Santander Río organizó junto a la Fundación Proyecto Padres el taller “El entusiasmo de ser Padres. Padres líderes” para sus empleados de Capital Federal con hijos entre 6 y 18 años. El encuentro se llevó a cabo el 14 de noviembre en El Mirador del Centro de Empleados de Santander Río, un espacio de recreación y almuerzo pensado para los empleados del Banco.
El objetivo del taller fue reflexionar sobre el vínculo entre padres e hijos y fortalecerlo a partir de claves y herramientas que se brindaron en el encuentro. El taller estuvo a cargo del director de la Fundación Proyecto Padres, Adrián Dall´Asta. Algunos de los temas tratados fueron: la comunicación y el diálogo, la confianza en los valores, la fortaleza de los padres y la bendición de la paternidad y la maternidad.
En un contexto como el actual, donde los padres se enfrentan a desafíos diarios en la educación de sus hijos, es fundamental reforzar su papel como primeros educadores y referentes en la vida familiar. Por eso, el taller propuso herramientas y soluciones para que puedan lograrlo y para fortalecer la unidad y la comunicación entre padres e hijos.
“El desafío de los padres en el mundo de hoy es ser actores principales del destino de sus hijos y lograr un aporte a la sociedad a través de ellos” expresó Guillermo Bonahora, gerente de Relaciones Institucionales de Santander Río.
La actividad realizada para el personal del Banco se inserta en un programa más amplio que la Fundación Proyecto Padres viene desarrollando a nivel nacional con la colaboración de Santander Río. Hasta el momento se organizaron 70 talleres en todo el país, con la participación de aproximadamente 8 mil personas.
Sobre el Programa de Responsabilidad Social Corporativo de Santander Río (PRSC)
El Programa de Responsabilidad Social Corporativo de Santander Río (PRSC) tiene dos ejes principales: la educación y la inclusión laboral.
En lo referido a educación, Santander Río cuenta con el Plan de Impulso a la Educación Superior (PIES), plan que fomenta la educación universitaria y docente por considerarla el motor para el desarrollo social. El Banco suscribe convenios de colaboración con diferentes universidades y, en julio de 2007, lanzó la segunda etapa del PIES para el trienio 2007-2009. En la primera etapa, que abarcó el trienio 2004-2006, la inversión fue superior a 25 millones de pesos. En ella, el PIES concedió becas para el perfeccionamiento docente en el exterior, becas para proyectos de inversión que contribuyen el desarrollo regional, y foros para universitarios, entre otras tantas acciones.
En educación, Santander Río cuenta además con las Maratones de Lectura: plan de estímulo a la lectura que se desarrolla en escuelas públicas de zonas carenciadas. En la alianza con la Fundación Leer, Santander Río lleva a cabo este programa por noveno año consecutivo. En 2007 el Programa abarcó a 64 escuelas en 13 provincias del país, del cual se benefician 6.400 niños y donde se entregarán 17.500 libros. Por otro lado, el Banco reforzó su compromiso con el crecimiento de las zonas rurales a través de “Escuelas en acción”, un programa desarrollado en conjunto con AACREA (Asociación Arg de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) que se propone reactivar establecimientos educativos agrotécnicos de nuestro país. El Banco y AACREA han beneficiado a 45 escuelas con dicho programa.
Con respecto a la inclusión laboral, Santander Río desarrolla Ideas que dan trabajo y PROTRABAJO, que apunta a mitigar la problemática de la inclusión laboral de jóvenes con dificultades para conseguir empleo por falta de capacitación adecuada. El programa está articulado con Cáritas Diocesana de Tucumán y la Universidad Nacional de Tucumán mediante el cual se capacita a personas con bajos niveles de instrucción formal en oficios que les permitan una salida laboral. El programa “Ideas que dan trabajo” promueve que los empleados de Santander Río presenten proyectos de generación de empleo, generados por sus comunidades, que involucren la creación de al menos cinco puestos de trabajo. Las bases de “Ideas que dan trabajo” requieren que los microemprendimientos sean autosustentables y gerenciados por una institución sin fines de lucro u organización no gubernamental. Además, deben generar valor social adicional, ya sea porque ofrecen instancias de capacitación, mejoran el medio ambiente o producen bienes escasos a bajo costo