El quinto día hábil de cada mes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC, depende del Ministerio de Economía y Producción) nos informa sobre los valores de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica de Alimentos (CBA)… Pero ¿qué son y qué miden?
La Canasta Básica Alimentaria establece cuanto dinero cuesta satisfacer las necesidades básicas de alimentación mensuales de una persona adulta. Por ejemplo incluye: azúcar, galletitas dulces y saladas, harinas, legumbres, gaseosas, carnes, quesos, leche, huevos, algunos vegetales, entre otros.
El gobierno nacional la elabora de acuerdo a los hábitos de consumo de la población de nuestro país: por ejemplo entre los alimentos incluyen la yerba mate.
La CBA sirve para medir la Línea de Indigencia (LI): todas aquellas personas que sus ingresos mensuales sean inferiores al precio de la CBA son consideradas indigentes, o sea no pueden alimentarse correctamente.
Pero como el hombre tiene otras necesidades además de la alimentación, el gobierno elabora la Canasta Básica Total, que es más amplia que la CBA porque tiene en cuenta bienes y servicios no alimentarios, como por ejemplo: vestimenta, educación, servicios de salud, transporte, entre otros.
La CBT es el instrumento que se utiliza para medir la Línea de Pobreza (LP): Todas aquellas personas que se ubiquen por debajo de la línea de pobreza, son aquellas que perciben un ingreso que no les alcanza para satisfacer necesidades básicas de bienes y servicios.
Algunos comentarios al pasar: para ampliar la CBA hacia la CBT se utiliza el Coeficiente de Engel (CdE) que mide la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales; los valores que se suman para obtener el costo final de la CBA como la CBT, son los precios relevados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que ya explicamos en otra oportunidad; y por último tenemos que saber que la familia tipo que utiliza el INDEC para dar a conocer los datos está conformada por dos adultos y dos hijos en edad escolar.
Ahora bien, veamos que sucede en la realidad:
Durante el mes de septiembre, una familia tipo necesitó $ 861,86 para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias (CBT) y no caer por debajo de la línea de pobreza; mientras que para alimentarse adecuadamente y no ser considerada indigente se necesitaron $ 391,76.
Si tenemos presente que la inflación es el aumento sostenido y generalizado del nivel de precios, que frente a los aumentos mensuales de los precios de los bienes y servicios las familias cada vez necesitan más dinero para cubrir sus necesidades, vemos como la inflación afecta en mayor medida a las clases sociales bajas, ya que destinan todos sus ingresos a consumir bienes y servicios de primera necesidad.
Como ya explicamos en otra oportunidad, el gobierno está tratando de “contener” los precios con los acuerdos firmados con supermercados, productores textiles y agropecuarios, colegios privados, etc. El problema está en que estas medidas son transitorias, porque a largo plazo este mecanismo no funciona y vienen problemas mayores. Tampoco nos olvidemos que la gran mayoría de los bienes que exporta Argentina son alimentos y que como bien señalamos anteriormente el precio de exportación de un bien se termina pagando en el mercado interno: noten cómo esta situación afecta al costo total de la CBA, y por qué el gobierno se ha enfrentado (por ejemplo) con productores del sector ganadero.
La única solución es atraer más inversiones, pero para que los empresarios quieran invertir en Argentina, el gobierno debe dar seguridad jurídica, económica y política, temas delicados en la historia de nuestro país.
Lic. Ezequiel Asensio
Director de Fundamentals S.A.