¿Es necesario involucrar a la Empresa con los ciclos formativos?

Estamos convencidos que ninguna empresa  puede actuar aislada de su entorno próximo, más aún si se ha edificado una forma de proceder que se vincula con la comunidad y nos permite devolver algo de lo mucho que la sociedad  otorga día tras día.

Entendemos como necesaria e importante la interacción entre organizaciones productivas y  espacios de formación. Se hace así pertinente la búsqueda de un consenso que posibilite generar espacios para la  incorporación de conocimientos y habilidades, cuya finalidad pretende preparar a los trabajadores para desempeñarse en la economía global de forma más eficiente.

Las capacitaciones brindadas, que cuenten con una fuerte carga práctica, deberán tener por objetivo a través de la información otorgar herramientas,  recursos y  habilidades tan necesarias para eficientizar  el desempeño en las nuevas tareas de producción.

Los procesos formativos, deberán trabajarse desde una estrategia empresarial particular, para  brindar desde la capacitación una  rápida obtención de cualidades laborales y de vinculación social

La  estructuración del proceso formativo, desde su organización intentará posibilitar, a hombres y mujeres por igual, la adquisición de los conocimientos necesarios para lograr sus metas personales y laborales.

En la construcción de las mismas,  conjugar la experiencia de los sectores educativos y productivos marcará la diferencia en los resultados.

Los cursos diseñados deben ofrecer la posibilidad  al adulto, que tiene necesidades educativas diferentes a las de los jóvenes, un conjunto de recursos, herramientas  y conductas a lograr que le posibiliten responder a las exigencias y demandas de esta  la sociedad que demanda movilidad permanente, pudiendo así desempeñar un rol activo en el seno de la misma.

Una adecuada política de educación laboral, que integre las experiencias de los dos sectores, debería ser capaz de movilizar al educando en su aprendizaje para generarle nuevos desarrollos  que contengan altos estándares morales que mejoren las  relaciones.

La esencia misma de un programa con  estas características se compromete a:

1) Formar efectivamente, con la finalidad de mejorar las posibilidades de inclusión laboral.

2) Crear cultura de trabajo, fomentando el desarrollo de normas sociales de comportamiento laboral.

3) Forjar conductas adaptativas y capacidades resilientes.

4) Desarrollar el uso de distintas herramientas y el conocimiento de sus diversas funciones.

5) Crear conciencia sobre la aplicación de los elementos morales y de valor.

6) Generar empatía con el otro, a la vez que se refuerce la autoestima; permitiendo un mejor trabajo en equipo.

7) Incorporar la aceptación de la autoridad y el trabajo responsable.

Como afirma Daniel Filmus, Ex Ministro de Educación de la Nación: “… la industria nacional necesita que los trabajadores tengan una formación adecuada para incorporarse a los nuevos procesos productivos. La educación pasó a cumplir una función primordialmente económica. La exigencia permanente y el estímulo para articular teoría, creatividad y práctica implican un gran esfuerzo por parte de los alumnos. Hoy, la enseñanza técnica debe recuperar lo mejor de esta noble tradición, adaptándola a los desafíos del mundo actual.”

Como ejemplo podemos mencionar los ciclos formativos encarados por nuestra empresa, conjuntamente con el Centro de Capacitación de Personal para la Industria de Córdoba.

En la primera etapa, la iniciativa posee una finalidad formativa destinada a desarrollar un alto grado de pericia, razón por la cual se reemplazan los ámbitos académicos por esferas de aprendizaje experiencial. Así, los alumnos son entrenados simulando condiciones laborales reales, por un técnico experto.

Algunos de los programas que estamos trabajando son: a) metrología, b) interpretación de planos, c) aproximación práctica del funcionamiento y manejo del torno y la fresa convencional, d) torno de control numérico computarizado, e) aplicación de las políticas de la higiene y seguridad industrial y f) buenas prácticas en el ámbito de trabajo.

Además, en el transcurso de próximo año, se prevé la incorporación de cursos de soldadura.

En este contexto, entendemos que un trabajo mancomunado en materia de educación laboral se vuelve absolutamente necesario en la hora que vive el país. Es momento de apostar a un sistema productivo fuertemente vinculado con los ámbitos educativos, que permita diseñar programas a medida para cada realidad particular.

Daniela Gómez Arrufat, psicopedagoga coordinadora de selección. Miembro del Departamento de Investigación y Desarrollo de los Recursos Humanos de Consultores de Empresas SRL

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