Forest Whitaker: Desarrollar el liderazgo requiere delicadeza y paciencia

La lección de liderazgo de Forest Whitaker

El actor y  activista social Forest Whitaker reflexionó en la 47° Reunión Anual del Foro de Davos, celebrada en el 2017, sobre “Liderazgo responsable y receptivo”.

Esto dijo el actor:

«A lo largo de la vida, me han guiado las historias de grandes líderes, como Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela. Las vidas mismas de estas míticas personas son mensajes que todavía inspiran a muchos de nosotros.

Sin embargo, hay algo irónico. Percibimos las vidas de estas personas como historias épicas de grandes luchas. Sin embargo, cuando analizamos en mayor detalle lo que hicieron y dijeron, el verdadero mensaje es que el liderazgo no se trata de decisiones épicas sino de las decisiones que tomamos en nuestras vidas cotidianas.

Estas decisiones solo parecen épicas en retrospectiva

Hace poco me llegó una historia que quiero compartir. Es una de las múltiples historias que Michael Ajeo Paul podría contarles. Michael es un educador y emprendedor de la ciudad de Torit, en Sudán del Sur. El último verano, en medio de la guerra civil que azota al país, se enteró de que había soldados ocupando una escuela de su vecindario.

Michael se acercó al comandante de las tropas: “Le expliqué que prohibir el acceso a las escuelas destruía el futuro de toda la comunidad”, dice, “una comunidad en la que algunos de los soldados tienen padres, hermanos y sobrinos. Eventualmente aceptaron partir. Esa fue una gran victoria”.

La historia de Michael tiene que ver con el verdadero liderazgo, que consiste en una actitud y una conducta de responsabilidad y capacidad de respuesta. Michael es un verdadero líder: mostró capacidad de respuesta al tomar una iniciativa que parecía osada en ese momento y fue responsable porque consultó con otras personas involucradas antes de actuar. Creemos que esto es lo admirable de los líderes: la capacidad de actuar de manera eficaz inspirados por una visión y de acuerdo con ciertos valores.

Michael es uno de los líderes más jóvenes que reciben formación y apoyo de mi fundación, la Fundación Whitaker para la Paz y el Desarrollo (WPDI). La Fundación nació con el objetivo de ayudar a hombres y mujeres jóvenes a convertirse en agentes del cambio positivo en sus países y sus comunidades.

Creo que, a pesar de que muchas veces se ven atrapados en ciclos viciosos de violencia, los jóvenes tienen la pasión y la creatividad que se necesitan para llevar a sus comunidades por un camino diferente de paz y desarrollo sostenible. Si canalizamos su energía colectiva de una manera positiva, sus chispas crearán un fuego que podrá penetrar hasta la oscuridad más profunda.

Desarrollar el liderazgo requiere delicadeza y paciencia. Debemos no solo hacer posible el talento sino incubarlo. Formamos jóvenes prometedores en una serie integral de habilidades que van desde la resolución de conflictos hasta la gestión de proyectos. En los lugares donde no hay buena conectividad a Internet, ofrecemos teléfonos y tablets.

En las zonas remotas, construimos centros comunitarios donde las personas pueden acceder a computadoras, servicios de biblioteca y cursos de alfabetización, informática y negocios. Trabajamos en campos para personas desplazadas y refugiadas, donde alentamos a los jóvenes a renunciar a la violencia y dedicarse a actividades que fomenten la paz. Usamos actividades como los deportes y el cine para generar conciencia sobre la necesidad de la tolerancia y el diálogo.

A futuro

Con los años, a medida que estas actividades se consolidan, puedo ver cómo los jóvenes que guiamos desarrollan actitudes de liderazgo y sus visiones de la vida y de sus comunidades se tornan más ricas y nítidas. Perciben que tienen un lugar y un rol en el camino hacia un mundo mejor.

Sin embargo, no podemos pedirles que sean líderes únicamente en tiempos de conflicto y crisis. Deben ser capaces de destacarse en la labor diaria de mantener viva la llama de la paz a través de sus acciones cotidianas.

El liderazgo no se trata de decisiones épicas sino de las decisiones que tomamos en nuestra vida cotidiana. Estas decisiones solo parecen épicas en retrospectiva

Por eso queremos que WPDI funcione como una incubadora para sus proyectos comunitarios. Nosotros brindamos recursos tangibles e intangibles y ellos aportan ideas y energía. Estos proyectos pueden ser estrictamente educativos —por ejemplo, nuestros equipos en México enseñan a los jóvenes de las escuelas y las prisiones métodos para resolver conflictos— o bien incluir también un componente comercial. Michael, por ejemplo, desarrolla una empresa agrícola en la que entrenará y empleará a jóvenes de las comunidades locales.

En efecto, cuando hablamos con jóvenes de las comunidades más afectadas por los conflictos en Sudán del Sur y Uganda, vemos que el aislamiento y la falta de acceso a los servicios son algunos de los mayores problemas. Nos dicen que el potencial de la juventud se desperdicia en conductas violentas porque no hay trabajo ni actividades sociales gratificantes. La mayoría de ellos quieren formar empresas útiles que aborden necesidades específicas (les pedimos que realicen investigaciones de mercado) y movilicen a otros jóvenes a adoptar actividades vocacionales que les permitan obtener ingresos.

Lecciones de liderazgo

Michael y sus colegas de México, Sudán del Sur y Uganda me enseñaron mucho sobre el liderazgo. Mediante ejemplos, entendí que muchos más jóvenes de los que imaginamos tienen en su interior semillas de liderazgo. Muchos más de los que imaginamos pueden sorprendernos.

Lo que necesitamos para desatar ese potencial es confiar en los jóvenes y su capacidad de forjar su futuro y el nuestro. Debemos defender el liderazgo y entender que es la forma de responder y ser responsable.»

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