, es decir con su pasado animal.

En el plano externo perdió el olfato para descubrir las oportunidades porque comenzó a actuar en  piloto automático para protegerse de la invasión de los estímulos, pero al mismo tiempo se privó de una interfase creativa con la realidad.

Sus hábitos también lo condicionaron, como dijo Antonio Machado “en este mundo traidor nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.

Descubrirse a uno mismo.  Cuando el hombre aprende a mirar hacia adentro de sí mismo, puede cambiar y aumentar la eficacia de la acción. Si tiene claro lo que quiere lo logra con mayor facilidad. Entonces logra en el plano interno convertir sus debilidades en fortalezas y en el externo a las amenazas en oportunidades

Genialidad o método
El éxito no se obtiene por genialidad, sino a través de un feedback continuo con la realidad para evitar que el defecto se convierta en hábito. Los errores son ventajas cuando se reconocen y no se repiten. No es sólo por motivación que se alcanzan objetivos, ya que progresar es un deseo de todos. Para cambiar se necesita un método. Estar mal no es el problema sino pretender ignorarlo.

El hombre sufrió 3 heridas a su narcisismo a lo largo de la historia: descubrió que la tierra no era en el centro del universo. Darwin señaló que descendemos de los simios; Freud detectó que la conducta responde a factores inconscientes. La nueva herida moderna es la disminución del hombre frente a la tecnología y ante el poder abrumador del sistema financiero, con un progresivo deterioro de los sectores sociales más débiles.

Proponemos retornar a los valores espirituales que le dan  sentido a la vida, y enfrentar a la lógica fría del mercado financiero de debe ser,  con la estrategia de puede ser mejor. Para lograrlo deberá cambiar de la fuerza bruta cuyo lema es: “la  letra con sangre entra”, a un modelo que responda al de Disney: “Si lo puedes soñar lo puedes hacer”. 

En el  plano económico ante los dramas de falta de empleo, exclusión social  y concentración de la riqueza,  es posible crear economías complementarias de naturaleza social que incorporen como herramientas  el trueque,  la creatividad, la solidaridad, la supresión del interés financiero y la oxidación del dinero.

Thomas Hobbes en el Leviatán supuso que el Estado podía solucionar el defecto del hombre: su búsqueda insaciable de la utilidad y el apetito de poder, pero el Estado fue impotente para lograrlo. Si  como dijo Borges “No nos une el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto” ¿ no habrá llegado el momento de canjear el defecto del odio por la virtud del amor para así poder crear el mundo mejor que todos anhelamos?

Dr Horacio Krell. Director de Ilvem.  Propulsor de UP  Unión de Permutas  horaciokrell@ilvem.com.

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