MIPYMES pierden participación en el mercado

En los últimos tres años el sector de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME)
se ha reducido y su participación en el mercado experimenta la misma tendencia, lo que genera sin duda alguna la necesidad de debatir para tomar acciones y evitar que esta tendencia se siga consolidando.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el 2007 habían más 18.8 millones de MIPYME registradas en 18 países de América Latina. Para el 2010, un estudio realizado por FUNDES con datos más ajustados por país muestra que esa cifra llega a 18 millones.

Igualmente, los datos disponibles reflejan que en los últimos 5 años en Chile, México y Colombia (1), las empresas grandes han experimentado un crecimiento porcentual mayor en número que las MIPYMES. En Colombia las empresas grandes más que duplicaron su número y las MIPYME aumentaron 34% (2); en Chile, las MIPYME crecieron 6% y las grandes un 38% y en México las cifras fueron de 24% y 136% respectivamente.

Podría este ser un buen resultado si se tratara de crecimientos desde la MIPYME, pero la matriz de transición disponible para Chile deja claro que crecer en tamaño es una excepción para las empresas pequeñas (3).

Estas cifras reflejan un escenario complejo, aún cuando están lejos de mostrar la totalidad de la realidad, pues MIPYME es un concepto variable en América Latina. Los países definen distinto a las empresas por tamaño y las fuentes de datos que consideran tamaño para informar son incompletas, carecen de periodicidad y existe una
mezcla de consideraciones de formalidad que dificultan comparaciones.

El elemento más tradicional para medir importancia de las MIPYME, que es el empleo, baja su participación de 77% a 71%, con una baja notable en México de 70% a 65%. En promedio, la participación relativa en el empleo está disminuyendo más en la microempresa. El empleo generado por MIPYMES en 18 países crece un 26%, en tanto el empleo en gran empresa crece un 51%.

Menos participación en el mercado
En cuanto a la importancia económica, en primer lugar es preciso decir que cifras económicas por tamaño son excepcionales. Así, pueden comentarse en propiedad sólo los casos de Chile y México. Para Chile entre los años 2003 y 2006 se observa un aumento de las ventas generadas por la gran empresa (desde un 80% a un 86% del total), llegando a situarse diez puntos porcentuales más altas que en 1999 en términos de participación por tamaño, pero con un crecimiento en monto de 146% que contrasta con el aumento de 43% de la MIPYME y especialmente con el modesto aumento de 19% en ventas de la microempresa.

En México, el valor agregado bruto de la producción muestra que la MIPYME (4) ha bajado desde 50% en 1989 a 42% en 2009.

La dinámica empresarial en Chile 2006 – 2008
La pérdida de participación de la MIPYME en el mercado podría estar relacionada con algunos sectores.  Efectivamente, en comercio y servicios es donde se encuentra la mayor proporción de MIPYMES, especialmente en comercio, representan un 99,9% en número de empresas.

Este debilitamiento de la participación de mercado de las MIPYME se da en un contexto de entornos que parecían especialmente prometedores, como la apertura de mercados internacionales, a los cuales la MIPYME ha accedido poco; además de una fuerte inversión de varios gobiernos de la región y aportes de la cooperación para proyectos en su apoyo. Como se cita en “Crisis internacional y Políticas para las MIPYMES (5), para Servicios de Desarrollo empresarial (SDE) los gobiernos de Chile y Brasil realizaron esfuerzos importantes para estimular el desarrollo MIPYME desde 1990 (Chile a un promedio anual superior a 500 millones USD) y se agregan México, Ecuador y Uruguay en la década actual.

Aún más importante que las consideraciones anteriores, es el tema de la gran diferencial de productividad por tamaño. A falta de mayores datos, el total de ventas por empleado según tamaño en Chile es ilustrativo.

El resultado en cinco años es que la microempresa ha retrocedido 7%, la pequeña ha crecido un 2%, la mediana creció un 3% y la gran empresa aumentó 33%.

Aún se puede desarrollar la MIPYME
Sin lugar a dudas, la sobrevivencia del sector MIPYME en el entorno reflejado anteriormente, ha sido posible si se toma en cuenta los grandes esfuerzos de gobiernos, cooperación, organizaciones no gubernamentales y otros. Operando bajo la lógica del mercado, esto no habría ocurrido. La experiencia de promoción de la MIPYME en la región en las últimas dos décadas nos debe permitir identificar de una mejor manera cuál es el abordaje adecuado para lograr la competitividad y sostenibilidad de estas empresas.

Es muy probable que mejorando el desempeño de este conglomerado empresarial, encontremos también la vía para un desarrollo más inclusivo y con ello, una mejor distribución de ingreso en América Latina, la región más desigual del planeta. Para ello, FUNDES abre el debate sobre alianzas virtuosas, nuevas áreas de intervención o diferentes formas de apoyar a la MIPYME para llevarla a niveles que aumenten su viabilidad y sostenibilidad en los mercados actuales.

1 Años 2003-2008 en Chile y México y 2000-2005 en Colombia
2 Puede haber influencia del límite de ventas cambiado en 2005 a 30.000 salarios mínimos legales, cuando antes fue 15.000. Pero, en número de empleos no hubo cambio.
3 “La Dinámica empresarial en Chile 1999-2006” Ministerio de Economía, FUNDES, INTELIS
4 Se ha considerado el año 2009 sin diferenciación sectorial para la definición de tamaño, a objeto de hacer las cifras comparables.
5 Tueros, Dini, Polo, Poma y Henríquez, OIT y EUROSOCIAL 2009

En los últimos tres años el sector de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME)
se ha reducido y su participación en el mercado experimenta la misma tendencia, lo que
genera sin duda alguna la necesidad de debatir para tomar acciones y evitar que esta
tendencia se siga consolidando.
Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el 2007 habían más 18.8
millones de MIPYME registradas en 18 países de América Latina. Para el 2010, un
estudio realizado por FUNDES con datos más ajustados por país muestra que esa cifra
llega a 18 millones.
Igualmente, los datos disponibles
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