Adrián y Alejandro son amigos pero no de lo ajeno. Son fervientes cultores de la devolución de los objetos prestados y el impacto que genera en las relaciones interpersonales.
Con una dosis equilibrada de humor y profundidad, los autores van desgranando los secretos para prestar o no. Cuando hacerlo y cuando no. A quien sí y a quien no. También una descripción del "mangazo" y comparten una utopía que hacemos propia: regalar los objetos en lugar de prestarlos. Los detalles de esta propuesta están en la página 59 del libro pero no me lo pidan prestado. Comprenlo porque lo recaudado va para ONGs de bien público.