Canjear el saber

El cerebro es un instrumento, no es ni bueno ni malo, pueden usarse para el bien o para el mal. En esta época la humanidad está amenazada porque algunos cerebros se apropiaron de la renta colectiva y controlan a los demás. La educación debería ser el medio para enfrentar la concentración de la riqueza y la exclusión social.

En la 8º Conferencia Internacional de Permacultura (mayo de 2007 en San Pablo Brasil), el Dr. Carlos Fernando Louge, aliado estratégico de la UP Unión de Permutas, representó al país y  nos hizo llegar el  material . Esta es su nota:

Saber: un sistema para mejorar oportunidades educativas. En Brasil el 40% de la población es menor a 15 años, y esto significa que hay un problema educativo muy grande. Hace algunos años, cuando la industria de celulares fue privatizada, el gobierno decidió poner una tarifa del 1% en todas las cuentas de teléfono celular para proveer fondos a la educación superior. Hasta 2005 los fondos cobrados sumaron 3 billones de Reales (cerca de US$ 1 billón) y, la pregunta a ser contestada era: ¿cómo gastar estos fondos de forma más útil para la educación?  Lietaer y Gibson propusieron emitir vouchers educativos llamados “Saberes” (saber significa conocimiento) para proveer a las escuelas en Brasil, donde hay un potencial para educación superior pero falta fondos para realizarla, un incentivo que estimula el potencial subutilizado de los niños escolares. (Lietaer, 2006). Ellos propusieron que estos vouchers sean respaldados por los fondos disponibles y entregados a los alumnos menores en las escuelas. Con la ayuda de los profesores, permitirían a los alumnos, escoger a los niños mayores para la tutoría en áreas en que quisieran profundizar su desarrollo; los alumnos mayores podrían hacer lo mismo con el próximo grupo de edad y por eso los vouchers crearían una expansión enorme de oportunidades de aprender y enseñar.

Cuando los vouchers llegasen a los alumnos de 17 años en su último año, podrían escoger y pagar por sus estudios con los vouchers en universidades cooperantes.

Oxidar el dinero.  Como vimos en notas previas algunas monedas complementarias inducen a desprenderse de ellas porque si no se usan pierden su valor.

En vista de que los Saberes son diseñados para perder el 20% de su valor hasta el final del próximo año escolar para el cual fueron emitidos, todos harían bien en pasarlos al siguiente grupo tan pronto como sea posible. Esta pérdida incurre solo si los estudiantes no pasan el dinero. Esto puede evitarse usándolo para matrículas en las universidades, que son las únicas instituciones capaces de cambiar los vouchers en Reales para pagos al personal y costos operacionales. Debido a que sostener una capacidad libre de espacios de estudio cuesta a las universidades alrededor de 10% del total de matrículas, el Ministerio de Educación podría negociar un descuento del 50% para alumnos que utilicen esta capacidad.

Una estimación de la rotación de los vouchers con cinco personas por año en las escuelas y, del 50% de descuento para el costo de matrículas en las universidades, llegaría a un total de 10 veces el uso del dinero que respalda los vouchers. En otras palabras el nuevo dinero crea un beneficio de 10 veces para la educación. De 3 billones se crearía un valor de 30 billones de Reales de beneficio educativo para los participantes.

Además del conocimiento adicional adquirido por los niños escolares que enseñan –las personas recuerdan cerca del 10% de lo que escuchan y el 90% de lo que enseñan– el esquema de los Saberes aprovecha un potencial casi ilimitado de recursos humanos que -hasta este punto- no ha sido utilizado. Y una vez más, esta característica es una de las que se encuentra en la mayoría de las monedas complementarias. Carlos Louge.

Creando dinero estable con valor social agregado las monedas complementarias  reúnen recursos subutilizados con necesidades insatisfechas como una rueda de auxilio para enfrentar las carencias de la educación. Concretan el valor de “nosotros”, de la cooperación frente al yo de la competencia y apuntan a crear más justicia social a través de la transferencia de riqueza del 10% más alto de la población al 80% más bajo, ofreciendo una nueva forma de detener la polarización social creciente. Una vez que han sido introducidas y que funcionan bien, pueden sustituir en parte al sistema de bienestar social. Las monedas complementarias son medios innovadores para apoyar iniciativas individuales y grupales, fortalecen la autoestima y crean valor social mediante la acción conjunta dirigida por un sentido de inteligencia colectiva.

Dr Horacio Krell. Director de Ilvem.  Propulsor de UP  Unión de Permutas  horaciokrell@ilvem.com

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