La exploración del continente antártico allá por los primeros años del 1900 era un emprendimiento de alto riesgo. Para comenzar era un continente poco explorado, las temperaturas y la condiciones climáticas muy duras y el equipamiento de supervivencia todavía no había evolucionado a un nivel suficiente como para que un hombre resista las bajas temperaturas por mucho tiempo. Estos factores resultaron, desafortunadamente, en la muerte de hombres que trataron pero no pudieron conquistar el polo sur. En esta serie de tres artículos examinaremos historias de intentos, triunfos y fracasos que pueden ser relevantes para emprendedores de hoy en día.
La carrera al polo sur es tan fascinante como peligrosa. En el mejor de los casos había que recorrer una distancia de 340 millas (547 kilómetros) sin ningún tipo de ayuda mecánica (solo perros y petisos del ártico podían sobrevivir el frió). Las temperaturas de “verano” pueden llegar tan bajo como 56C bajo cero, sumado a las frecuentes tormentas de nieve, inexistentes fuentes de alimento y un terreno desconocido llevaron a varios equipos a arriesgarlo todo para obtener la victoria de ser el primero en el polo.
Sir Ernest Shackleton, El líder ejemplar
Al momento de llegar al cabo Evans con la expedición “Discovery” (1901/4), al mando de Robert Scott, Shackleton era ya un marino destacado y con experiencia de navegación en los mares del sur. Por casi un año fue la persona que piso el punto mas al sur del mundo pero fue regresado a Inglaterra después de contraer una enfermedad pulmonar. Esta expedición seria pivotal en la vida de Shackleton y también sembró las semillas de la rivalidad entre Scott y el. Shackleton organizo su propia expedición “Nimrod” en 1907/9. Un equipo de esta expedición llego hasta el polo magnético sur (debido a la inclinación de la tierra el polo magnético y geográfico difieren) y Shackleton intento llegar al polo geográfico sur pero abandono su intento cuando faltaban 153 kilómetros. Dos de sus hombres casi mueren en el viaje de regreso pero fueron rescatados, lo cual cemento la reputación de Shackleton como líder dedicado a sus hombres. A raíz de esto, no faltaron voluntarios para su expedición a bordo del “Endurance” en 1914. Esta expedición fue tan famosa por su fracaso como por su historia de supervivencia. La idea, era atravesar el continente antártico de sur a norte vía el polo geográfico. Después de hacer escala en Buenos Aires, partieron bordeando la patagonia. (Shackleton tenia buenas relaciones con el gobierno argentino porque había procurado alimentos para una misión argentina en el antártico en 1911). La ultima escala fue el las islas Georgias del sur en un puerto ballenero Noruego. Shackleton recibió información valiosa del estado de las aguas y el hielo de mano de los capitanes que trabajaban en esas aguas y el 5 de Diciembre 1914 la expedición se aventuro en el mar de Weddell (a la derecha en el mapa del espacio antártico argentino) . El Endurance nunca llegaría a su destino pues el 18 de enero quedo atrapado en el hielo antártico. La expedición quedo flotando a bordo del endurance hasta el 27 de octubre de ese año. El prolongado embate de los hielos terminaron de hundir el endurance el 21 de noviembre. La expedición pudo salvar 3 botes y algunas provisiones pero tendrían que acampar sobre el hielo antártico 164 días más antes de poder embarcar en sus botes para navegar a la isla Elefante (mas que isla, una roca en el medio del antártico). El viaje tomo 15 días en botes totalmente inadecuados por los mares mas peligrosos del planeta y el hecho que todos sus hombres llegaron con vida es casi milagroso. La expedición piso tierra firme después de casi 500 días. Shackleton tardo solo un par de semanas en preparar un bote para navegar 1288 kilómetros a la estación ballenera que lo vio partir hace casi dos años. El viaje de 16 días es probablemente una de las mayores hazañas de navegación que existen, donde Shackleton y sus hombres casi pierden la vida en varias ocasiones. Notablemente, fueron embestidos por una ola gigantesca que hasta hace poco tiempo se pensaba que era una leyenda de marineros, pero recientemente se encontró evidencia científica de este fenómeno (un estudio llamado “Max Wave”). El escribió “En mis 26 anos de navegación, y conocer el mar y todas sus condiciones, nunca he visto una ola tan grande” (traducción mía). La llegada a Georgia del sur no fue sin inconvenientes, pues tuvo que desembarcar en el lado equivocado de la isla, tuvo que escalar un glaciar inexplorado y tardo dos días en llegar a la estación ballenera noruega. Le tomaría 4 intentos antes de poder rescatar al resto de su expedición en la isla elefante (cuatro meses después de haber partido). El hecho no haber perdido una sola vida da testimonio de su habilidad como líder.
La primer lección: Shackleton siempre lidero con el ejemplo, cuando la tripulación abandono el barco fue el quien preparo una taza de te para sus tripulantes y deliberadamente se excluyo del sorteo para las mejores bolsas de dormir. Cuando llegaron a las islas elefante fue el quien decidió navegar para pedir ayuda y salvar a su tripulación. Su preocupación por el bienestar de sus subordinados los mantuvo motivados y con una actitud positiva haciendo frente a situaciones de adversidad que probablemente ninguno de nosotros encontraremos.
Segunda lección: Planeamiento adecuado de coyuntura. Casi todo lo que podría haber salido mal, salio. Hasta cosas inesperadas trataron de terminar las vidas de todos en la expedición. Sin embargo, Shackleton demostró una habilidad casi sobrehumana para “caer parado” y continuar sobreviviendo. Esta es una habilidad difícil de cultivar pero es posible.
Tercera lección: En lenguaje científico, pronunciado por el futbolista argentino Carlos Tevez, “Huevo, hay que poner huevo…” Shackleton se pudo haber dado por vencido en mas de una ocasión pero en cada situación eligió perseverar no solo por su bien, sino por el bien de sus hombres.
Las vicisitudes de esta expedición se encuentran relatadas en el libro “South”. Shackleton murió el 5 de Enero de 1922 en las islas Georgias antes de comenzar su tercera expedición como jefe. Su tumba permanece allí hasta el día de hoy.
* Juan Carosio es licenciado en Ciencia Política de la Universidad de San Andrés. Luego de trabajar un par de años en una empresa de subastas por Internet en Argentina se mudo a Inglaterra donde trabaja para el London Borough of Lewisham en las áreas de política social y educativa. Actualmente estudia en Birkbeck College (University of London) para el Msc Management in the Public Sector. Su principal área de investigación es liderazgo.