Como cada nuevo año que comienza, los gurús hacen de las suyas prediciendo qué es lo que va a pasar en el futuro. Qué es lo que va a ser un boom y qué es lo que va a dejar de existir. Como muy poca gente se acordará qué es lo que se dijo 5 años atrás, podemos hablar de esto sin que nadie tenga interés en remarcar de haber estado equivocados.
Sin embargo, este no es un ejercicio para comentar en una fiesta. Nuestra intención es juntar elementos que nos permitan anticipar aquellos sectores en los que podremos invertir y aquellos a los que deberemos esquivar. Por eso, hoy quise tomar un artículo recién publicado en TechCrunch (ver artículo en inglés) para analizarlo con la cabeza puesta en las futuras inversiones.
Dinero en efectivo, chequeras, tarjetas de crédito, cajeros automáticos
El artículo menciona a empresas como Square para aceptar tarjetas de crédito/débito en cualquier lugar (es un pequeño dispositivo que se anexa al teléfono si es que uno todavía quisiera usarlas) y Venmo para dividir las cuentas entre conocidos. “94% de los menores de 35 años usan homebanking”, dice el artículo.
Un mundo sin dinero no es tan difícil de pensar. Hace poco se conoció que el dinero en efectivo de Suecia representa sólo el 2% de su economía. Es una especie en extinción. En el mundo, se está empezando a usar el bitcoin como moneda de pago (no es la intención debatir acá si es una moneda o un bien digital, sino cómo se está usando en la práctica) y está creciendo el uso de las billeteras digitales. No se si será en 5 o en 10 años, pero el billete, las tarjetas, y los cajeros, tienden a desaparecer.
Pendrives
“Las grandes empresas como Apple, Google, Microsoft, incluso Dropbox y Box proveen almacenamiento casi ilimitado en la nube”, dice el artículo. Si alguna vez tuvimos que guardar las fotos en un álbum, luego en un disco externo, o en un pendrive, ya no será necesario siquiera apretar un botón de “guardar” para que quede nuestra historia automáticamente salvada.
Existen ya ciudades con una cobertura total de internet por WiFi de manera gratuita. Es decir, usted podría ir caminando por la calle con una tablet editando documentos y manteniendo una conversación por Skype o mirando un video de YouTube sin necesidad de contar con un chip de telefonía. Me pregunto cuál será el destino de las empresas como Western Digital, SanDisk, etc. que se dedican a proveer dispositivos de almacenamiento. Para no ser la próxima Kodak o Blockbuster (¿se acuerda? era una empresa que alquilaba VHS y DVD), ya están buscando nuevos horizontes.
Contraseñas
En relación con el punto anterior, si toda su información está en la nube, su activo más valioso será su clave de acceso. Dice el artículo que una persona promedio tiene 19 contraseñas y que la mitad de ellas son débiles e inseguras. Pero ya los teléfonos móviles tienen acceso por métodos biométricos: huellas digitales, voz y reconocimiento facial.
El control remoto
La tecnología biométrica no es exclusiva de las computadoras tal como las conocemos. Con el acelerado avance de las casas y los autos inteligentes, los métodos biométricos podrían ser la principal vía de comunicación con el mundo que nos rodea, olvidándonos de las llaves físicas y de los controles remotos.
Documentos estáticos
La utilización de documentos basados en papel, que implican ser impresos, firmados, escaneados, almacenados, enviados por fax, se están volviendo arcaicos según el artículo. Esto no es novedad. Hace décadas que existe la tecnología de firma digital. Pero ahora, hay compañías que simplifican al máximo el proceso reemplazando el uso de los documentos cotidianos por aplicaciones que se usan desde el teléfono. Le comparto 2 anéctodas:
- Desde hace 3 años que nosotros venimos usando DocuSign para toda la organización de documentos. A la hora de firmar, muchas personas se veían sorprendidas por no encontrar una forma de hacer el dibujo de su firma habitual mediante la computadora. Lo curioso es que: ¡no importa! A la hora de firmar el documento, el software registra el momento exacto en que fue solicitado, el mail desde el que fue abierto y visto el documento, la posición geográfica del firmante, información de la computadora desde la cual se firmó… ¡sólo falta que grabe un video de la persona firmando! DocuSign sigue permitiendo grabar el dibujo de la firma pero sólo para conservar la sensación de familiaridad que teníamos con el viejo método, nada más.
- Hace unos 3 años decidí dejar de usar por completo el Word de Microsoft para usar exclusivamente los documentos online de Google Docs. Fue fácil hacer el cambio hasta que un día, quise generar automáticamente un índice (tabla de contenidos) que contenga los títulos y números de página. Para mi sorpresa, sólo se podían autogenerar los títulos pero no los números. Yo necesitaba un índice con números de página porque necesitaba hacer una impresión de un libro con eso. Cuando investigo un poco más, resultó que esta característica que faltaba no era un descuido. Google ya imaginaba desde hace años que los documentos, no necesitan ser impresos, por eso, no provee muchas de las herramientas necesarias para quien necesita crear un documento para imprimir. Para Google, aún los documentos importantes, son una serie de páginas vinculadas navegables, como las de un sitio web, a las que a veces necesitamos imprimirlas, vaya a saber uno porqué.
Como reflexión adicional, podemos agregar algunos otros sectores comprometidos:
- Hamburgo está planificando prescindir de los coches en 2 décadas.
- Uber está trabajando para prescindir de los choferes de transporte en… poco tiempo.
- Tesla ya vale USD 30.000 millones desarrollando autos que prescinden del petróleo.
- WhatsApp está ofreciendo gratis el servicio de comunicación, que solía ser exclusivo de las compañías telefónicas. ¿Valdrá la pena “shortear” las TelCos? ¿O habrá que esperar a que se reinventen?
Bill Gates dijo alguna vez que uno de los mayores desafíos que tenía como Presidente de Microsoft era “detectar a tiempo los cambios de tendencia”. Diría que lo mismo aplica para todos los inversores.
Sebastián Ortega