Pregunta: Siempre se habla de lo importante que son los departamentos de Recursos Humanos. Sin embargo, en mi compañía esta área es incapaz de entender algo acerca de nuestro trabajo, que está relacionado con productos financieros sofisticados. ¿Por qué dejarlos acercarse a nosotros entonces?
(Gerente de un banco en Toronto, Canadá)
Respuesta: Si se tiene esa actitud hacia el área de Recursos Humanos (RH) no hay que adjudicarles toda la responsabilidad negativa. Sólo podemos decir que ambos, empleados y responsables de este departamento, están desperdiciando oportunidades.
En cualquier compañía, RH es el reflejo de la gente que lo integra. Si únicamente tienen burócratas carentes de talento (o si en su compañía se ha convertido en una bodega de empleados ‘agradables’ pero poco eficientes) claro que serán inservibles, estarán confinados a elaborar el periódico de la planta, a llenar formas de beneficios laborales y a organizar la comida de fin de año.
Sin embargo, este departamento puede ser mucho más. Y cuando lo es, se notan los resultados. RH tiene una repercusión mayor cuando ayuda a que los jefes encuentren, edifiquen y evalúen a la gente.
Los negocios son como los deportes: triunfa el equipo con mejores jugadores. Todo el mundo lo sabe. Si estuviera al mando del Manchester United o los Medias Rojas de Boston, ¿Con quién se llevaría? ¿Con el contador del equipo o con el encargado de contratar jugadores? Los ganadores optan por lo segundo.Lo mismo aplica para las empresas.
Es una locura que la mayoría de los directores generales no cuenten con más apoyo que el de sus jefes de finanzas.
También a RH le corresponde entrar ahí. Sólo así el departamento podrá (y deberá) trabajar significativamente con la gente 100% del tiempo. Tiene que involucrarse de forma activa en el reclutamiento y la capacitación, emprender reportes de desempeño, promociones y, de vez en cuando, despidos de personal. No obstante, para hacerlo bien, esta área debe estar a cargo de la mejor gente. Nada de impostores: las personas útiles para este departamento pueden ser incluso los que trabajan en las secciones que controlan las actividades operativas de la empresa. También algunos directores de fabricación o coordinadores de equipos de producción pueden ser buenos ejecutivos de RH, al igual que quienes realicen tareas en mercadotecnia o ventas.
Básicamente, en esta sección de la compañía se requiere de individuos con un conocimiento profundo de la naturaleza humana y del negocio en que están involucrados, lejos de los aires de autoridad y desparpajo que brindan las malas experiencias.
De hecho, existe una rara combinación de características que poseen los más aptos para trabajar en recursos humanos: les decimos los ‘padres-pastores’, porque escuchan, consuelan y guían. Son ellos quienes guardan las confesiones con celo y con eso se ganan la confianza de todos los miembros de la organización. Negocian disputas y diferencias. Ayudan a personas o equipos enteros en momentos difíciles. Y en su papel de figura paterna pueden apoyar y enriquecer, pero también hablar sin rodeos.
En honor a la verdad, la clase de departamento de RH que impera en la mayoría de las empresas es como el que describe: ajeno a la compañía y con tintes negativos.
En muchas empresas, denigrar al departamento RH está bien visto. Casi de manera invariable toda la gloria va a otra parte: a los diseñadores en las compañías automotrices o a los ejecutivos en las firmas consultoras. Pero cualquier compañía mejoraría si tuviera en esta área un puñado de estrellas que se ganaran el respeto y ayudaran a potenciar el trabajo.
Después de todo, la importancia de los recursos humanos radica en localizar e instruir a la mejor gente para que el negocio triunfe. ¿Qué puede ser mejor?
Jack Welch: Norteamericano. Ingresó a General Electric en 1960, con solo 25 años y se retiro siendo su presidente. Es considerado un "héroe" empresarial porque logró transformar a GE en la empresa más valiosa del mundo. O
Suzy Welch: Norteamericana. Periodista. Ex editora de Harvard Business Review
Fuente: Revista Expansión de México