El liderazgo sin estridencias de Del Bosque y Van Marwijk

Los entrenadores de la final de Sudáfrica 2010, son dos técnicos que han encontrado el triunfo desde la discreción, alejados de las estridencias, las polémicas y el carácter mediático de otros muchos.

Vicente del Bosque

Para el seleccionador español y el holandés, estar en la final de un Mundial es el premio a dos técnicos casi coetáneos, separados por tan solo dos años. Del Bosque, nació en Salamanca el 23 de diciembre de 1950, y Lambertus ‘Bert’ van Marwijk, el 19 de mayo de 1952, en Deventer.

Ambos han hecho de la prudencia, del sosiego, la tranquilidad, del hecho de no ser muy intervencionistas, pero sin dejarse llevar, y de su capacidad analítica y reflexiva, una virtud.

A ninguno de los dos les gusta las estridencias mediáticas, el ruido, sino trabajar en silencio, con capacidad de manejo de grupo, y el premio es haber alcanzado las puertas de la gloria, aunque aún les queda por culminar el largo camino iniciado. Ni un mal gesto ni una mala palabra.

Van Marwijk, que relevó a otro técnico de mucha más fama, como jugador, y muy mediático por sus éxitos como futbolista, Marco van Basten, fue un futbolista modesto de equipos pequeños, como Go Ahead Eagles, Fortuna Sittard, MVV Maastricht y el AZ Alkmaar, con el que logró la Copa en 1978.

Como el holandés, Del Bosque también fue centrocampista, pero de mayor éxito. Jugó en el Castellón, Córdoba y Real Madrid, el equipo de su alma, con el que ganó cinco ligas y cuatro Copas. Llegó a ser internacional en 18 ocasiones. Se caracterizó por su técnica depurada, por el toque y la visión de juego.

Van Marwijk fue el hombre elegido a partir del 2008 por la Federación Holandesa para reemplazar a Van Basten, confiando en su meticulosidad desde el trabajo silencioso, como hizo la RFEF con Del Bosque, para ocupar el sitio de Luis Aragonés tras el éxito en la Eurocopa 2008.

No le pudieron funcionar las cosas mejor a ambas federaciones, por cuanto el conjunto holandés ha vuelto a engrandecer su figura con Van Marwijk, quien ha ido moviendo los peones en busca de recuperar el fútbol total, el de la seriedad en defensa y la magia en ataque con los Wesley Sneijder, Arjen Robben, Robin van Persie y compañía.
Del Bosque continuó en la Selección la línea marcada por Aragonés, el fútbol de toque y combinativo, mantuvo el bloque y le ha dado ligeros retoques que han ido integrándose de manera paulatina.

Ambos han dado con la tecla, con la fórmula idónea para buscar la gloria. Lo han hecho desde la discreción y la prudencia, al margen de cuestiones y de imágenes más llamativas de otros y alejados de polémicas.

Holanda pretende encontrar con Van Marwijk el premio que se le resistió a generaciones de grandes jugadores, que cayeron, sin ir más lejos, en las finales de Alemania 74 y Argentina 78 y luego no pudieron, como los Van Basten y Ruud Gullit, tampoco en los Mundiales alcanzar el olimpo, nada más que la Eurocopa en Alemania 88.

Del Bosque ha conseguido llevar más lejos que nunca a la ‘Roja’. Con el salmantino, España ya ha superado su mejor clasificación de la historia, el cuarto puesto de Brasil’50, y está a un paso de ese momento tan ansiado de gloria.

fuente: Portafolio

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