Como es evidente en las vestimentas de los equipos de fútbol y en los estadios donde se juegan los partidos, los patrocinadores han plagado las indumentarias y las vallas publicitarias con sus logotipos.
La 68va edición de la Champions League UEFA, uno de los torneos de fútbol más prestigiosos del mundo, por ejemplo, contó con ocho patrocinadores oficiales. Entre ellos Heineken, PlayStation, Lay’s, FedEx, Mastercard y Turkish Airlines.
Este tipo de patrocinio resulta altamente rentable para las empresas. Después de todo, el torneo es tan popular que la final es vista por 350 millones de personas, y millones de fanáticos acuden a páginas de apuestas de fútbol UEFA para seguir los resultados en vivo.
Los inicios y la evolución de los patrocinios deportivos
El patrocinio deportivo se remonta al siglo XIX con el nacimiento de la tarjeta de béisbol. En aquel entonces, las empresas tabacaleras imprimían imágenes de estrellas de béisbol y las incluían en paquetes de cigarrillos como estrategia publicitaria. En el siglo XX, los patrocinios deportivos consistían, en su mayoría, en apoyos financieros como muestra de buena voluntad. Esto cambiaría con la llegada de la televisión, tecnología la cual permitió que el logotipo o el nombre de una empresa fuera visible durante largos períodos de tiempo.
En 1970, la FIFA empezó una relación comercial con Adidas, la marca de ropa deportiva que se convertiría en el proveedor de los balones oficiales de la competición por cincuenta años. En 1974, la FIFA formalizó una relación de patrocinio con otra megacorporación: Coca-Cola. En los años siguientes, la organización logró acuerdos con otras marcas de renombre como Hyundai y Visa, entre otros.
En años recientes, el mundo ha visto algunos de los acuerdos de patrocinio de fútbol más lucrativos de la historia. Entre ellos se encuentra el acuerdo de patrocinio de las camisetas entre el Real Madrid y la aerolínea Emirates por 70 millones de euros anuales y la alianza entre Paris Saint-Germain y Accor por 65 millones de euros, entre otros.
¿Cuáles son los beneficios de ser patrocinador de fútbol y otros deportes?
Patrocinar a un equipo de fútbol o un campeonato de renombre como la Copa Mundial o la Champions League UEFA le proporciona a una marca o empresa publicidad a corto plazo. La popularidad de un deporte como el fútbol, el cual atrae a más de 4000 millones de espectadores, garantizará la visibilidad del nombre o el logotipo de una marca ante una gran demanda internacional.
Para marcas emergentes, dicha visibilidad se traduce en exposición, ya que la persona que desconozca el producto o el logotipo se verá inclinado a buscar información al respecto.
Cuando el patrocinio ha tenido cierta continuidad con el tiempo, se facilita la familiarización con la marca. En otras palabras, el espectador acabará asociando el producto con su equipo o jugador favorito. Por ende, a la hora de invertir en un servicio, el espectador se verá inclinado a elegir la marca con la cual ya se ha familiarizado a través del fútbol.
En conclusión, los patrocinios deportivos son un negocio lucrativo tanto para los deportistas y asociaciones deportivas, así como para las marcas patrocinadoras. Es una gran estrategia de marketing que otorga visibilidad y exposición para marcas establecidas y emergentes. Debido al gran éxito y prevalencia de este tipo de alianzas, se espera que estas continúen multiplicándose en los próximos años.