Consciente de que la mejor defensa es un buen ataque, Jack Welch salió a enfrentarse a los más de dos mil directivos reunidos en Expomanagement con la cabeza erguida y las ideas claras.
Entre bromas y expresiones de orgullo, el ex presidente de General Electric dejó claro por qué es el paradigma del liderazgo. Sin pelos en la lengua, criticó la polémica generada en torno al buen gobierno, la retribución de los ejecutivos y las indemnizaciones millonarias.
Mercado libre
"Todo esto es una tontería y, como siempre, los medios de comunicación se han vuelto locos. Vivimos en el mercado libre, que tiene sus fisuras, pero también muchas cosas a favor. Permite a la gente cumplir sus sueños".
Welch ha vivido en primera persona la presión de la opinión pública. Su polémico divorcio sacó a portada el generoso acuerdo de jubilación que había firmado con GE -86.000 dólares anuales y millonarios pagos en especie, como un apartamento en Manhattan-. "Ese contrato lo firmamos en 1996 y lo publicamos en la memoria. Pero, de repente, se convirtió en noticia".
Tras cuatro días de reflexión, Welch decidió devolver el dinero. "Siempre que tengo una idea, hablo con gente que me va a dar la visión contraria. Aquí hice lo mismo, debatí con veinte personas que tenían opiniones divididas. Unos me aconsejaban devolverlo y otros quedármelo. Al final, pensé que lo mejor para la compañía era acabar con la polémica y devolverlo".
Pero, en ningún momento, Welch considera que fuera un acuerdo abusivo. "A cambio les di cinco años más de trabajo, durante los cuales GE creció un cincuenta por ciento". Welch defiende que se pague el trabajo bien hecho. "Intentar poner ratios es una tontería. Un directivo no puede ganar más de cuarenta veces lo de un obrero. ¿Por qué? Esto es el libre mercado".
Para Welch no se trata de un problema de ética, sino de justicia. "No creo demasiado en las causas éticas. Quien a los 21 años no distingue entre el bien y el mal tiene un problema. Pero intentar regularlo me parece una locura. El bien y el mal siempre serán valores".
Aunque de origen irlandés, Welch podría ser considerado el prototipo de la cultura estadounidense. “No hay nada peor que un directivo pomposo que se encierra en su despacho". Dinámico, seguro de sí mismo y ambicioso, afirma que el entusiasmo es vital para conseguir el éxito. "Cuando llevaba un año en GE dije que me iba porque me aburría. Es necesario entusiasmarse, tanto con los triunfos propios como con los ajenos".
Fuente: Expansión y Empleo
Jack Welch: Norteamericano. Ingresó a General Electric en 1960, con solo 25 años y se retiro siendo su presidente. Es considerado un "héroe" empresarial porque logró transformar a GE en la empresa más valiosa del mundo.